Tuve el gusto de asistir el Lunes 11 de Marzo a la exposición que Ricardo López Murphy brindó en la Academia Nacional de Ciencias Morales.
A lo largo de su disertación, el sentido común de lo enunciado contrastaba de tal manera con la realidad argentina que se volvía penoso.
En un punto me dije que estando en 2019, el ámbito académico de un país que se dictó su Constitución en 1853, debería estar tratando cuestiones de trazo fino, pero en cambio hemos sabido destruir el país de tal manera que hay que detenernos a explicar lo básico, obvio, elemental, aquello que hace civilizado a cualquier país civilizado.
Aunque duela, esa es la realidad que tenemos y no hay forma de ignorarla; salvo que querramos ser Venezuela o Haití.
Ahora bien, cambiar este cuadro de situación requiere acción inmediata, o sea: en estas elecciones; no en las siguientes. No se puede ni se debe renunciar a la política, ni suspenderla, porque ni la decadencia del país ni los adversarios que la profundizan han de esperar por nosotros.
Observo que hay espacio para una alternativa de centro derecha, pero (siempre hay un "pero" desde que Juan José Passo tomó la palabra en 1810), para que ello sea una aventura posible y no una quijotada sin pena ni gloria, es preciso que todos los que deseamos ese cambio profundo en la cultura misma del país obremos con una gran humildad y tolerancia.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.
Estado Libre Asociado de Vicente López
