El día de la lealtad en el peronismo es una mezcla de expresión de deseos y chiste de humor negro, en el que cada quien se elige el Perón que mejor le cuadra de momento.
Desde el bronce que algunos le negaron y tras el cambalache de la década robada, el General de los brazos abiertos y sonrisa socarrona mira con sorna piadosa a tanto aturdido -una fauna que va de la boina blanca al bombo de murga entre camuflados de zurda- y parece decir: "no es que sean traidores, son de lealtades sucesivas".
Mis respetuosos saludos a los peronistas que nunca estuvieron en contra de Perón.
La historia no se descuelga, se asume.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López
PD: Adjunto enlace a un artículo del blog, previamente publicado en la revista Consensos, que completa este comentario: