miércoles, 19 de enero de 2022

"HÉROE", es una palabra de uso restringido.


La Disposición 5/2022 de la Agencia Nacional de Seguridad Vial que equipara la condición de VGM con la de héroe facultando llevar en licencias de conducir la frase: “Ex combatiente, héroe de la guerra de las Islas Malvinas”, contradice la sana lógica de la Ley Nº 24.020 sobre condecoraciones militares.


La Ilíada describe un pasaje de la Guerra de Troya librado por el 1.200 años AC. Más de 3.000 años después el concepto del héroe sigue vinculado al prototipo poético establecido por Homero en la figura de Aquiles. Malvinas, a la vista de todo el mundo, no fue una guerra sin héroes; pero tampoco fue una guerra de puros héroes.  


Entiendo que en el habla cotidiano y como una demostración de afecto cualquier persona pueda decir, porque así lo siente, que todos los combatientes fueron héroes. De hecho, en mi propio caso considero héroes a más combatientes de los que  fueron reconocidos tales mediante el sistema de condecoraciones militares. Pero ese es un sentimiento personal en la opinión de un particular, algo que no es admisible en los actos del Estado donde los funcionarios deberían atenerse a lo que manda la ley. Cosa que, por cierto, hace mucho tiempo no hacen; al punto que hoy la regla general es el incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Si la normativa establece que la Cruz "La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate", será concedida al personal militar alistado en las Fuerzas Armadas, personal de las Fuerzas de Seguridad, fuerzas policiales y civiles, argentinos o extranjeros que, en combate motivado por acontecimientos extraordinarios que revistan el carácter de acción o función de guerra, realice aislado o en el ejercicio del mando una acción ponderable que se destaque respecto de las pautas de conducta normalmente estimadas correctas, es porque se trata de una conducta excepcional. Y ese criterio restrictivo es tan sano como conveniente, porque la función social del "héroe" es inspirar a otros, servir de ejemplo. Por lo que si a todos se les considera héroes la conducta ejemplar se diluye hasta desaparecer en un relato sin veracidad. 

Escribo este artículo porque "El heroísmo y la gloria", uno de mis ensayos en Trilogía de Convicciones, es el producto de largas meditaciones. Si estudio una cuestión no me resulta indiferente, por lo tanto reacciono cuando conceptos que deben mantenerse claros son arrastrados adrede a la confusión: "Héroe" es una palabra de uso restingido.





Profeso total lealtad a la causa de Malvinas y tengo el mayor respeto por los combatientes, por eso repudio esta medida populista que bastardea la causa y a los mismos combatientes, porque ser combatiente, sin más, es digno y respetable. 

La abrumadora mayoría de los nuestros cumplió con su deber durante la Guerra de Malvinas. Pero el deber señala a priori distintos roles y méritos, que luego pueden ser alterados por las circunstancias y el azar de la guerra. En ese contexto el heroísmo es la excepcionalidad no la regla.

Y justamente por el respeto que merece la condición militar, de soldado, llamar "héroes" a todos es inaceptable. No todos fueron héroes, como no todos fueron combatientes, como no todos fueron soldados movilizados. 

Y entre aquellos que fueron combatientes no haber sido un héroe no es un demérito, más aún: a veces no haber tenido necesidad de apelar al heroísmo demuestra el más alto profesionalismo. Al respecto, este ejemplo puede ser bastante elocuente de lo que afirmo: 

Piénsese en los pilotos de la escuadrilla Super Étendard de la Armada Argentina que comandó el capitán Jorge Luis Colombo. Tuvieron un gran protagonismo durante la guerra, le hicieron mucho daño a la flota invasora y fueron lo suficientemente temidos como para que el enemigo planificara eliminarlos en una operación especial. 

¿Fueron héroes? No. Fueron combatientes que cumplieron con su deber demostrando que su vocación, entrenamiento y convicción de combatir por la Patria les permitía ejecutar operaciones de guerra conforme a lo planificado, usando con precisión las armas que a ese efecto les fueron asignadas. En mi opinión, la mayor eficiencia que un militar puede alcanzar. ¿Los desmerece no llamarlos héroes? De ningún modo. Y también en mi opinión, no cabe duda que si el azar de la guerra les hubiera impuesto la necesidad de recurrir el heroísmo lo hubieran hecho. 

Insisto en que esto es importante y sano tenerlo en claro: no todo es lo mismo, ni debe ni puede serlo. El trastorno bipolar del kirchnerismo es una constante de su política y según parece una fuente inagotable de irracionalidad que no respeta nada infectando al conjunto de la sociedad.

Así como pusieron el Museo Malvinas en la ESMA para presentar como víctimas a los combatientes, asociándolos a los desaparecidos, ahora pretenden que todos puedan decirse héroes en sus licencias de conducir.

Entiendo que puede resultar antipático decir que no todos los veteranos de la Guerra de Malvinas son héroes.

Pero más antipático me resulta pretender que, por ejemplo, sea lo mismo un Esteban que  otro. 

¿Quedó claro?

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.


¿Qué es la Derecha?

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La Derecha, soy yo.

Ariel Corbat

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