martes, 17 de junio de 2025

CLEPTOIDOLATRÍA, por Ariel Corbat.




CLEPTOIDOLATRÍA

Para el ocaso de los dioses
una caída más,
los pies de barro 
matando la inmortalidad
y ya expuesto el engaño
de haber mentido,
la venganza del simple olvido.
El eco de unas voces
y el rezo vano,
estertor del rito pagano,
se evanece aclarando
el cielo turbio
de aquellas mágicas creencias
y pura inexistencia.
La necedad
del extravío por creer
que tiene que haber más,
más de lo que es. 

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.

domingo, 15 de junio de 2025

EL BALCÓN DE LA URRACA CUCÚ



Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, condenada por defraudación al Estado a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, se asoma y sale al balcón del  departamento que sería propiedad de su hija Florencia Kirchner, comprado -según varias publicaciones- en 2015 con dinero de dudosa procedencia al ex secretario de Cultura Jorge Coscia. Una propiedad que bien podría terminar embargada dados los $84 mil millones que debería devolver junto a otros delincuentes de su banda.

Adicta al poder, la corrupta ex Presidente experimenta éxtasis por la devoción de los militantes kirchneristas cuando debajo, a sus pies, cortando la calle para molestia de vecinos y transeúntes, esperan y celebran ruidosamente cada aparición de ella, devenida una suerte de urraca de reloj cucú que, saludando con una manito movediza y la otra sobre el corazón, hace monerías tirando algunos pasos de baile al estilo y con la misma gracia que lució Elaine Benes en uno de los capítulos más risueños de la serie Seinfeld.


Salir al balcón es en la política argentina una demostración de poder. Desde Perón en adelante el balcón de la Casa Rosada frente a una Plaza de Mayo colmada de partidarios es la máxima expresión de esa demostración. Cristina Fernández, dos veces Presidente, tuvo pues sus balcones rosados. Y hasta ha sido caricaturizada en el balcón por su goce del poder en el video de la canción de The Rockadictos "Un mensaje más".


Quizás, tal vez, aunque es poco probable, pueda suponer hoy que saliendo al balcón de la calle San José vaya a despertar un clamor de masas que la lleve nuevamente al balcón de la Rosada. Sin embargo, la lectura de la realidad política hace mucho más posible que en cada salida al balcón y más allá de lo que pueda fantasear, la condenada escuche los cánticos de sus acólitos como una brisa tenue que trae más de recuerdo que de porvenir. 

De hecho unos cuantos policías de la Ciudad despejaron sin mayor esfuerzo la calle bajo ese balcón de adiós en la madrugada de hoy, domingo Día del Padre. Volverán, claro, y hasta podrán ser muchos, como ocurre con esas bandas de rock geriátricas que amontonan multitudes en recitales durante su gira de despedida. Pero en la todavía transitoria calma vecinal, pudiendo ver Cristina Fernández desde su ventana que el asfalto vuelve a los autos y las veredas a los pasos indiferentes del común de la gente, el silencio del olvido le irá dando certera idea de las sombras que la empiezan a envolver. Acaso, hermosa palabra la palabra "acaso", intuía hace tiempo y sabe ya que cuando llegue su hora de pasar a la historia no irá al honroso panteón de los próceres, sino al sórdido pabellón de los villanos como una corrupta más. 

Es y será su nombre sinónimo de mentira, robo, ambición, estafa, abuso, miseria, resentimiento, y tantas otra palabras no menos despreciables. Y como una de esas graciosas burlas de la historia sentirá ser víctima de sus propios sicarios, porque la condenan los mismos jueces corruptos que el kirchnerismo alentó al prevaricato sistematizado contra los vencedores del terrorismo castrista. 

Por todo eso, Cristina se asoma al balcón con la esperanza que vuelvan sus adoradores, para salir a saludar y bailar otra vez oyendo las cánticos que la celebran.  

No le importa seguramente que su interpretación de la urraca cucú sea patética para cualquier persona normal, ella la necesita. Necesita una adulación más. Necesita ostentar poder aunque se trate de un poder que se escurre entre sus dedos. Lo necesita porque encarnó en el poder la cultura del grotesco, del lujo mal habido y vulgar, cuya exhibición no difiere de la de esos delincuentes que hacen alarde de sus logros delictivos en las redes sociales posando con armas y botines robados. 

Al fin de cuentas esa miserabilidad moral es la cultura kirchnerista. Y de monumento a ella sirve la faraónica tumba de Néstor Kirchner, construcción que demuestra como los que gobernaron mintiendo igualdad hacen notar hasta después de muertos las diferencias de su privilegio. Si algo debe quedar claro es que las farsas revolucionarias de los dictadores y falsificadores de democracias, que declaman la épica igualitaria como supuestos vengadores de los desvalidos, no hacen otra cosa que fabricar desvalidos morales; porque la única igualdad que de verdad promueven es aquella tan decadente del tango Cambalache.

