Participé de la marcha del 13 de Setiembre de 2012 frente a la Quinta Presidencial de Olivos, compartiendo la calle junto con miles de ciudadanos para manifestarnos en defensa de los principios republicanos y la Constitución Nacional.
Claramente, la convocatoria generada en las redes sociales superó cualquier previsión. Me sorprendí por la dimensión de la protesta y el alcance nacional de la misma. Y no fue como dijo el Director de la Biblioteca Nacional Horacio González un "reclamo difuso" el convocante de las multitudes ciudadanas; la principal consigna fue decirle NO a cualquier intento de reformar la Constitución.
Más aún, si bien el mensaje iba dirigido a la Presidente Cristina Fernández de Kirchner no es ella la principal destinataria del reclamo popular. Dirigirse a ella fue un medio para hacer llegar el clamor de ciudadanía a los líderes de las distintas fuerzas opositoras, para que tengan la lucidez de acordar el compromiso institucional de impedir cualquier intento de reforma constitucional.
La indómita Vicente López, a la par de las principales ciudades del país, salió a decir que ningún Presidente es más que un mero inquilino de la Quinta de Olivos. Y que así debe seguir siendo.
Ciudadanos argentinos, orgullosos de ser tales, no queremos la degradación política de Venezuela, allí donde un demagogo egocéntrico amenaza al pueblo con una guerra civil si los venezolanos tuvieran el valor de votar a Capriles. No queremos acercarnos al modelo bolivariano que es la antesala de la dictadura cubana. Amamos nuestra Libertad, amparada por la Constitución Nacional, y la defenderemos siempre, por nosotros y para nuestra posteridad.
En esta marcha donde todos los manifestantes llegaron por sus propios medios, sin arreo de prebendas, sin encapuchados, sin palos, sin violencia; había en los ojos de cada persona una alegría inmensa por saber que estábamos defendiendo la civilización frente a la barbarie, la democracia frente a la demagogia, la república frente al totalitarismo, el futuro frente al pasado de rencores en el que quieren estancarnos.
Hace un tiempo, el 13 de Junio, escribí "Clamor de ciudadanía", al fin lo viví en la calle. Las cosas empiezan a cambiar, y para bien.
CLAMOR DE CIUDADANÍA
Argentina…
¿Un país con buena gente?
Sí, seguramente,
Pero estamos rodeados
por otra gente.
Gente de mierda,
que enluta esta tierra
de uno y mil modos,
por algo, o por nada,
acaso, tal vez por todo…
República es otra cosa,
y no acostumbrarse al miedo
porque a la vuelta de la esquina
cualquiera te asesina.
Ni a las sanatas vacías
fortaleciendo mentiras.
Ni a escuchar día tras día
el llanto impotente
de personas decentes.
Hoy deben ser redimidas
esas palabras prohibidas,
aquellas que nombran
lo necesario y urgente,
las que al nuevo paradigma
lo desnudan de farsa
en su odio de serpiente.
Repite tu clamor, Ciudadanía,
alzando fuerte la voz:
¡Libertad, Dignidad, Seguridad!
Que los derechos y garantías
vuelvan a ser el manto
de los que ganan su pan
con el sudor de la frente,
y saber que es Argentina
un país con buena gente.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.
Estado Libre Asociado de Vicente López