domingo, 8 de junio de 2025

AY, CRISTINA... TU ARGUMENTO ES UNA FALACIA DESESPERADA (CARTA ABIERTA)



Dando rienda suelta a la manía por victimizarse, característica del kirchnerismo que anteponiendo mentira a verdad hizo grandes negociados de fabricar "víctimas", Cristina Fernández en su rol de Presidente del Partido Justicialista y ante lo que se perfila como la inminente confirmación en la Corte Suprema de Justicia de la Nación de su condena por defraudación al Estado, juega la carta de la proscripción diciendo: "Si estoy tan acabada, ¿por qué no me dejan competir y me derrotan políticamente?".

Ante ello dan ganas de escribirle una carta abierta, que si fuera el caso diría lo siguiente:


A CRISTINA  ELISABET FERNÁNDEZ DE KIRCHNER: 

Ay, Cristina, el argumento de tu proscripción no es para Harvard ni para La Matanza, hasta tus más obsecuentes perros falderos como el "pelotudo" Parrilli saben que es una falacia.

La falacia consiste en suponer que una delincuente condenada a perpetuidad para ejercer cargos públicos puede clasificar como candidata a un cargo electivo. 

No es porque estés liquidada, que en términos políticos todavía no lo estás (lamentablemente), sino porque en caso que la CSJN dictamine lo que corresponde, y ojalá así sea, tu deshonestidad ya no podrá ser disimulada en la posibilidad de un fallo que anule las condenas ratificadas. 

Sos una delincuente. Obtuviste ese título con una certeza que no ofrece tu supuesto título de abogada y los delincuentes no son dignos de ejercer ningún cargo público. No es por lo tanto ninguna proscripción política la que se avecina, sino el cumplimiento de una condena judicial que te impedirá, eventualmente, clasificar como postulante a cargos electivos. 

No clasificás porque no das los requisitos mínimos. ¡Y mirá Cristina que a nuestros políticos no les pedimos casi ningún requisito mínimo! Ni ficha limpia, ni ficha sucia, cualquier mamarracho puede clasificar. Pero vos te pasaste de rosca por esa sensación de impunidad que da el poder y creerse con derecho a conservarlo eternamente.

Ya bastante vergüenza fue soportarte como Vicepresidente estando condenada por defraudación al Estado. Absurdo que alguien que por sus antecedentes penales no podía ser cajera de banco ni legítima usuaria de armas de fuego, estuviera en situación de poder quedar a cargo de la Presidencia de la Nación para ser jefe de la administración del país y de las Fuerzas Armadas. Ni Costa Pobre, con la dictadura del Yeneral González, fue un país tan bananero; y encima sin bananas.

El kirchnerismo, como fase final de la infiltración castrista al Movimiento Peronista, tiene por logro haber caducado al peronismo. Hace años que el peronismo dejó de existir, acaso, hermosa palabra la palabra acaso, desde que allá por 2005 bajo la presidencia de Néstor Kirchner el entonces ministro del Interior Aníbal Fernández dijo aquella frase tan simbólica del ocaso peronista: "se pueden meter la marcha (peronista) en el culo".

Ni la liturgia quedó del peronismo cuando creyeron que retendrían el poder por siempre y dejó de servirles como disfraz. Risible hoy que empujados por la necesidad de volver a camuflarse, los kirchneristas se digan peronistas. Incluyendo a Kicillof, ese comunista que llegó a citar una frase de Perón atribuyéndola a "alguien" que no pudo precisar. 

En tu figura, Cristina, se corporiza la idea del Partido Justicialista reducido a mera fachada de una asociación ilícita. Un partido político completamente alejado ya de la complejidad histórica del peronismo para simplificar su identidad como partido de los corruptos por y para la corrupción. 

Ay, Cristina... tu argumento es una falacia desesperada. 

Los que vemos con dolor que este ingrato país encarcele a Héroes de Guerra por haber defendido a la Nación Argentina, los que denunciamos la existencia de un Poder Judicial corrupto cómplice del prevaricato sistematizado que organizó el kichnerismo, no hablaremos de Justicia por tu condena, porque aunque sea justo que una corrupta como vos resulte condenada, en Argentina no hay Justicia. 

No. No hablaremos de Justicia porque no vamos a dejar que tu condena oculte las miserias del Poder Judicial devenido Poder Prevaricador. Y que ustedes corrompieron al extremo. Pero que el mismo Poder Judicial funcional al proyecto totalitario de corrupción estructural del régimen kirchnerista no haya podido disimular tu responsabilidad criminal en la estafa al pueblo, al punto de no tener más remedio que condenarte, no sólo habla de la magnitud inocultable de tus delitos, es también una mínima gratificación que no por mínima dejaremos de disfrutar. 

Sos una delincuente y como chorra vas a pasar a la historia. 

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.



¿Qué es la Derecha?

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La Derecha, soy yo.

Ariel Corbat

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