Por la tarde escribí unos versos que surgieron de la observación del presente. Brotó allí, otra vez, la implícita comparación del intrascendente espíritu de abulia cívica que signa el Bicentenario, frente a la promesa de futuro que abrigaba el Centenario.
Luego, caminando hacia Retiro en busca del último tren de la noche al Estado Libre Asociado de Vicente López, me topé en inmediaciones de la Plaza San Martín con la imagen perfecta para ilustrar ese poema: se trata de un homenaje al enorme huevo de yeso titulado "Nosotros afuera", con el cual Federico Peralta Ramos ganó en 1965 el Premio del Instituto Di Tella. A esa huevada, expresión del insignificante arte efímero que sigue encarnando Marta Minujín, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires le rindió homenaje montando una réplica de concreto, "obra" inaugurada en Octubre del 2014. El huevo original fue destruido por el propio Federico Peralta Ramos.
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Bajo la luna, un huevo sin forma de huevo. |
En el blog
Decir Silencioso, expresa Martha Di Croce que "
en 'Nosotros afuera' el huevo es un microcosmo del espacio de creación al que no se tiene acceso inmediato y que silenciosamente redibuja e invierte la idea que se tiene de lo que es el afuera y el adentro de la conciencia y la creación. Este huevo gigantesco señala más un comienzo que un fin, pero también el momento cuando el artista se declara a sí mismo cansado del lenguaje. El y sólo él puede decidir el significado de las palabras, aun si él permanece como el único que conoce el significado, todo el proceso puede terminar en un esfuerzo absolutamente solipsista".
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Federico Peralta Ramos destruyendo su obra "Nosotros Afuera". |
Para la memoria colectiva, la réplica, montada sobre una base con luces, está más cerca de recordar a la serie televisiva "Mork y Mindy", por el modelo huevo de nave espacial en que había llegado a la tierra el personaje de Robin Williams, que a la abstracción figurativa de la pretendida vanguardia intelectualoide del Di Tella, antro de la cultura progresista.
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Otro ángulo desde el que asemeja un huevo.
Dan ganas de intervenirlo pintando "Nanu-Nanu" con aerosol... |
Si el huevo original había sido destruido por el autor, la sola idea de reproducirlo en forma permanente habla de la berretización de la cultura; o sea: las falencias propias de la comprensión de textos llevadas al cemento. Como sea, el horrible huevo está ahí; seguramente para convertirse en un nuevo ícono de la Ciudad, y acaso, hermosa palabra la palabra "acaso", para ilustrar la vacuidad insomne de lo que fue una Nación que quiso organizarse como República y, olvidando su Constitución, se ha convertido en un país de zombies
LOS QUE PASAN
Me detuve al entender que no iba a ningún lado
y miré con Paul Groussac a los que pasan,
los vi de frente, de atrás y de costado,
lentos o apurados, yendo a ningún lado;
artefactos con minúsculos teclados
les daban apariencia de estar comunicados.
"No dejan huella", dijo Paul extrañado,
"estos que pasan no son los que pasaban".
Giré mi cabeza para ver mis huellas...
y me hirió de muerte la horrible certeza.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
(02DIC14, 17:15 hs)
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López