Superadas las PASO, querer votar a Ricardo López Murphy plantea un dilema ético al liberal.
Porque el más respetable de los nuestros, va en una lista que encabeza lo peor de ellos.
Votar a María Eugenia Vidal es una aberración moral.
Entiéndase que en términos de movimiento liberal la estrategia de haber jugado en esa interna es el entrismo.
Eso significa posicionar uno de los nuestros para que llegue con el voto de ellos, es decir el voto progre.
No funciona si por votar al nuestro votamos a todos los de ellos.
En CABA está más que claro que el voto liberal que posicionó a Ricardo López Murphy (insisto: el más respetable de los nuestros) en la lista de Juntos por el Cargo, vale doble si ahora emigra en pleno a Javier Milei y Victoria Villarruel.
Votar a la "Evita amarilla" es votar kirchnerismo light. Y no tan light.
El dilema entonces es de fácil solución: Dejemos que los progres con su voto lleven a Ricardo López Murphy al Congreso de la Nación, algo que ya está asegurado sin necesidad del voto de ninguno de los que votó en las PASO por López Murphy y sumemos bancas propias desde La Libertad Avanza.
Y que se haga sentir así el voto liberal, como repudio al progresismo kirchnerista de María Eugenia Vidal y al mismo tiempo relegando al kirchnerismo puro al tercer lugar. De ese modo Libertad Avanza, que es el mejor ejemplo del futuro que tiene la unidad del centro a la Derecha, será segunda fuerza en Capital. Hay que lograrlo.
Porque en rigor de verdad la disyuntiva no es López Murphy o Milei, ya que no hay diferencias significativas entre ambos. Los dos son nuestros.
La disyuntiva real es María Eugenia Vidal o Victoria Villarruel, porque hay un abismo moral entre la progre y la nuestra.
Vidal miente 30.000 desaparecidos y Villarruel brega por la verdad desde el reconocimiento a las víctimas del terrorismo. No es una diferencia, es un abismo ético y moral.
Entonces votá bien, votá Villarruel.
Esta tiene que ser la vez en que los liberales, y todos los que nos ubicamos del centro a la Derecha, podamos jactarnos del voto inteligente.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.
