"Las inversiones no llegaron porque Argentina no tiene credibilidad"
Francis Fukuyama
Argentina durante el kirchnerismo se aferró a la mentira creyendo que podía quedarse a vivir en ella. Ahora es como un drogón al que se le cortó el lago viaje y descubre que la realidad empeoró mientras flasheaba.
Promete entonces que hará las cosas bien, pero la abstinencia la hace temblar y sudar mientras busca algo que picarse. Cualquier excusa le sirve para recaer. Tras cada agachada, jura y perjura que ya entendió, que ya salió. Como todo drogón, miente, miente y nadie le cree.
La fantasía siempre es más agradable que la realidad, un sueño blando y relajado, y el drogón no tiene voluntad para otra cosa que no sea echar la culpa de sus males a los demás, por eso vuelve a recaer, cada vez más hondo.
A la Argentina, como a cualquier drogón, nadie le va a creer hasta que pasado un largo período de abstinencia pueda ser capaz de presentarse pulcramente, mirar a los ojos y sin temblar ni sudar decir: "soy un adicto en recuperación, dejé de mentirme y de endeudarme, practico la austeridad, ya no gasto lo que no tengo".
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López