Hace 35 años una fila de cascos argentinos sobre el campo de batalla ilustraba el fin de la Guerra de Malvinas. Fueron 74 días de reconquista. Una guerra corta, acotada a un escenario relativamente preciso (sin olvidar operaciones fuera de rango como Mikado o Algeciras), en el que se combatió violentamente con una intensidad de fuego promedio superior a la de guerras más prolongadas como la de Corea. Acaso, hermosa palabra la palabra "acaso", haya sido Malvinas la última guerra netamente militar en el sentido clásico de enfrentamiento armado entre dos ejércitos a campo abierto.
Y esa particularidad forma parte de la belleza de la Guerra de Malvinas. Suelen decir los veteranos, de ambos bandos, que combatieron a muerte pero sin odio. Por lo que, sobre el recuerdo de la turba ensangrentada, se han abrazado hombres que en el campo de batalla buscaron la muerte del otro.
El 14 de Junio es un día para reflexionar alejándose tanto de los extremos emocionales de la euforia y la depresión, como del facilismo hueco que esos estados alientan a través del triunfalismo o el derrotismo.
Nos debemos los argentinos un volver a pensar. También respecto a Malvinas y muy especialmente sobre el significado del 14 de Junio. "Nosotros y la adversidad" sería un buen título para interrogarnos sobre nuestra inteligencia y voluntad de consolidarnos como Nación, como proyecto de país en la definición de un estilo de vida que viene plasmado en la ignorada Constitución Nacional. Hace mucho tiempo no pensamos, y al igual que las personas, también los países que no viven como piensan terminan pensando como viven.
No hemos aprendido ni aprehendido todas las enseñanzas que la derrota nos puso sobre la mesa y por eso mismo no hemos sabido apreciar la belleza de la Guerra de Malvinas. Argentina no es hoy un país amado por los argentinos, porque para amar un país es necesario conocerse, entenderse, hablarse con la verdad y pensar juntos.
Si nos damos la posibilidad y hacemos el esfuerzo sostenido de pensar la Patria, también la estaremos amando intensamente, tal como la amaron los que, en batalla contra el invasor, hundieron barcos, derribaron aviones, helicópteros, y combatieron encarnizadamente en la instancia crucial del cuerpo a cuerpo para salvaguardar la dignidad nacional.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López