ANÁLISIS DE LAS ELECCIONES DEL 14 DE AGOSTO
En sendas reuniones realizadas los días 25 de agosto y 12 de setiembre, el grupo CONSENSOS analizó los resultados de las primarias nacionales del 14 de agosto pasado, además de las elecciones de Capital, Santa Fe y Córdoba. Después de un extenso y prolongado intercambio de ideas se alcanzaron las siguientes conclusiones:
1. Sin perjuicio de las fundadas denuncias de fraude en las primarias nacionales, la voluntad de la mayoría de los votantes ha sido fortalecer los poderes constituidos, tanto provinciales como nacionales. Sin embargo, esto no debe entenderse como la extensión de un cheque en blanco a los oficialismos.
2. Se ha intentado garantizar, mediante esta decisión, la gobernabilidad de una Argentina que en los últimos treinta años de democracia se ha visto conmovida por dos graves crisis, que alteraron la institucionalidad. Nadie, en su sano juicio, desea su repetición.
3. Según la percepción de la mayoría de los votantes, Argentina se encuentra hoy mejor que en el 2001 y, en tal sentido, no se ambiciona un cambio. El voto mayoritario ha sido un voto “conservador” sustentado en un rebrote del consumo que es apreciado como un logro de las actuales gestiones, en particular, la nacional.
4. La crisis mundial del 2008 aún no cesa y pareciera recrudecer. Ante la situación griega, española y los desmanes de Londres, que ponen de manifiesto el tembladeral que vive el mundo, la mayoría de los argentinos que concurrieron a las urnas tomaron la decisión de fortalecer a los oficialismos provinciales y al gobierno nacional con la esperanza de sortear, sin sobresaltos, la crisis.
5. De ninguna manera (como manifiestan sectores del gobierno nacional e insinúan ciertos políticólogos) el voto del 14 de agosto ha sido un voto ideológico o de aprobación al imaginario del kirchnerismo cultural. La mayoría votó pragmáticamente, sin advertir opciones opositoras convincentes.
6. El triunfo de Cristina Kirchner no anula el daño que el kirchnerismo cultural ocasiona al tejido social y a los valores espirituales y morales del pueblo argentino. Será nuestra responsabilidad como grupo de intelectuales comprometido con una visión diferente de lo nacional y popular, advertir sobre sus efectos negativos sin que ello signifique menoscabar la opción electoral mayoritaria.