Las mentiras surgen de Cristina Fernández para propagarse través de sus funcionarios, acólitos obsecuentes diestros en el orwelliano y siniestro arte de ajustar la realidad a lo que la Jefa diga que es la realidad.
Así, el 07 de Julio de 2015 Oscar Parrilli dejó en claro que su función es repetir las mentiras presidenciales cuando, al presentar la "nueva doctrina de Inteligencia nacional" afirmó: "Se deja atrás la SIDE de la dictadura militar y de Jaime Stiuso. Se salda una deuda de la democracia".
Como ya se explicó en La Pluma de la Derecha (ver nota) no existe ninguna deuda de la democracia para con la actividad de los servicios de Inteligencia, pues el marco legal que regía al 25 de Mayo del 2003, inicio del régimen kirchnerista, era estrictamente democrático; de allí que Jaime Stiuso no continuó en la Secretaría de Inteligencia por imposición de la vieja dictadura sino por decisión de la nueva y avalado directamente por Néstor Kirchner. Tanto así que Cristina Fernández recién dispuso la salida de Stiuso a menos de un año de terminar su segundo mandato, pero reinando en el país de la desmemoria presenta el hecho como si fuera una decisión tomada a menos de un año de asumir su primera presidencia.
En lo que amaga ser otro de esos gestos de dignidad que llegan con el clima de fin de época, tardío pero útil al fin, la Unión Industrial Argentina (UIA) dispuso una comisión especial de asuntos jurídicos para analizar las nuevas atribuciones de la Agencia Federal de Inteligencia. El 14 de Julio, Parrilli acompañado de su segundo, Juan Martín Mena, intentó convencer a los industriales de confiar en las buenas maneras del mismo gobierno que tuvo por Secretario de Comercio a Guillermo Moreno y que, al cómodo exilio italiano del patotero, lo reemplazó con Augusto Costa para exigir a las empresas que informen detalladamente la estructura de precios de sus productos.
La preocupación de los industriales sobre la AFI deriva del Capítulo 1, punto b) 2 de la llamada "Nueva Doctrina de Inteligencia Nacional", en tanto señala como objetivo la detección de grupos económicos y/o financieros -empresas, bancos, compañías financieras- que lleven a cabo acciones tendientes a la desestabilización de gobiernos democráticos mediante corridas bancarias y cambiarias, desabastecimientos o golpes de mercado, etc.
Más allá de las mentiras de Parrilli, préstese atención al discurso oficial y se entenderá que el temor a un uso abusivo y persecutorio de la AFI -inspiración venezolana mediante- es fundado.
El 15 de Julio, en ocasión de inaugurar el monumento a Juana Azurduy en compañía del comunista boliviano Evo Morales, Cristina Fernández viéndose como heroína de su propio relato aseguró (sin aportar prueba alguna) que ha sufrido varios intentos de golpes de Estado y que los afrontó "solita".
Esa soledad que alude es coherente con el relato de ser ella contra el mundo. En sus constantes delirios de verdades orwellianas, su "soledad" tiene la ridícula gracia de pretender desentenderse de lo obrado por los servicios de Inteligencia en siete de sus ocho años de mandato: Ella, mujer, viuda, protectora de pobres y desvalidos en su lucha contra los poderosos, vulnerable en apariencia, pudo frenar a inescrupulosos golpistas cuando no tenía servicios de inteligencia para prevenirse de esas cosas... Porque la líder, así como se ve, es todopoderosa; como Mascherano pero sin perder las finales.
Lo interesante es que de ahora, ya desplazado el malvado Stiuso, Cristina Fernández cuenta con un servicio de Inteligencia, al que conduce un leal mentiroso de verdades orwellianas. ¿Y para dónde apuntarán sus pesquisas los novatos de La Cámpora a órdenes de Parrilli?, al mismo lugar que dirigen las suyas los agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional: a la oposición.
La orden la impartió el Ministro de Economía, Axel Kicillof el 16 de Julio, al día siguiente que Cristina Fernández se atribuyera improbables victorias sobre los golpistas, cuando acusó a Mauricio Macri de fomentar una corrida cambiaria. Fue bastante claro el marxista Kicillof, tan claro como la Nueva Doctrina de Inteligencia Nacional.
Con ese encuadre dado por el Ministro de Economía, máxima autoridad estatal en la materia, es una obviedad manifiesta que los agentes de la AFI trabajan sobre Mauricio Macri y cualquiera vinculado a él.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López