El martes 25 de Abril de 2023 tuvo lugar una protesta cívica cumplida por apenas tres ciudadanos, manifestando frente a la Quinta de Olivos que el gobierno está muerto y es necesario que, renuncias mediante, se reúna la Asamblea Legislativa para designar un presidente de transición y anticipar elecciones.
Esta es la crónica de esa protesta mínima.
No voy a narrar la crisis terminal de la seudo presidencia de Alberto de la Fernández porque se cuenta sola y como comedia de humor negro, con el broche final de su pomposo renunciamiento a una reelección presidencial enteramente ficticia. Voy a contar en cambio la cronología de mi hartazgo en su etapa más reciente.
Es parte de un hartazgo largo denunciando hace años que el daño institucional, la degradación cultural y la miseria material, moral e intelectual que genera el kirchnerismo atenta contra la voluntad de ser y prevalecer de la Nación Argentina. Por eso, apenas iniciado el lunes 24 de Abril escribí:
"Amo a mi Patria.
Duele verla agonizar y pensar que quizá estemos cerca del momento en que debamos cerrar sus ojos.
Entonces su mirada final será nuestro castigo por no haber sabido defenderla".
Ese mismo día, en el que la cotización del peso se desplomaba frente al dólar, Alberto de la Fernández realizó declaraciones más que irritantes en una entrevista radial con Mex Urtizberea. Se confirmó en sus dichos que está alejado de la realidad, que miente y que como toda la casta política está obsesionado con atacar a Javier Milei.
"Tengo que concentrar mi esfuerzo en solucionar los problemas de los argentinos", decía nuestro Nerón sin lira con el helicóptero presidencial en espera. Como si la evidencia del embrutecimiento, alza del dólar, inflación, inseguridad e indefensión, todo el combo de la deKadencia en constante aumento, pudieran dejar entrever que en los meses que van de aquí a Diciembre vaya a solucionar alguna cosa otra cosa que no sea donde mudarse al dejar Olivos. "Mi preocupación es que no vuelva a gobernar la Derecha", repitió al resplandor de su presidencia incendiada.
Quedaba claro entonces que el ministro Sergio Massa agotó su margen de maniobra, porque Alberto de la Fernández no genera confianza ni en que pueda seguir haciendo de presidente por una hora más. Se va en cualquier momento y todos lo sabemos. Si no se va es solamente porque Cristina Fernández no quiere quedar expuesta ni hacerse cargo del fracaso de su tercera presidencia.
Y el fracaso de esta tercera presidencia de Cristina Fernández, queda patente en esta declaración de su títere ante Mex Urtizberea: "Creo haber sido el Gobierno que más distribuyó el ingreso en la Argentina. En los últimos 10 años la inversión social era del 0,4% del PBI, hoy es 1,1%, ¿sabes cómo se llama? Distribución del ingreso". Completamente desquiciado, Alberto de la Fernández celebra la pobreza generada por su seudo gobierno...
Hay que decirlo con todas las letras, el muy indigno está pidiendo a gritos un voleo en el tujes. Por lo que otra vez repito: cualquier otra generación de argentinos no hubiera tolerado a un gobierno como este.
Así que a las 19:00 hs desde mi indignación yo preguntaba en Twitter: "¿Por qué no hay ningún dirigente político llamando a protestar hoy mismo en Plaza de Mayo y Quinta de Olivos hasta que renuncie?".
La mayor parte del tiempo no me siento representado por ningún político, y ese silencio de inactividad frente a la urgencia de evitar mayores males sacudía mi conciencia.
Así que quince minutos luego, acaso intentando contener las exigencias ce mi conciencia cívica, escribí: "La única razón por la que no voy ahora mismo a la Quinta de Olivos a protestar y pedir la renuncia de Alberto de la Fernández es porque si otra vez me encuentro solo en la calle protestando contra el gobierno voy a terminar con más bronca de la que ya tengo".
Es que en pandemia he protestado saliendo a la calle en completa soledad. Y pocas veces he sentido tanta bronca como ante esa cobardía social que avaló el dejar sin efecto la Constitución Nacional.
Y como la cobardía es traidora, lo que realmente asusta de esta pasividad cívica ante un gobierno muerto, es que se van a acordar de reaccionar recién al primer traspié del próximo gobierno...
Por lo que el 25 de Abril insistía en preguntar:
"¿Dónde están los que ejercen liderazgos políticos que no llaman a protestar en las calles?
¿Vamos a seguir así hasta Diciembre?".
Y nada. No estaban, andan todos por ahí tratando de cuidar al kirchnerismo para que llegue al 10 de Diciembre. Cualquiera diría que están deseosos de sucederles en el gobierno para recibir en las manos el mismo estallido que postergan ahora. Como si no fueran luego los kirchneristas a decir que entregaron la calesita funcionando y los que vinieron la chocaron.
Porque hay que tener claro que la gobernabilidad del próximo gobierno se va a ver muy complicada si la crisis no le estalla a este.
Así las cosas mi conciencia se impuso. Decidí que iba a protestar frente a la Quinta de Olivos a partir de las 17:00 hs, y que lo haría aunque estuviera solo.
"Hoy a las 17:00 hs voy a la Quinta de Olivos a protestar contra este gobierno que sigue destruyendo la Nación Argentina y reclamar renuncien, Asamblea Legislativa y anticipar elecciones.
