por Juan Carlos Neves
Contralmirante Retirado
Veterano de Guerra de Malvinas
Hoy, 17 de Mayo, día de la Armada, los marinos de todas las generaciones conmemoramos el triunfo del Almirante Brown que, en 1814, obtuvo la resonante victoria naval de Montevideo, determinante para la emancipación nacional.
Con pena comprobamos, año tras año, la poca repercusión mediática de tan fausta celebración y la indiferencia de las autoridades nacionales. Sabemos del afecto de la ciudadanía. Lo sentimos cada vez que nuestros buques salen de sus bases para amarrar en cualquier puerto argentino. Pero también sabemos que una pléyade de periodistas ideologizados solo hacen referencia a la Armada, y a las Fuerzas Armadas en general, cuando encuentran un resquicio para atacarlas y desprestigiarlas y que una gran banda de políticos pseudo progresistas se suman alegremente a esa nefasta actitud.
Mucho se ha hablado, por ejemplo, de las fallas y los errores que condujeron a la pérdida del Submarino ARA San Juan, pero aun nuestro gobierno no ha realizado un digno homenaje a los 44 tripulantes que perdieron sus vidas sirviendo a la patria en el mar. Pasaron ya más de 6 meses. Legalmente pueden ser declarados fallecidos. Todos sabemos que descansan en el fondo del mar. Marinas de todo el mundo les han rendido sentido homenaje. ¿Dónde están las banderas a media asta, los discursos sentidos, la exaltación de su sacrificio, la honra que merecen recibir en su fría tumba marítima mientras sus almas descansan en brazos del Señor? ¿Son más importantes los desvelos por la sanción de una adolescente que va sin ropa interior al colegio o la lesión de un jugador de futbol que la odisea de los 44 marinos que se hundieron con su nave en medio del mar argentino, ofreciendo nada menos que el sacrificio de sus vidas mientras patrullaban cuidando la soberanía nacional?
Los marinos de todas las generaciones sabemos de la ingratitud. Estuvimos defendiendo a la patria en el Beagle, participamos de la lucha contra la subversión que quiso hacer de la Argentina un satélite soviético y una sucursal cubana, entregamos 375 vidas y varios buques y aeronaves luchando en Malvinas y estuvimos, estamos y estaremos presentes cada vez que la patria requiera de nosotros.
Así será siempre porque somos herederos de la historia del Almirante Brown y nos forjamos en la pureza del mar bravío e indomable.
No pedimos dádivas ni felicitaciones. Apenas el respeto que la memoria de nuestros muertos y la dignidad de nuestras conductas se merecen. En el día de la Armada ¡Viva la patria!