El sábado 1° de Febrero tendrá lugar la denominada "Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista LGBTQI+", con participación de partidos de izquierda, dirigentes kirchneristas, madres de terroristas, la CGT, las dos CTA y una variedad progres dejándose llevar de las narices por miedo a que les digan "fachos".
Es uno de esos eventos que permiten apreciar la diferencia entre tolerancia y respeto. Como liberal obviamente lo tolero, pero no tengo ningún respeto por los organizadores ni la concurrencia. Merecen tolerancia, que es lo único que puede y debe exigirse en una democracia, no merecen respeto que implica alguna valoración positiva sobre las ideas y la conducta.
La izquierda que aparateó estudiantes en Chile para doblegar a Sebastián Piñera pretende aparatear al cuarto de abecedario para doblegar a Javier Milei en Argentina.
E irán multitud de idiotas útiles, progres, para hacer de comparsa de un montón de impresentables como el comunista gobernador de la Provincia de Buenos Aires Axel Kicillof.
Argumenta Kicillof para ir a la marcha: “No podemos ser indiferentes ante la desigualdad”, y basta recordar el monumento a la desigualdad que es la tumba de Néstor Kirchner contrastando con el resto del cementerio (o sea: la desigualdad consagrada por el kirchnerismo hasta después de la muerte).
A todas luces un kirchnerista saraseando igualdad está protegiendo la desigualdad que le conviene, por lo tanto el pretexto es absurdo; y hasta sería cómico de no ser porque gracias a su ineptitud la inseguridad está desatada en la Provincia de Buenos Aires. Acudirá Kicillof a la marcha del cuarto de abecedario con las manos manchadas de sangre, manchando todo lo que toque. Todo ello mientras la Policía Bonaerense, mal dirigida por un gobierno que no tiene interés en resolver problemas reales, abandonada frente a los delincuentes es también abandonada frente a la protesta de los ciudadanos.
Es sumamente interesante observar que la izquierda, que en el 2001 intentó aparatear la protesta social con las "asambleas barriales", de la que los vecinos decentes se alejaron rápidamente, sigue intentando aparatear cualquier conflicto de interés colectivo pero jamás se anima a intentar liderar reclamos de habitantes honestos frente a la inseguridad. Es que la izquierda defiende terroristas y delincuentes por lo que sólo se moviliza para desacreditar a las instituciones armadas y socavar así gobierno democráticos. Jamás se los verá reclamando por un policía caído en cumplimiento del deber, o un civil honesto masacrado por delincuentes, como no se los ve ahora levantar carteles como aquellos del ahogado Santiago Maldonado reclamando que la dictadura de Nicolás Maduro libere al gendarme Nahuel Gallo.
Esto que escribo sobre la ausencia de izquierda en las protestas por inseguridad tiene además otra arista, y es que cuando la gente común se siente víctima del terrorismo o los delincuentes, sabe o descubre saber que la izquierda es su enemigo. Corta la bocha.
La marcha del por ahora cuarto de abecedario (siempre están sumando alguna letra al delirio inclusivo) no tiene ninguna otra razón de ser que el malestar antidemocrático de los que perdieron las elecciones que ganaron Javier Milei y Victoria Villarruel. Es muy obvio que es el primer acto de la campaña electoral, con un circo que además de aglutinar a la oposición promete atraer gran parte del público en plan de joda.
Es que la marcha atraerá público como entretenimiento de carnaval, aunque no entienda buena parte de la concurrencia lo riesgoso que es darle aire a la izquierda o ser utilizados como idiotas útiles. Y en ese plan de joda, casi de excursión a la jaula de las locas, el colectivo del cuarto de abecedario logra reducirse por propia voluntad al estereotipo caricaturesco de ese humor que hoy cuestionan. Una contradicción que demuestra al fin de cuentas que el humor todo lo vence.
Pero al margen del joda-tour colorido, es tan vergonzoso prestarse al aparateo de la izquierda en su ambición de poder, como servir a las intenciones de recuperar kioscos (curros estatales) de los kirchos con su ambición de robo.
En un país cuyas Constitución no hostiga a nadie por su orientación sexual, raza, religión, etc, y en el que el gobierno busca afirmar la igualdad ante la ley eliminando privilegios que so pretexto de eliminar prejuicios los afianzan, veremos una marcha "anti": anti sentido común. La marcha de los rojos y sus idiotas útiles.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.