martes, 28 de enero de 2025

TODO TIENE QUE VER CON TODO AUNQUE NO TENGA NADA QUE VER.




Vivimos uno de esos peculiares momentos de la historia donde todo tiene que ver con todo aunque no tenga nada que ver. La complejidad del presente hace que sea insuficiente ver una por una las fotos de la realidad, hay que mostrarlas juntas e incluso desordenadas, para que se entienda el troquelado del rompecabezas.

La Presidencia de Javier Milei es sin dudas el fenómeno político más disruptivo desde el surgimiento del peronismo. Lo que está ocurriendo es un proceso signado por la esperanza de reconfigurar por Derecha el poder político frente a lo que parecía el dominio definitivo del Socialismo del S.XXI a través del régimen kirchnerista. 

Más allá de cualquier crítica que el gobierno de Milei merezca, sería necio negar que el oficialismo representa para liberales, conservadores, nacionalistas y otros espacios republicanos que adhieren a las ideas de la Libertad, el alivio y esperanza del fin del ahogo impuesto por el largo y ominoso predominio cultural de la izquierda.

No hace mucho decir "no son 30.000" era quedar aislado. No hace mucho decir "acá hubo guerra y no genocidio" era quedar aislado. No hace mucho reivindicar al Presidente Julio Argentino Roca era quedar aislado. No hace mucho decir que el Estado no debía meterse en todo era quedarse aislado. Porque hasta no hace mucho decir cualquier verdad que contrariara el relato impuesto era literalmente traspasar las líneas enemigas. 

El fenómeno Milei surgió como producto de muchas resistencias individuales y mayormente aisladas, a las que -como una gentil devolución- les brindó la oportunidad de amalgamarse. Simplemente por eso el kirchnerismo perdió buena parte del poder. Ahora bien, no basta con haber quitado al kirchnerismo del gobierno nacional, hay que sacarlo de la Provincia de Buenos Aires, de cada gobernación, de cada municipio y de cada rincón del Estado.

Esa amalgama de voluntad derechista merece ser cuidada por el oficialismo amplio, que incluye tanto a quienes integran el gobierno como a quienes no formamos parte del gobierno, porque si las diferencias nos fracturan ahora esta suerte de "primavera derechista" va a terminar en un reverdecer progresista para un rojo atardecer comunista.

Lo peor que puede hacerse desde este oficialismo amplio es suponer que el éxito ya llegó subestimando la capacidad de daño de la izquierda (incluyendo al kirchnerismo) y sus idiotas útiles que son los progres. Porque sería torpe creer que los amarillos y otros reciclados que a saltos de garrocha caen ahora en La Libertad Avanza no van a volver a ser progres si el poder amaga irse para otro lado.

Y pregunto: ¿Cree alguien que si este gobierno fracasa habrá otra chance de evitar gobiernos de izquierda? Yo estoy convencido que no, porque el fenómeno Milei salió a flote desde el país ahogado que puso pie en el fondo del río donde -de casualidad- había una piedra en vez de barro y pudo impulsarse a la superficie. Suena dramático, sí, pero no lo es. La estupidez es amnésica y no conviene olvidar, y mucho menos tan pronto, que en Argentina el kirchnerismo puso de Presidente a Alberto de la Fernández un tipo tan, pero tan decadente que afirmaba que todo quien reivindica a Roca es "un pelotudo". Tuvimos eso de presidente y se llevó puesta la Constitución Nacional con el golpe de Estado del 19MAR20 que dio lugar a la infeKtadura.

"Todo tiene que ver con todo", era la muletilla que repetía Pancho Ibáñez en su programa de TV "La aventura del hombre". Y con esa consigna conviene observar ahora algunos movimientos de la siniestra.


Si fuera por la izquierda la Patagonia sería chilena, porque tanto cuestionan a Rosas como a Roca por haber avanzado sobre el desierto.

Si fuera por la izquierda Formosa, Chaco, Misiones y Corrientes serían paraguayas, porque repudian que el gobierno del Presidente Bartolomé Mitre haya respondido a la ocupación de Corrientes por el tirano Solano López y declarado la guerra a la que marchó exultante de patriotismo la juventud que pasaría a la historia como la Generación del 80. La gloriosa Generación del 80.

