La jornada vivida hoy en el histórico Cabildo de Buenos Ayres habilita algunas reflexiones sobre lo perdurable y lo transitorio, sobre lo auténtico y lo ficticio, sobre la Patria y el mamarracho.
Puertas adentro del Cabildo, entre esos muros que alumbraron la Revolución de Mayo, la Asociación Fundadores de la Patria daba formal inicio a sus actividades del año 2015. En su discurso, Mario Passo remarcó la importancia de la historia y su divulgación en proximidad del segundo centenario de la Independencia.
Mientras tanto, una manifestación de izquierdas avanzaba hacia la Plaza de Mayo entre cánticos absurdos, bombas de estruendo y bengalas de humo. Decían manifestarse a favor del aborto, una cuestión menor, pero confundiendo todo, por lo que marchando en procesión tras una vagina entronizada a modo de virgen religiosa agitaban banderas venezolanas, imágenes del criminal Ernesto Che Guevara y cuanto símbolo existe de la opresión comunista.
El contraste era evidente, por la calle desfilaba a paso efímero la vulgaridad de los que quieren más mamarracho hasta convertir a la Argentina en otra dictadura caribeña. Supe entonces que no podrán, jamás, conseguir su objetivo; aunque de tan cerca crean poder acariciarlo. Esas revoluciones sobre cuyas bondades miente el zurdaje servil a los Castro, los Chávez y los Maduro son la fantochada de lo verdadero, lo que la caricatura es al rostro y lo que la historieta a la historia. Entonces los vi pasar y los supe nada.
Sentí, simplemente sentí, que ese espíritu misterioso forjado con heroísmo y gloria, paciente morador del Cabildo de Buenos Ayres, es eterno.
¡Viva la Patria!
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López