Hay cuestiones de conducta que van más allá de las internas propias de un espacio político, por caso el Liberalismo. Una de ellas es el apego a ciertas reglas de caballerosidad que configuran un proceder leal. La lealtad es un valor que habla de uno mismo frente a los amigos y mucho más frente a los adversarios, o enemigos cuando los hay.
El 13 de Marzo en su cuenta de Facebook Carlos Maslatón publicó el siguiente comentario, con un remate por demás altanero:
"Usuarios Facebook que he bloqueado, aquí va el listado. Nunca fue por ideología ni por discrepancias políticas sino por distintas actitudes que tornan imposible la convivencia forística, por ejemplo: 1) Trabajar con identidad falsa; 2) Publicar siempre lo mismo para pudrir el foro y romper conversaciones; 3) Publicar en un foro reiteradamente y con intención cuestiones ajenas por completo a la conversación; 4) Copiar y pegar sistemáticamente textos kilométricos de otros para arruinar la navegación; 5) Considerarse el editor de la página y postear foros autónomos con el fin de tirar las conversaciones abajo para que se tornen ilegibles. Téngase presente."
En ese listado aparece mi nombre. El bloqueo en sí ni me va ni me viene, cada quien es dueño de administrar su muro de Facebook del modo que le venga en gana. Pero la razón por la que aparezco en Facebook como un socio más del distinguido club de los "bloqueados por Maslatón", no es ninguna de las que argumenta. Carlos Maslatón miente. Y como tenemos muchos contactos en común se me da la realísima de aclarar los tantos.
En el marco de mis iniciativas por reorganizar al liberalismo tuvimos varias reuniones en las que fue aflorando la compleja personalidad de Maslatón y que, en mi opinión lo tornan estéril para cualquier construcción política.
Siempre lo traté con la mayor consideración, por eso lo hice partícipe de varias iniciativas y en tal sentido lo propuse para "Canciller" cuando intenté reunir al liberalismo en un gabinete en las sombras cuyo Jefe sería Ricardo López Murphy. A tal fin acordamos un encuentro en el Bar del Plaza y tras mostrarse previamente interesado con la idea, una vez reunidos Ricardo López Murphy, Agustín Etchebarne, Pedro Benegas, Pedro Pablo Pusineri, Daniel Rybnik, Facundo Chidini, Yamil Santoro y Gonzalo Blousson la cañoneó al decir: "Bueno, Corbat, nos reuniste a todos pero esta idea tuya es inviable". Puse mi mejor cara de póker y en lugar de mandarlo a la mierda seguí trabajando por la unidad del liberalismo.
En otra ocasión, lo invité a integrar el panel de expositores en una de las jornadas de "LIBERALES DE LA DIÁSPORA AL MOVIMIENTO", me salió entonces con un planteo de prima donna diciendo que no iba a compartir panel con Ana Caprav, Marcos Hilding Ohlsson y Alberto Medina Mendez. porque: "dejate de joder no corresponden las mezclas que haces pero si no te das cuentas vos solo con 25 años de SIDE no puedo explicártelo yo aprende de politica real y despues hablamos te crees muy de derecha pero evidentemente sos un zurdito liberal chau loko, segui dandole maquina a la pelotudez".
"Zurdito liberal", me llamó... En fin. También le toleré ese desplante, porque la tolerancia es una virtud liberal. Pero hubo un tercer suceso que determinó el bloqueo por parte de Maslatón. Nos volvimos a encontrar en el Plaza Hotel, los dos solos esta vez, y conversamos sobre un posible armado político. Un exultante y eufórico Maslaton hizo alusión a que había que incorporar al diálogo al Partido Liberal de Corrientes y me pidió que organice una reunión con López Murphy. Hice las dos cosas, entablé contactos con los liberales de Corrientes, hoy en ELI, y organicé esa reunión. Ocurrió entonces que a la eufórica prima donna no le gustó que hubiera otros partícipes de la reunión porque los consideraba "enemigos del proyecto" y tuvimos un cruce de palabras por chat de Facebook que culminó así, el 09OCT13:
Maslatón: arma lo que quieras yo me dedico a otra cosa
Corbat: Para otra cosa proba con el kirchnerismo, que la bipolaridad encaja fenómeno
Maslatón: chau loko
Y me bloqueó. Esa es la historia, por ninguna de las razones que argumenta en su post.
No termina ahí la cosa. En el 23 de Enero de 2014, en el plenario liberal de Vicente López, la prima donna fue a sentarse en la mesa reservada a los expositores. Su ego lo llevó a creer que debía ser el centro de la reunión. Amablemente le indiqué que esos lugares estaban reservados y que debía sentarse en otro lado. Con la mejor onda se lo dije. Al rato me encara haciendo una escena a los gritos preguntando si yo era el "capanga" del lugar y que quien era para echarlo de la mesa. Ensayé modos amables de explicarle que el evento estaba organizado de esa forma y traté de contenerlo. Cada frase de buena manera que yo pronunciaba parecía exacerbarlo más. Al final me harté, y le dije de una que si no se comportaba lo iba a moler a golpes. Ahí entendió, se ubicó en una silla y tuvimos el encuentro liberal en paz.
Encuentro liberal de Vicente López, Carlos Maslatón sentado bajo la ventana, al costado de la mesa con los expositores. |
Luego de aquello publiqué en Facebook: "Las vedettes suelen ser adorables y hermosas para dar lucimiento al teatro de revistas; es decir en su lugar. Pero las vedettes en política suelen ser tipos desubicados. Ayer tuve un desagradable incidente con uno de ellos. Omitiré el nombre. Soy un 'indio' en el liberalismo, pero no tengo problemas en recortarle las plumas a cualquier 'cacique de la nada'."
Que se jacte de haberme bloqueado, y mintiendo sobre las razones, es la gota que va más allá de mi tolerancia. Tipos como Carlos Maslatón son políticamente estériles, su narcisismo y afán de figuración lo tornan un crónico boicoteador de cualquier proyecto organizativo.
Cuento esto para que nadie se sorprenda si lo incluyen en un armado y lo cañonea desde adentro.
Maslatón, conmigo no. Tenelo bien presente.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López