Algún día, todavía lejano, el tango Cambalache entrará en el pasado de la Argentina. Entonces y sólo entonces, la Justicia será Justicia, la decencia credo moral y ningún delincuente condenado bailará en balcón alguno. 

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.


viernes, 13 de junio de 2025

INTELIGENCIA, SE BUSCA...



El mundo es hoy para la Argentina un poco más peligroso que ayer; pero menos que mañana.

La guerra por la invasión rusa a Ucrania es algo que sigue su curso con la falsa normalidad de lo que se percibe lejano y no gana las tapas de los diarios. Claro que, por mucho que se la ignore, esa guerra conlleva el permanente riesgo de expandirse, aunque hasta ahora parecen haber convenido las partes una suerte de control de daños preventivo, algo así como un cerco de limitación pactado para que ningún actor colateral -que hay muchos- se involucre de lleno. Y por ahora funciona.

La situación de Israel es mucho más preocupante para la Nación Argentina. En lo que tal vez muestre una falencia de los servicios de Inteligencia argentinos, suponiendo que exista realmente algo como eso más allá de la formalidad burocrática, o en su defecto una arriesgada decisión presidencial de dudoso balance entre costo y beneficio que el tiempo habrá de dilucidar, el Presidente Javier Milei se encontraba en Israel cuando ya estaba tomada la decisión para que las fuerzas israelíes guiadas por el Mossad pusieron en marcha el dispositivo de la "Operación León Naciente" (se supone que sin alusión a la política argentina). Dicha operación se ejecutó exitosamente abatiendo múltiples objetivos en Irán, incluyendo la eliminación de mandos militares.

Cabe esperar entonces la réplica iraní, frente a lo cual no se puede caer en la liviandad de suponer que vaya a concentrarse exclusivamente sobre territorio israelí.

Luego de los atentados en Buenos Aires contra la Embajada de Israel y AMIA, el conflicto entre Irán e Israel es muy obviamente una cuestión sensible de las que deben monitorearse de manera constante. No sólo porque la agresión tuvo como respuesta el fortalecimiento de los lazos argentino israelíes, sino también porque posteriormente Irán, durante años y a través del kirchnerismo, destinó recursos a operar en territorio argentino. Algunos de esos recursos se movieron torpemente, conforme a la torpeza de los elementos humanos captados al efecto, léase Luis D'Elía, Fernando Esteche y Jorge Kahil, pero a pesar de la torpeza de obrar groseramente involucraron a funcionarios de la primera línea del gobierno kirchnerista como el entonces canciller Héctor Timerman y la Presidente Cristina Fernández. Como ocurre en estos casos lo que debe preocuparnos no es tanto lo que ha quedado expuesto, sino lo que desconocemos.

Lo que expuso y lo que no llegó a exponer por su muerte el fiscal Alberto Nisman sobre el memorando de entendimiento con Irán no se comprende sin interpretar en los hechos la presencia de agentes iraníes operando en Argentina durante largos años. Las redes de espionaje tendidas por países con políticas exteriores agresivas responden al pie de la letra a los lineamientos de los "libros de Inteligencia" escritos durante la Guerra Fría. Se manejan con los mismos principios funcionales y planificaciones de largos plazos que signaron la actividad de Inteligencia durante la época dorada del espionaje. Para los incrédulos que creen que esas cosas son ficciones novelescas, vimos hace muy poco a Vladimir Putin, hombre formado en la KGB, recibiendo con honores a espías rusos asignados a la Argentina.

Me atrevería a aventurar que a partir del 2007 / 2008, ya en la primera Presidencia de Cristina Fernández, al acelerarse el declive de los servicios de Inteligencia (llevados a su total colapso en 2014 dando lugar la farsa de reemplazar la Secretaría de Inteligencia por la AFI, que nunca hizo Inteligencia) la Inteligencia iraní escapando de nuestra Contrinteligencia operaba año tras año con mayor facilidad.

Así se dan las cosas cuando se juega dando al oponente las ventajas de una larga inoperancia. Frente a ello, establecer cuántos agentes iraníes operan hoy en Argentina, su conformación y despliegue de redes es una tarea que debiera estar entre las prioridades del Sistema de Inteligencia Nacional. 

Ahora bien, como todas las acciones de Inteligencia responden a contextos, no puede descartarse interferencias de esos agentes extranjeros en el complejo cuadro de la política local, donde aquella que siendo Presidente les sirvió de aliada ha sido condenada a prisión por defraudación al Estado y sus militantes fantasean generar un caos a la Boliviana para lograr la caída del gobierno de Milei evitando que Cristina Fernández sea encarcelada.


