lunes, 13 de marzo de 2017

EL INDIO SOLARI COMO MICKY VAINILLA

La nostalgia que otra vez 
no entiendo los que hacen lo mismo que yo hice ayer 
pero como hasta ahí nomás 
como viviendo en el pasado.

Charly García (Vos también estabas verde)


En un país salvaje, todo termina siendo una salvajada. Me gustaban los redondos y me gustaban mucho. Todavía los escucho a veces. Iba a los recitales hasta que el mismo público pudrió la cosa. Demasiado idiota confundiendo show con realidad. 

Fanáticos del Indio Solari sacados de Olavarrìa en camiones.

Después de la separación lo mejor que escuché de los ex redondos fue "Oda a la sin nombre" de Skay; para mi gusto una canción fascinante, su letra me llega.

Lo del Indio solo no me sonaba. La magia se fue, ya pasó. Y nunca juzgo a los artistas por sus opiniones políticas, me limito a juzgar lo que hacen arriba del escenario.


De alguna manera el show se fue de madre conceptualmente, como ocurre siempre que el personaje se fagocita al artista. Aquello que era fresco, audaz y rebelde, envejeció. Envejeció en la repetición, rodeado de una masa sin creatividad hundida en su propia rutina, sin sorpresas pero con fervor de secta y disfrute de zombie. La estética del calvo de anteojos procuraba aparentar que los años no pasan, pero la marcha del tiempo no puede detenerse. Tanto así que de lo que se palpitaba como una comunión apenas quedó un negocio, una caja segura. Pocas cosas son menos artísticas que la seguridad, previsible y aburrida por definición. 

Siempre me reí de las remeras del Che Guevara en los fanáticos de los redondos, nada más capitalista que esa banda de rock explotando su nicho de mercado. Diría que justamente lo que más me gustaba era ver emerger esa ética fuerte de capital privado y libre empresa, no necesitar ni querer ninguna mano estatal. Yo veía liberales donde otros veían bolcheviques. Pero se pasaban del liberalismo al extremo de los libertarios, anarquistas (que es lo desagradable de los libertarios) con esa pretensión ridícula de crear zonas liberadas de policías. 

La exageración del libreto hizo el resto y la ética se volvió paradojal, lo veo al Indio Solari arriba del escenario y lo imagino en camarines como Micky Vainilla, el personaje tan bien logrado por Diego Capusotto. No es muy distinto usar a la masa que despreciarla. No lo digo por llegar en avión privado al lugar en que sus fieles arriban como pueden, lo digo porque hay un uso de la gente que conlleva la idea de su inferioridad, creer que igual que las vacas están para servir de alimento; así las barbaridades que Micky Vainilla deja explícitas en su nazi "pop para entretener" aparecen implícitas en el rock para recaudar. 


Las canciones de los redondos, sin los redondos, son algo triste, cachivaches desvencijados, una mala copia del pasado, la sombra de un artista que no pudo recrearse. 


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López




¿Qué es la Derecha?

¿Qué es la Derecha?
La Derecha, soy yo.

Ariel Corbat

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