miércoles, 29 de enero de 2025

LA CUESTIÓN MILITAR ES LA CUESTIÓN JUDICIAL Y REQUIERE POLÍTICA.




Rindo con estos renglones mi homenaje a la memoria del Honorable Juez Jorge Quiroga, asesinado por el ERP como represalia de los que se sentían con derecho a disponer de la vida y hacienda de los argentinos. Tuvo ese juez el coraje de haber condenado a terroristas activos. Cuando la Justicia era justa y en tiempo presente, no una farsa en tiempo de historiadores. 

No hay ningún juez que haya sido asesinado por haber condenado a militares. Porque hasta cargando las cadenas de la ingratitud nuestros militares defienden a la República, por la cual combatieron.


LA CUESTIÓN MILITAR ES LA CUESTIÓN JUDICIAL Y REQUIERE POLÍTICA.

El 28ENE25 a  través de un comunicado oficial, el Ministerio de Defensa frente al malestar generado por la baja de militares, pretendió aclarar que: "la Resolución 2025/72 que da la baja a personal militar fue emitida en cumplimiento de sentencias judiciales que ordenan dicha medida respecto de personas condenadas con sentencia firme. Las bajas mencionadas no responden a una decisión unilateral de este Ministerio, sino a una orden del Poder Judicial notificada, notificada por el Ministerio Público Fiscal, obligando al cumplimiento de la medida respecto del personal militar alcanzado por las sentencias condenatorias firmes".


En efecto, como parte del prevaricato sistematizado montado para perseguir a los vencedores del terrorismo castrista en juicios de revancha falazmente llamados "de lesa", son "jueces" quienes ordenan las bajas. Pero el punto es otro.

Sabrán disculpar los lectores de La Pluma de la Derecha si para analizar esta cuestión me planto en primera persona y peco de autorreferencial.

Ocurre que yo estoy molesto pero no sorprendido. No hay nada nuevo bajo el sol, y justamente esa continuidad de la anormalidad normalizada es lo que me molesta. 

Durante la campaña electoral llegué a quitar mi apoyo a la candidatura de Javier Milei ("mi apoyo" puede sonar pomposo pero no suma ni resta otra cosa que un voto, lo único de lo que dispongo) por haber dicho en un reportaje por televisión que los militares deben cumplir las penas.


Pero no soy tan necio como para dejarle campo libre al kirchnerismo. Así que luego, por la presencia en la fórmula de Victoria Villarruel y por entender que si Milei tenía zonas oscuras, Patricia Bullrich tenía más y Sergio Massa era la oscuridad total, voté a La Libertad Avanza. Y no me arrepiento.

El candidato Javier Milei no entendía entonces que la raíz y bastión del dominio cultural del kirchnerismo es el prevaricato sistematizado contra los vencedores del terrorismo castrista. Lamentablemente, el hoy Presidente y Comandante en Jefe de las FF.AA. Javier Milei, tampoco entiende que un país que condena implacablemente y sin posibilidad de perdón a sus defensores le entrega su futuro al enemigo.

Y digo no lo entiende como podría especular que es cómplice, porque es un hecho fácilmente observable que el Poder Judicial de la República Argentina se ha convertido en un Poder Prevaricador, algo infame y totalmente opuesto a lo estipulado y deseado por los Constituyentes del 53/60.

También es evidente que ningún país con mayoría de jueces honorables, probos y eficientes, llega a padecer el daño institucional, la degradación cultural, la miseria material y hasta la miseria intelectual en la que progresivamente fue cayendo la República Argentina.

Sin embargo ante lo evidente, el Presidente Milei promueve que un reputado prevaricador como es Ariel Lijo integre la Corte Suprema de Justicia de la Nación. 

El fuerte del Presidente es aquello por lo que se hizo conocido, su histriónico y disruptivo estilo de economista en un país donde la economía siempre es urgente, pero sanear el Poder Judicial también es imprescindible en la República Argentina, porque con jueces prevaricadores la "normalidad económica" que el gobierno pueda lograr si tuviera éxito será siempre bajo permiso revocable de jueces prevaricadores, por ende una utopía.

¿Quieren respeto a la propiedad privada? Pues no será con estos "jueces" que apenas gira el viento abandonan al ciudadano, al contribuyente y a cualquier habitante a la voluntad del gobierno de turno, como pasó y nadie debería olvidarlo durante la última dictadura (esa que llamamos infeKtadura). Fueron estos mismos jueces los que se pusieron barbijos como mordazas para no decir nada mientras se avasallaban derechos en nombre de la pandemia, como si una pandemia confiriera poder constituyente al Poder Ejecutivo. En esta cuestión, por tanto, el Presidente Milei debería empezar a mirar más allá de su mandato, para que cuando en 3 o en 7 años deje la Presidencia y lo que haya podido transformar no vuele al primer soplo cual castillo de naipes.

No estoy sorprendido por nada de esto, son reservas que traigo desde la campaña electoral. Y más a partir del acuerdo para ganar el balotaje (comprensible en función del objetivo electoral) que desplazó la promesa de encargar Defensa y Seguridad a Villarruel para ofrendar ambos ministerios a Luis Petri y Patricia Bulrich respectivamente. Dos progres oportunistas que sólo aparentan rasgos derechistas por mera conveniencia coyuntural.

Entonces veo en el comunicado del Ministerio de Defensa, excusas vacías de contenido al no impulsar el Ministro de Defensa, ni el resto del gobierno, política alguna para poner fin a la persecución del prevaricato sistematizado contra nuestros militares en esas farsas llamadas "juicios de lesa". Luego quieren que los militares se involucren en la lucha contra el narco...

Es sabido que el Poder Judicial está sucio. Sucio de una mugre que ensucia todo lo que toca. Lo triste es que corregirlo no está en la agenda política del Presidente. Ni una palabra sobre el prevaricato sistematizado ha dicho el Ministro de Justicia Dr. Mariano Cúneo Libarona, y ese silencio es también el silencio del Comandante en Jefe.

Frente a este panorama los lamentos no sirven para nada, hay que redoblar los esfuerzos para lograr peso político e introducir la cuestión en la agenda política. Nadie ignora lo mucho que nos unió el espanto, pero el espanto es un estado transitorio.

¿Apoyo al gobierno? Sí. Mientras no construyamos una alternativa potable sí. Sí, pero nunca con obsecuencia ni firmando cheques en blanco. Hay quienes se toman de las decepciones para abandonar todo esfuerzo y es justo lo contrario de lo que debe hacerse, toda crisis es una oportunidad y este sería buen momento para generar un armado político que dé fuerza a nuestras palabras hasta escribir aunque más no sea un par de puntos en la agenda política del país. 


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

¿Qué es la Derecha?

¿Qué es la Derecha?
La Derecha, soy yo.

Ariel Corbat

Ariel Corbat
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