Quien quiera acompañar se agradece, y si estoy solo estaré tranquilo con mi conciencia".
Para mayor determinación, se conoció entonces un vergonzoso comunicado de Juntos por el Cambio declarando que "Estamos muy preocupados por la fragilidad económica de la Argentina, la situación del gobierno la falta de apego a la realidad por parte del presidente". Hasta ahí todo bien, el problema es que luego de manifestar esa "preocupación", que obviamente amerita urgencia, lo que deciden es una reunión de equipos técnicos para el 2 de Mayo...
O sea, de tan preocupados que están se van a reunir recién el 2 de Mayo... No hoy, no mañana, sino la semana que viene.
A más de la tibieza pusilánime de siempre la explicación para la espera absurda es que no tienen ningún plan. Una total vergüenza el comunicado de Juntos por el Cargo. Básicamente están reconociendo que no son idóneos para hacerse cargo del gobierno, pero que se van a reunir la semana que viene ¡¿?! para ver si se les cae alguna idea...
Siempre, a pesar de conocerlos, quiero creer que los cambiemitas van a hacer algo en algún momento para enfrentar al kirchnerismo y recuperar la República .
Siempre, soy así de iluso.
Y después aparece algo como ese comunicado infame en el que se abren de gambas por una semana.
Califico de "infame" al comunicado porque esta crisis de gobierno muerto era previsible, muy previsible, pero no la pudo evitar el propio régimen kirchnerista por su esquizofrenia galopante, ni supo prepararse la oposición cambiemita para actuar con la urgencia del caso.
Esa falta de previsión y consiguiente falta de acción no es aceptable en la fuerza política de oposición con mayor presencia parlamentaria.
Y así es como crece la candidatura presidencial de Javier Milei, quien ha sabido receptar el voto bronca y reconvertirlo en propuestas que hoy centralizan la discusión política.
La cuestión del dólar es más que elocuente para explicar el punto.
Alberto de la Fernández decía hace algunos años que un dólar a 60 estaba bien.
Se va a ir dejando un dólar a ¿600?
Es el mismo fulano que declaró la guerra contra la inflación, el que dejó sin efecto la Constitución en la pandemia y el de la fiesta en Olivos.
Milei propone dolarizar, y todo el arco político salta en defensa del papel pintado al que llamamos Peso. Hasta José Luis Espert, devenido cambiemita, se pasea con su billete de "Peso Libre" que recuerda al Austral de Alfonsín. Todos salen al unísono contra la dolarización. María Eugenia Vidal, la invotable que convalidó la mentira de los 30.000 desaparecidos, con la misma estupidez argumental del kirchnerismo repite que una jubilación pagada en dólares sería menor a una pagada en pesos, y lo dice el mismo día que el dólar acaricia los 500 pesos, mientras inquilinos se preparan para afrontar en Mayo un aumento brutal de los alquileres, más la inflación y todo el combo de no tener moneda confiable.
No hay propuestas en la política argentina más que las que Javier Milei pone sobre la mesa. Y en este contexto, al reconocer Milei que aceptó una propuesta de dolarización mejor a la suya, cayó a pedazos la línea discursiva de kirchneristas y cambiemitas que, con la resonancia periodística de entrevistadores que más que preguntar interrumpen (léase Majul), lo presentaban como un loco obcecado y autoritario, incapaz de escuchar al otro.
Como yo lo veo, Milei propone, escucha y trabaja para mejorar sus propuestas, mientras del otro lado la nada kirchnerista y el plan secreto de Larreta...
Después de invitar por las redes, sin olvidar que mi capacidad de convocatoria es inexistente, a las 17:00 hs me hice presente frente a la Quinta de Olivos. Inés y yo. Juntos contra el mundo, otra vez.
Al rato se sumó Pablo Echezuri que como tantos otros leyó de la convocatoria en Twitter.
Pero el pico más alto de la convocatoria no se agotó en los tres quijotes. No. Porque también llegó la policía a interesarse por nuestra presencia en el lugar. Nos lo tomamos con humor. Tengo la mejor onda con los policías, así que bromeamos sobre lo masivo de mi convocatoria y que en un rato empezábamos a los piedrazos.
Unos bocinazos parecieron indicar la adhesión de los automovilistas, pero nos alegramos en vano: no fueron otra cosa que la consecuencia de alguna mala maniobra. Atardeció en Olivos. Un atardecer que en cierto punto parecía demostrar que Gabriela Cerruti tiene razón: no se ve en la calle la imagen de un país en crisis. Todo el mundo parece estar muy a gusto con que las cosas sigan así. Y hasta la poli se fue...
Cuando decidimos desconcentrar descubrí que yo estaba equivocado, porque suponía que una protesta mínima, tal como se dio, me dejaría más bronca de la que ya tenía, pero no. Muy por el contrario el efecto catarsis fue benéfico, porque palabra cumplida es conciencia tranquila.
Varias conclusiones me quedan de haber protestado de manera meramente testimonial en la Quinta de Olivos.
1.- La tranquilidad de conciencia cuando se obra conforme a convicciones inmuniza frente a la opinión de los otros.
2.- Confirmar lo sabido en la fuerza de la abulia cívica que impera.
3.- Si rompemos la abulia se caen al toque. Gobierno muerto.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.