Los presidentes del Mercosur reunidos en Uruguay acaban de desconocer el resultado de los comicios con que la República de Honduras busca superar su crisis institucional. Si bien tal resolución era previsible en el contexto de la sobreactuación con que han decidido respaldar las pretensiones de Mel Zelaya, no deja de ser realmente preocupante que se le pueda negar a un pueblo el reconocimiento del principal instrumento de la soberanía.
Y más preocupante aún es la negación de la realidad. Nuestros presidentes se han encaprichado en personificar la democracia hondureña en el hombre del sombrero, despreciando el valor de la división de poderes y colocando al Poder Ejecutivo por encima del Legislativo y el Judicial. Pareciera ser que toda la democracia pasa por un único hombre, el cual ahora también está por encima de la voluntad popular manifestada en elecciones libres y sin proscripciones.
Reconozco que la intervención de Lula, dándole alojamiento a Zelaya en la Embajada de Brasil, abortó el riesgo de una mayor injerencia chavista, lo que hubiera podido desembocar en sucesos de violencia. Pero esperaba que encauzada la situación, tranquilamente se levantase el circo con payasos y todo.
Por eso, frente a este empecinamiento ridículo en "zelayizar" a Honduras, uno, simple ciudadano de a pie, no puede más que saludar al Presidente Electo de Honduras Porfirio Lobo Sosa, quien asumirá su mandato el próximo 27 de Enero, deseándole que durante su gestión logre afianzar el funcionamiento y los valores del sistema republicano que es el único capaz de garantizar los derechos individuales.
Estoy persuadido que Honduras sabrá darle vitalidad a su cultura democrática, y al mismo tiempo me pregunto si los Presidentes del Mercosur querrán poner la misma energía y convicción que malgastan hoy cuando llegue el tiempo de ponerle freno a los abusos del chavismo en Venezuela, donde la democracia se va deteriorando día a día y el ejercicio abusivo del poder tiende a una nueva Cuba.
Tan absurdo como negar la soberanía del pueblo hondureño, sería negar que la sufrida Bolivia ha elegido por amplia mayoría el camino marxista leninista propuesto por Evo Morales. Esos saltos al vacío ocurren cuando durante largo tiempo se desprecian las necesidades de los pueblos, empezando por la dignidad. Ya se verá, en pocos años, si ese modelo agotado en el mundo puede recrearse y sostenerse democráticamente a base de consenso. Lo dudo. Sería una experiencia novedosa si así ocurriera, porque en los países comunistas históricamente las libertades han sido cercenadas con afán de perpetuidad hasta extremos intolerables y los disidentes combatidos sin ninguna piedad; el proyecto totalitario del partido único no admite la voluntad, ni el raciocinio, ni las emociones del individuo.
Mientras tanto, en Honduras, el sol del 27 viene asomando...
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López