Publica Infobae un artículo titulado "ARGENTINA LA AUTOPISTA DE LA DROGA", de interesante lectura por alguno que otro dato entre lugares comunes pero que se torna grotescamente tragicómico al observar que uno de los firmantes es Juan Patricio Furlong.
Que a poco de las PASO Furlong haya escrito -o puesto la firma- en el citado articulo, con otra aparición dejando el bajo perfil en el que se había refugiado luego de su lamentable paso por el Ministerio de Seguridad de la Nación, del que salió eyectado en Octubre de 2017, tiene un contexto que debe ser comprendido.
Furlong es ladero, socio y amigo íntimo de Eugenio Burzaco, a quien van atadas sus ambiciones políticas. No es un secreto que el actual Ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires se proyecta como posible Ministro de Seguridad de la Nación en el caso que Horacio Rodríguez Larreta sea electo Presidente.
La incompetencia de Eugenio Burzaco, que es también la de Furlong, se puede leer en las declaraciones de Rodríguez Larreta sobre Seguridad Interior, muy especialmente en su propuesta sobre Rosario que revela un total desconocimiento de las distintas funciones y capacidades de gendarmes y militares. Esa sola propuesta de Rodríguez Larreta revela las falencias de sus asesores.
De la mano de Burzaco, en la eventualidad de un gobierno larretista Furlong aspiraría a ocupar un cargo en el área de Inteligencia. Porque Furlong se autopercibe idóneo para desempeñarse en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI); y cabe reconocer que si la AFI va a seguir siendo el mamarracho inútil que es desde su creación, allá por los comienzos de 2015 y tras el colapso al que el kirchnerismo llevó al Sistema de Inteligencia Nacional en 2014, alguien como Furlong encajaría perfecto.
Sería meramente distractivo recordar las andanzas por cargos públicos durante gobiernos de distintos signos por parte de Juan Patricio Furlong, por lo cual y en relación al artículo publicado en Infobae solamente voy a referir su paso como Subsecretario de Investigación del Delito Organizado y Complejo.
Califico de tragicómica la lectura del artículo porque ya en el primer párrafo del texto refiere la situación de Rosario. ¿Y por qué es tragicómico que un artículo firmado por Furlong refiera Rosario? Pues porque allá por los primeros meses de 2017, el entonces subsecretario Furlong discutiendo con quien esto escribe se negó a brindar apoyo de Inteligencia Criminal al despliegue de Gendarmería Nacional en Rosario -que estaba bajo responsabilidad del entonces Comandante General Claudio Brilloni (hoy ministro de Seguridad de la Provincia de Santa Fe)- argumentando que ese operativo estaba destinado a fracasar porque, cito textualmente: "Rosario es Vietnam, no se puede ganar".
Semejante reticencia al cumplimiento del deber, algo de por sí despreciable en cualquier contexto, tenía el agravante de enmarcarse en la fuerte interna entre la ministro Patricia Bullrich y el secretario Burzaco, quien no acompañaba a Bullrich por decisión de Bullrich sino por decisión del presidente Mauricio Macri.
Tan evidente era la interna que dieron cuenta de ella distintos medios periodísticos, y era tan fuerte que los "Burzaco boys", con Furlong a la cabeza, se ilusionaban ante cada dificultad que enfrentaba la ministro deseando alguna situación de estrepitoso fracaso para que Burzaco pudiera reemplazarla.
Volvamos al artículo dejando para otra ocasión lo que podría escribir sobre la interna Bullrich vs Burzaco; incluyendo, claro, su sugestivo final.
Podría uno suponer que el estilo de la nota indica que no fue Furlong quien escribió la mayor parte, tal vez por eso la desvergüenza para opinar sobre Rosario que es la misma con que aparece diagnosticando "la ausencia de un sistema de inteligencia estatal integrado y eficiente con capacidad para detectar la amenaza, estudiarla y prevenirla".
Nuevamente aflora lo tragicómico del artículo. Furlong tenía bajo la orbita de su Subsecretaría a la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal, que incomprensiblemente se mantuvo vacante durante toda la gestión de Patricia Bullrich. Como responsable político del área de Inteligencia Criminal, Furlong no hizo ninguna contribución para la integración y eficiencia del Sistema de Inteligencia Nacional. Todo lo contrario.
En este punto, nobleza obliga, cabe reconocer que el dúo Gustavo Arribas y Silvia Majdalani conduciendo la AFI no supo ni quiso recomponer el Sistema de Inteligencia Nacional que el kirchnerismo había hecho colapsar en 2014, pero Furlong, desde su posición y a cargo del Subsistema de Inteligencia Criminal, sistemáticamente saboteó todo proyecto tendiente a la integración y eficiencia del sistema.
Y téngase en claro: tan inútil resultaba Furlong a cargo del área de Inteligencia Criminal, que Elisa Carrió llegó a decir en una entrevista por TN: "Hoy no hay SIDE tampoco. No hay nada. No hay nada, Primero no hay Inteligencia Criminal, porque la Inteligencia Criminal está a cargo de Furlong. Persona más sospechada que Furlong para Inteligencia Criminal... Y no estoy imputando con esto a Patricia Bullrich". Rematando luego al decir respecto a Furlong: "Es un socio de Burzaco, pero que obviamente de Inteligencia Criminal no hace nada".
Así de escandalosa resultó la ineptitud de Juan Patricio Furlong en materia de Inteligencia. Tan inepto que a su salida del Ministerio de Seguridad, el área de Inteligencia pasó de la órbita de Burzaco a la de Gerardo Milman, otro inútil de categoría mayor.
Por eso lo que el artículo tiene de interesante se desmerece con la firma de Furlong, ya que si bien es correcto que los sistemas de Inteligencia, Defensa y Seguridad deben trabajar en conjunto, y afortunadamente hay una fuerte tendencia en los distintos equipos técnicos de distintos espacios políticos para avanzar en esa dirección, ello no será posible si se permiten funcionarios que anteponen ambiciones personales al cumplimiento del deber.
Y acaso, hermosa palabra la palabra "acaso", sea por ese temor a entrar en algún imaginario escenario vietnamita que en el último párrafo del artículo pareciera que en opinión de los autores la represión no es tarea de ninguno de los sistemas aludidos, sino que se agotan en la prevención.
Un mundo amigable, pero ficticio, ese en el que con la prevención alcanza para ponerle freno al delito. Fantasía que resulta todavía más curiosa por la alusión a la "seguridad nacional", un concepto que está siendo revalorizado en el presente y que, imponiendo la revisión y actualización de la Doctrina de Seguridad Nacional interpreta a la represión -que no es ninguna mala palabra- como necesidad ineludible y cabal demostración de la fortaleza institucional del país.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.