miércoles, 25 de noviembre de 2020

FABIOLA YAÑEZ: ABANDERADA DEL POPULISMO DE LA MISERIA



La otrora República Argentina hoy es simplemente Argentina, porque la República ha caído. 

Para que eso haya ocurrido, fue necesario un largo y orwelliano proceso de alienación que entró con el kirchnerismo en su fase más dura. La desmemoria colectiva y al adoctrinamiento desde el uso faccioso de los recursos del Estado, hizo perder racionalidad a la población y convirtió a la que debía ser "clase dirigente" en casta política.

La alienación de la Argentina es ya tan evidente como en Venezuela. Se exhibe todos los días en las tapas de los diarios, en los absurdos de la agenda política y en el desmoronamiento institucional que representa la derogación de facto de la Constitución Nacional por el golpe de Estado del 19 de Marzo de 2020 dado por el gobierno kirchnerista. 

Porque es tan "Golpe de Estado" destituir por mera fuerza a un gobierno legítimo, como que un gobierno surgido legítimamente cambie arbitrariamente las reglas de juego: El 19 de Marzo del 2020 el kirchnerismo dio un golpe de Estado en la Argentina. Y lo seguiré diciendo, aunque todos callen.

Subsiste, desde luego, un segmento minoritario de la población que conserva algo de racionalidad; pero incluso en ese sector la subversión cultural ha logrado instalar dos ideas que fomentan la pasividad a fin de ganar tiempo para la profundización del proyecto totalitario. 

Esas dos ideas suelen enunciarse así: 

La crisis económica en algún punto obligará al gobierno a tomar medidas racionales. 


No se puede hacer populismo sin plata.

Son dos ideas tan falsas como peligrosas. 

A la primera la desmiente la realidad de Venezuela. Allí la crísis económica estalla a diario sin que obligue al sátrapa castrista Nicolás Maduro a tomar ninguna medida racional. La irracionalidad no sabe de límites.

Ocurre que siendo la lógica comunista que la economía sea absorbida por el Estado, el sentido común que es la lógica del capitalismo no aplica en ningún momento. Por ende, cuando (por ejemplo) los controles de precios fallan, la respuesta no es eliminar esos controles, sino volverlos más duros. 

Así es como Alberto de la Fernández amenaza con aplicar la Ley de Abastecimientos a las empresas que producen materiales para la construcción.

A la segunda la desmiente George Orwell en sus dos más conocidas novelas: "Rebelión en la granja" y "1984". En ellas expone claramente que la fuerza de los relatos impuestos por procesos de desmemoria y adoctrinamiento colectivo puede alterar la percepción de la realidad a extremos de tolerar miseria y opresión revistiéndola de un carácter épico. 

Lo que Orwell explica, es que hay otra creencia equivocada según la cual se supone que todo gobierno quiere y/o le conviene el bienestar del pueblo que gobierna para conservar su poder, cuando en realidad los gobiernos totalitarios sacan provecho y se fortalecen sobre la miseria de sus pueblos, porque en la miseria la capacidad corruptora de administrar las más pequeñas dádivas o prebendas es enorme. 

Otra vez, ahí está Venezuela con la espantosa miseria de su población y la imbecilidad rimbombante en los discursos de Maduro, para entender que el relato populista, que al principio dilapida recursos, una vez afianzado, cuando las conciencias ya han sido doblegadas, no necesita dinero para sostenerse.


Y también está la demostración argentina en la figura de Fabiola Yañez, quien hace las veces de Primera Dama acompañando a quien hace las veces de Presidente de la Nación, en la tercera presidencia de Cristina Fernández. 


Su visita al Chaco para "posibilitar" la perforación de un pozo de agua en el Paraje Pampa Cejas, revela que se empieza haciendo populismo con dinero, repartido a través de jubilaciones, subsidios, curros de derechos humanos y otras variantes de la misma "generosidad" con los fondos del Estado, pero se puede continuar con unos pocos bidones de lavandina. Ello sin importar  que se gaste mucho más que lo invertido en el pozo de agua en la sola logística de movilizarse en avión y helicóptero. 


Y por supuesto sin ningún decoro o noción de dignidad, como lo exhibe (propagando una horrible sensación de "vergüenza que por desgracia no es ajena") la extravagancia ridícula de la que acaso, hermosa palabra la palabra "acaso", sea la sesión de fotos más bochornosa de la historia política argentina presentando a Fabiola Yañez como la abanderada del populismo de la miseria. Una mala caricatura de Eva Perón que recuerda aquello de las repeticiones farsescas de la historia.


Las dos falsas ideas tratadas en este artículo son peligrosas porque tienden a poner en espera la reacción cívica, esperando que la mera evolución del tiempo detone una situación que despierte la conciencia social para el rescate de la República caída. Y eso no va a ocurrir. La pasividad no hace otra cosa más que afianzar a un gobierno empeñado en hundir al país en la miseria material y moral: El kirchnerismo es un crimen de lesa patria.

"Nosotros no somos cubanos", se decían los venezolanos. 

"Nosotros no somos venezolanos", se decían los argentinos. 

El tiempo por sí no trae soluciones. Sacar a la Argentina de la huella venezolana exige organización política para confrontar al gobierno y la decisión de derrotar al totalitarismo sin dar un paso atrás. 


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.
Estado Libre Asociado de Vicente López

¿Qué es la Derecha?

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Ariel Corbat

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