Si fuera por la izquierda Tucumán sería cubana, porque todavía hoy reivindican al ERP y demás terroristas castristas que atacaron a la Nación Argentina.

O sea: si fuera por la izquierda Argentina sería desguazada hasta ser borrada de la historia.

Por eso resulta tragicómico leer la contratapa de Página/12 del 25 de Enero, en la que Sandra Russo regala otra de sus inconsistencias intelectuales al cuestionar la Campaña al Desierto con estos dos párrafos ilustrativos de los objetivos de la izquierda:

"La campaña nunca fue en el desierto. El territorio patagónico no estaba desierto. Fueron con la idea en la cabeza y la certeza de su poder de fuego: iban a dejar desierto lo que no lo estaba, porque no concebían que la naciente Nación no incorporara esa región de maravilla y riquezas espléndidas. Que los detuviera la indiada maldita, delincuente y mal entretenida era indigno, por eso en un solo paso se hicieron oligarcas  y clase dominante. 

Es la misma estructura. Siempre. Esa vez fue la indiada, que no podía ser otra cosa que maldita y promiscua. La indiada era zurda, podríamos decir ahora. O palestina. O mujer. O discapacitado. O inmigrante. O gitana. O bruja. O cristiana. O marrón. O LGTBQI."

Obsérvese como se pretende que todo tiene que ver con todo aunque no tenga nada que ver. Para entender semejante mezcolanza que hace Russo es preciso comprender que a la izquierda se le fueron cayendo todas las banderas que intentó levantar desde que (tirando abajo el Muro de Berlín para escapar del "paraíso socialista") el proletariado abrazó el confort capitalista y dejó de existir como posible sujeto revolucionario marxista. Entonces la intelligentzia del comunismo en retirada pergeñó crear o exacerbar otros conflictos para trasladar la mística revolucionaria a nuevos sujetos revolucionarios. Así es como, entre tantos conflictos artificiales, el trapo rojo se tiñó de arcoíris para golpear a la democracia desde una victimización ridícula. 

Notoriamente aparateado por la izquierda y cantando que el gobierno de Milei es una dictadura, el lobby del cuarto de abecedario se moviliza a la calle pretendiendo instalar que se le restan derechos cuando la afirmación del principio constitucional de la igualdad ante la ley lejos de restar derechos los clarifica como tales al evitar que privilegios irracionales distorsionen su significado. La mezcolanza que escribe Russo es la misma que exhibe el accionar de la izquierda, fabricando postales ridículas como la de travestis que enarbolan banderas palestinas... Es sólo otra parodia más.

La torpeza de Russo deja claro y expuesto que según la izquierda la Patagonia no debe ser argentina. El indigenismo aparateado por la izquierda y financiado vía Venezuela por orden de La Habana, es la idea de secesionar el sur de la Argentina y Chile para crear una "nación mapuche", algo que hace años proponía desde el mismo diario creado por Jorge Lanata con dineros sucios del ERP el escritor apátrida Osvaldo Bayer.

Odian a Roca por engrandecer a la Nación Argentina. Y es que lo que en verdad odian es a la Nación Argentina.

Es curioso que los mismos que defienden la idea de una "Nación Mapuche", que implica desconocer la soberanía argentina sobre buena parte de nuestro territorio, vayan el 5 de Febrero a repetir su parodia nacionalista en otra marcha a Lago Escondido denunciando la "usurpación" de Lewis. Desde ATE con el parasitario Rodolfo Aguiar, el cultivador de perejiles Juan Grabois y la fundación del asesino montonero traidor a la Armada y la Patria Julio César Urien,  se moviliza la parodia.

Parodia, otro engaño de subversivos traidores a la Patria, porque Lewis a diferencia de los secesionistas mapuches no desconoce la soberanía argentina ni niega la existencia del Derecho Argentino, conforme al cual defiende su propiedad ante los tribunales cada vez que surge un pleito. Puede no gustar que un gringo se propietario de grandes extensiones de tierra, pero no hay nada ahí que ponga en riesgo la integridad territorial.

