Tanto se insiste por estos pagos con la necesidad de la memoria, que viene bien recordar que el Muro de Berlín fue alzado por los comunistas para impedir a los alemanes del este la opción de la Libertad. Desde luego unos cuantos bloques de cemento no pudieron apagar el deseo de ser libres. Cavaron túneles y diseñaron mil planes para ir en busca de la felicidad, aún al precio de la vida.
Por supuesto que nunca el muro fue saltado de oeste a este, nadie necesitó escapar del capitalismo al comunismo, eso es algo que escupirle en la cara a los que todavía insisten con someter a los pueblos a tiranías socialistas.
Al sentimiento de dignidad que confiere la sola búsqueda de la Libertad no lo amedrentan los muros, los alambres de púas, las ametralladoras, los perros guardianes, ni ninguna reprimenda posible en el caso de fallar. Ocurre igual con los balseros cubanos, arriesgándose a flotar precariamente en un mar infestado de tiburones: la vida merece ser vivida, y eso es en Libertad.
En honor a todos los que han buscado ser libres burlando la opresión comunista, canto mientras escribo los inmortales versos de Don Vicente López y Planes:
Oid ¡mortales! el grito sagrado:
¡Libertad, libertad, libertad!
Oid el ruido de rotas cadenas:
Ved en trono a la noble Igualdad.
El problema con los marxistas es que no entendieron a Groucho.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López