La complicidad del kirchnerismo con el pretendido etnonacionalismo mapuche que niega a la Nación Argentina y su orden jurídico, es evidente.
Quedó claro al inicio de la seudo presidencia de Alberto de la Fernández, intentando reflotar la opereta de Santiago Maldonado.
Recuérdese que Sabina Frederic como ministro de Seguridad entre sus primeras medidas pretendió responsabilizar a la Gendarmería.
Y luego en lugar de proteger de las usurpaciones a los vecinos de Bariloche y Mascardi los denunció penalmente protegiendo a los usurpadores.
Cuando Aníbal Fernández reemplazó a Frederic se reforzó el apoyo a los secesionistas negando la asistencia solicitada por la gobernadora de Río Negro ante actos de terrorismo.
Así se llegó al ataque cerca de El Bolsón en el que sufrió quemaduras en el cuerpo Pablo Conti.
Las heridas del señor Conti no obtuvieron más que indiferencia por parte del gobierno.
Tomo estos antecedentes, omitiendo muchos otros, para ubicar en la película la escena del operativo realizado el 4 de Octubre en Villa Mascardi.
Y digo escena porque se trata de una escenificación.
Téngase presente que ante el ataque a balazos e incendio de un puesto de Gendarmería, Aníbal Fernández sólo se apuró para decir que las fuerzas federales no acudirían al lugar corriendo...
Así el gobierno nacional, tarde y porque el juego no le está saliendo como esperaban desde que los vecinos de Mascardi no se resignan, monta un forzado "operativo apariencia" que, en rigor de verdad, es más para cuidar a los usurpadores mapuches que para sostener la ley.
Entonces el 3/10/20 el ministro firma la Resolución 637/2022 creando el Comando Unificado de Seguridad Zona Villa Mascardi.
De los fundamentos y articulado se desprende que no hay proactividad del Ministerio, sino una reacción al requerimiento judicial.
Esa resolución debe leerse como lo que en verdad es: la confesión de Aníbal Fernández del incumplimiento alevoso de sus funciones permitiendo que la situación escale por la complicidad del gobierno con los secesionistas mapuches. Humo para otra farsa kircherista.
Lo demuestra el transcurso del operativo y su resultado: ningún "weichafe" detenido, sólo dieron con mujeres y niños.
Una imagen que servirá para la victimización mapuche. |
Como si el operativo estuviera acordado, pactado con los usurpadores, se barrió la zona desde el llano lo que permtió el escape de los hombres.
En este teatro del oficialismo no podía faltar la confusión opositora: Espert presentó un proyecto para declarar "estado de sitio".
Esa idiotez sólo serviría para que el gobierno, por los antecedentes señalados, restrinja a los ciudanos en beneficio de los usurpadores.
El diagnóstico de situación es "guerra de Inteligencia" en la cual el gobierno títere, golpista, corrupto, criminal y comunista de Alberto de la Fernández es tan enemigo como los propios secesionistas. Y sus jefes están en Cuba. Por eso hay tanto montonero involucrado.
En las guerras de Inteligencia los principales actores no se muestran sobre el terreno ni combaten con armas.
Hay un juego sútil que si se torna burdo aquí es porque el Estado Argentino no está sosteniendo el orden jurídico que es su razón de ser: El enemigo está en el gobierno.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.