¿No los veis sobre el triste Caracas
luto y llanto y muerte esparcir?
¿No los veis devorando cual fieras
todo pueblo que logran rendir?
Vicente López y Planes
(Himno Nacional Argentino)
Venezuela es hoy el espejo de la Argentina que elegimos no ser. Conviene mirar ese espejo.
Hoy temprano, antes que se difundiera en los medios argentinos, reportaba desde Caracas uno de los corresponsales voluntarios de La Pluma de la Derecha: "En toda Venezuela las marchas convocadas por la oposición son descomunales ya no las pueden tapar, desbordan no sólo en Caracas sino en todo el país. El sistema comunista es tan inviable como feroz y están reprimiendo salvajemente, ya hay muerto un joven de 17 años. La censura de la dictadura llegó a voltear sitios de internet. La mayor violencia obedece a la debilidad de Maduro, a quien solamente sostienen los fanáticos, funcionarios en distintos estamentos del Estado y militares corrompidos por las prebendas de la tiranía".
Finalizando el día los reportes señalan 10 muertos como saldo trágico de la jornada.
En Argentina, la izquierda toda y el kirchnerismo (su infiltración en el peronismo) permanecen alineados y alienados en defensa de la dictadura chavista personificada por Nicolás Maduro; mientras que los progresistas, tibios y presos de la corrección política, no se animan a decir que Cuba y Venezuela son la misma dictadura.
Pero hay más, hay kirchneristas como Gabriela Cerruti y Hernán Brienza que ponen en duda la continuación de la democracia argentina amenazando con una guerra civil. Y frente a ese odio que no pueden contener, porque el odio es la marca registrada de las guerras civiles, hay que poner la vista en el espejo del país que elegimos no ser. Allí sí hay un enfrentamiento que ya es violento y puede terminar en una guerra civil.
El totalitarismo frustrado en la Argentina, se relame con deleitosa añoranza por la violencia criminal de Nicolás Maduro para conservar el poder. Odian, siempre odiaron y ahora más. Por eso sueñan su versión enteramente roja del "sueño de Néstor". Sobre esa corrupción ilimitada, cuando se cortó el chorro y la felicidad de tantos chorros (y chorras), ahora la avaricia insatisfecha se sublima en el deseo de matar a todos los que, después de oírlos repetir hasta el hartazgo que "la Patria es el otro", decidimos votar por otro.
El nuevo fetiche de la frustración K es, lisa y llanamente, la guerra civil que no será.
Que sigan así porque no vuelven más.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López