Perpetrado el secuestro por parte de la dictadura de Venezuela del Cabo Primero de la Gendarmería Nacional Nahuel Gallo, era de esperar que la conducción política argentina hiciera lo razonable: concentrarse en lograr su pronta liberación sano y salvo.
Tarea esa de por sí difícil, porque se confronta con un sátrapa comunista, Nicolás Maduro, quien junto con secuaces criminales de la talla de Diosdado Cabello (encargado de financiar por encargo de Cuba focos de conflicto como el secesionismo mapuche) se niega a abandonar el poder. Otra vez el viejo truco de los castristas: "revolución" mata democracia.
Ante ese cuadro complejo se supone un trabajo coordinado de diplomacia e Inteligencia, dos artes que requieren tanto de coraje como de prudencia. Y por prudencia léase, al efecto de este artículo: silencio de radio. No todo se resuelve alzando la voz.
Reiteradamente en distintos artículos he cuestionado el estilo comunicacional de la ministro de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich. Y el 17 de Diciembre, luego que Bullrich cometiera la torpeza de soltar otra de sus bravatas, al ¿intimar? a Diosdado Cabello boqueando: "Libera a Nahuel o atenete a las consecuencias", a través de un posteo en X volví a señalar esa falencia suya en estos términos:
"Parece que @PatoBullrich no tiene en su staff a nadie que le enseñe a mantener la boca cerrada cuando hay que guardar silencio.Esta bravuconada estéril no beneficia en nada la situación del gendarme secuestrado por la dictadura".
Anteriormente, el 14 de Diciembre, después que la senadora provincial bonaerense Florencia Arietto dijera en TN que debían ponerse todas las opciones sobre la mesa incluyendo la "extracción" del gendarme mediante un operativo de rescate, también critiqué esa declaración posteando que:
"En teoría, como tantas cosas que luego no se materializan, puede intentarse. Pero las chances de éxito son pocas.Además estas acciones no se anuncian salvo que tengas tal poderío que la sola amenaza fuerce la solución. No es el caso.Y hay que saber callar @florenciarietto".
(Relacionado con esto y para no cortar el hilo argumental dejo al final nota al pie).
La senadora provincial primero y la ministro de Seguridad después hablaron de más, como buscando un protagonismo que no les cabe, y para que el cotorreo fuera completo, tuvo el poco tino la Vicepresidente Victoria Villarruel de sumarse a la desubicación manifestando que ella jamás hubiera autorizado a un gendarme a ir a Venezuela.
La desubicación azuza la desubicación y la ministro Bullrich no perdió otra oportunidad de quedarse callada (a veces quien calla gana con su silencio) por lo que contestó ampliando la discusión al manejo del Senado. Como mi abuela que patea calefones.
Dos desubicadas que ostentan grandes responsabilidades en la comparsa de desubicados donde el líder, Javier Milei, demuestra serias carencias de conducción política por no saber armonizar su gobierno y poner límites a sus funcionarios.
El caso del gendarme demuestra que muchos funcionarios políticos están hablando de más, pero también que el estilo disruptivo de soltar opiniones buscando impacto (tan propio del opositor) está agotado, se requiere prolijidad porque al oficialismo tanto bardo innecesario le terminará por dificultar la gestión.
Una lectura del Martín Fierro no les vendría mal...
No faltó en todo este bochornoso cotorreo de señoras la frutilla del postre, porque la diputada nacional Lilia Leimone, obsesionada con ser la más obsecuente mileista en la interna declarada contra la Vicepresidente Villarruel, saltó presta a avivar los enconos declarando su amor a Bullrich y probando así que el amor como el odio van y vienen; hoy un juramento mañana una traición.
Mientras tanto hay un gendarme secuestrado por la dictadura venezolana y ningún funcionario debería abrir la boca hasta que sea liberado.
Luego, más allá de lo obvio, se revisará y analizará lo que pueda aprenderse de la situación planteada.
Nota al pie:
Desde el año 2017 impulso el Proyecto CoFFE (Coordinación Federal de Fuerzas Especiales), que consiste en dotar a las Fuerzas Especiales de las Fuerzas Federales con la capacidad de operar en conjunto. Capacidad de la que hoy carecen. En el proyecto han trabajado numerosos profesionales. Una de las hipótesis de empleo que contemplamos es operar en el exterior para rescatar ciudadanos argentinos secuestrados por organizaciones criminales/terroristas en países donde, por el motivo que fuere, no pudiera confiarse en que lo resuelvan las autoridades locales. Tal como señalo en la nota, los dichos de Arietto, inconducentes en el actual contexto, son acertados desde el punto de vista teórico, con lo cual de haberse implementado el Proyecto CoFFE, y para utilizar la misma expresión utilizada por la senadora provincial, se dispondría de una opción más sobre la mesa.
Quien quiera más información sobre el proyecto CoFFE puede encontrarla en el siguiente enlace: https://deyseg.com/strategic-issues/1032
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.