El jefe de residentes de Terapia Intensiva del Hospital Güemes en Haedo, Áxel Vázquez, se suicidó el jueves 5 de Noviembre arrojándose a las vías del tren.
Tenía 31 años, padecía problemas psiquiátricos y dejó algo así como su explicación en Instagram: "Lamentablemente la salud en general es vista como un negocio y no bajo la perspectiva de derecho. La Salud Mental está en quiebra. Le agradezco a todos los que se preocuparon por ayudarme y no lo supe aprovechar. Hasta Siempre".
Obviando que se trata de un hospital provincial, han comenzado los kirchneristas una especie de campaña para endilgar esa muerte al Presidente Javier Milei. Y de paso exculpar al gobernador Áxel Kilociclo (quien no puede resolver problemas que importan a los bonaerenses pero se preocupa por repetir su desatino demagógico respecto de Aerolíneas Argentinas).
Pero en rigor de verdad, la responsabilidad por esa muerte cabe atribuirla a quienes redactaron, promovieron y sancionaron en el año 2010 la Ley de Salud Mental. Es que esa norma ha sido producto de la militancia activa de grupos de izquierda, como Madres de Plaza de Mayo, con la finalidad de "desmanicomializar" con el propósito de, tal como dijera la madre de terroristas Hebe de Bonafini: "normalizar la locura". Es una ley que responde a la prédica populista de Laclau buscando generar conflictos al interior de la sociedad en lugar de solucionarlos o al menos mitigarlos, que es para lo que deben servir las leyes.
Normalizar la locura no es ni más ni menos que subvertir la racionalidad de las sociedades democráticas, desde la intimidad de lo familiar hasta lo público de la política, lo que en parte se ha logrado con la anteposición de la “autopercepción” por sobre la realidad objetiva, por ejemplo.
Normalizar la locura es socavar la cultura en detrimento del sentido común y del orden al que aspira el estilo de vida propuesto por la Constitución Nacional. Una sociedad desquiciada, es una sociedad débil. Lo cual describe la situación de la sociedad argentina tal como la dejó el kirchnerismo.
Con otra Ley de Salud Mental, el Dr. Vázquez posiblemente hubiera recibido la atención que requería, tal vez una internación. ¿Habrá sido esa la ayuda que le ofrecieron y no supo (o no pudo) aprovechar? Porque si su apreciación respecto a que "La salud mental está en quiebra" tiene mucho de certera realidad, es justamente por causa de esa infame Ley de Salud Mental que, por los problemas que genera, incluso hasta debe ser observada como una amenaza para la Seguridad Nacional.
El caso del Dr. Vázquez vuelve a decirnos que es necesario derogar esa nefasta ley marxista que en nombre de los derechos humanos desconoce los derechos humanos, para sancionar una nueva ley que en lugar de "normalizar la locura" le de contención y tratamiento.
Los kirchneristas y el resto de la izquierda, desde antes que se ahogara Santiago Maldonado andan buscando muertes que atribuir a gobiernos que ellos consideran "de Derecha". Otra demostración de la miseria moral que los caracteriza, porque hacer política con esas prácticas es absolutamente miserable. Y ellos lo son.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.