Tan parodia es la movilización que hace la izquierda, que Lewis ni se entera, porque esos mapuchistas pretenden ir por el camino del Tacuifí, que atraviesa unos once campos privados que no son propiedad del inglés. Y son esos vecinos los que defendiendo sus propiedades en años pasados los han debido correr a rebencazos, porque, como bien les advirtieron y ya lo saben: CON EL FOYEL NO SE JODE


Y en esta como en todas las demás cuestiones, los vecinos no tendrán que volver a defenderse por mano propia si los funcionarios provinciales y nacionales obran preventivamente disponiendo los recursos suficientes para garantizar los derechos constitucionales de los honestos y reprimir cualquier agresión izquierdista.

Indigenismo, sexismo, cualquier ismo le viene bien a la izquierda y también el del terrorismo. Para la izquierda, que entre otros absurdos considera un demócrata al sátrapa castrista Nicolás Maduro, Israel estaba perpetrando un genocidio porque su respuesta  al ataque de Hamas fue brutal y masiva. Pero ocurre que no siempre se puede combatir al terrorismo que se esconde entre una población del modo quirúrgico en que lo hicicmos los argentinos.

Sin embargo la izquierda que condena la respuesta israelí que causó cerca de 47.000 muertos en poco más de un año, también condena la respuesta argentina, que causó algo más de 6.000 bajas a las organizaciones del terrorismo castrista a lo largo de una década. La conclusión es simple: la izquierda estará siempre del lado de los terroristas que atentan contra las democracias y acusando falsamente de genocidas a quienes los combaten.

Y así, frente al 50° aniversario del Operativo Independencia, ordenado en democracia por la Presidente constitucional Isabel Perón para poner fin al terrorismo castrista que pretendía hacer de Tucumán una "zona liberada", la izquierda realizará como hace años distintos actos lamentando la derrota. El 5 de febrero harán un acto en la “Escuelita de Famaillá”, donde 12 efectivos del Ejército Argentino resistieron el ataque de más de un centenar de terroristas del ERP, el 7 otro en Tafí Viejo, el 8 en Santa Lucía, y el 17 de febrero un último acto en la puerta del Tribunal Oral Federal (TOF), donde se llevan a cabo parte de esas farsas denominadas "juicio de lesa" y que no son otra cosa más que un prevaricato sistematizado.

La novedad es que este año los soldados que combatieron al terrorismo serán homenajeados por la parte de la sociedad civil que agradece la victoria sobre el terrorismo castrista. En tal sentido el 7 de Febrero los Veteranos del Operativo Independencia realizarán una mateada en San Miguel de Tucumán como evento previo a los homenajes propiamente dichos que con desfiles incluidos tendrán lugar el 8 en Teniente Berdina y el 9 en Yerba Buena. Homenajes de los que participaré.


Queda claro para toda persona decente que quienes pretenden avasallar en Río Negro el derecho de propiedad de los vecinos de El Foyel, son los mismos que van a reivindicar al ERP y Montoneros en Tucumán, es la misma izquierda que persiguió a homosexuales en cada dictadura que logró imponer y ahora aparatea contra el gobierno la "revolución de los putos" (cirKo en el que sólo pueden caer los  gays de orgullo ignorante que, por ejemplo, no saben quien fue el poeta cubano Reinaldo Arenas), o sea: son los que esgrimen cualquier excusa para desde maquinaciones ideológicas finalmente atentar contra la irrestricta supremacía de la Constitución Nacional; elementos antisociales que promueven delitos y aspiran a la disolución de la Nación Argentina. Comunistas, para decirlo claramente.

Habrá cómplices y habrá incautos, pero porque todo tiene que ver con todo aunque no tenga nada que ver, también habrá patriotas para que la Nación Argentina no sea sometida bajo ningún sucio trapo rojo.

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.


¿Qué es la Derecha?

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La Derecha, soy yo.

Ariel Corbat

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