Al respecto no es aceptable pasar por alto las expresiones de solidaridad de Evo Morales calificando de "proscripción" la condena de Cristina Fernández, justo en momentos en que intentando impedir las elecciones presidenciales bolivianas y derrocar al Presidente Luis Arce, sus acólitos realizando cortes de ruta causaron violentos enfrentamientos en los que murieron tres policías, un bombero y un campesino que manipulaba explosivos. Tómese nota que uno de los policías fue asesinado mediante la salvajada de hacerlo estallar con dinamita adherida al torso. 

Caos en Bolivia, la revuelta que los kirchneristas y
el resto de la izquierda quieren replicar en Argentina.

Al observar estos hechos, téngase presente los lazos que Irán ha establecido con Venezuela, Cuba y Bolivia, entre otros países de la región sin excluir a Brasil dada la iniciativa BRICS, lazos que responden a finalidades estratégicas de Teherán por encima de personajes de coyuntura que se pretenden revolucionarios como Nicolás Maduro, Evo Morales y Cristina Fernández. 

La posición abiertamente a favor de Israel sostenida por el gobierno del Presidente Javier Milei, guarda total coherencia con sus promesas de campaña respecto a proyectar a la Argentina como aliado de Estados Unidos e Israel. En tal sentido no puede haber cuestionamiento como decisión de fondo, porque ese lineamiento de política exterior estuvo claro desde el vamos y fue lo que la ciudadanía votó.

Donde sí caben cuestionamientos es en los aspectos instrumentales de esa alianza. Inteligencia, diplomacia, defensa y negocios, son artes que tienen reglas establecidas no por capricho sino por efectividad. En todas ellas se aprende, porque lo enseña la historia, que el coraje va del brazo con la prudencia.

Aunque lo tilden de loco, aunque sostenga el personaje confrontativo, aunque pretenda mostrarse como un hombre sin miedos, está probado que el Presidente Javier Milei no desconoce el significado de la prudencia. Fue por prudencia que dejó de viajar en aviones de línea. Pero esa prudencia que en tanto jefe de Estado demostró en relación a su persona, también debe manifestarla en relación al país que preside.

Siendo Presidente, su admiración por Israel y cualquier otro país extranjero debe mostrarse siempre moderada. Del mismo modo, si su camino espiritual lo ha llevado a abrazar el judaísmo es una cuestión personal que no debe condicionar sus decisiones como Jefe de Estado. Cosa que vale para cualquier presidente cualquiera sea la religión que profese, e incluso si no profesara ninguna. El Presidente tiene la función y obligación de anteponer en toda circunstancia el interés de la Nación Argentina a sus propios intereses. 

Nadie duda, por caso, que Estados Unidos es algo así como el respaldo de Israel, la alianza entre ambos países tiene décadas de sostenido compromiso, sin embargo el Presidente Donald Trump, pudiendo guardar silencio, eligió hacer público que Estados Unidos no tuvo participación en el ataque contra Irán. Porque Trump comprende que al interés de su Nación no le serviría ninguna bravata. 

A mi modo de ver, no fue valiente ni prudente en nuestras condiciones de ya endémica debilidad en materia de Inteligencia, Defensa y Seguridad, que el Presidente Javier Milei haya estado en Israel en la inminencia del ataque. 

Pero cabe diferenciar dos situaciones: Si fallaron nuestros servicios de Inteligencia en advertirlo, habrá que replantear varias cosas incluyendo los lazos con los servicios de Inteligencia israelíes. Si en cambio siendo informado Milei de la posibilidad de un recrudecimiento del enfrentamiento tomó la decisión de acudir igual, fue una decisión política de la que asume el riesgo que el mismo incrementa y cargará con las consecuencias en caso que las hubiera. 

Empero, se sabe que el riesgo en abstracto es más fácil de asumirse que el daño en concreto. Al menos, vale destacarlo, razonablemente desde el gobierno se han incrementado ahora los niveles de alerta para prevenir algún tipo de represalia. Cuanto hay en esa alerta de mera formalidad y cuanto de realización práctica es una incógnita. Ocurre que la confianza en la eficiencia de los sistemas en alerta es dudosa, recuérdese el "paseo" por nuestro país de Shahram Dabiri Oskuei, vicepresidente de asuntos parlamentarios en Irán, que entró al país como médico en plan turista. Echado del cargo a su regreso a Irán por considerarse su viaje como una ostentación extravagante, nadie en el gobierno argentino parece haber sido anoticiado a tiempo de la presencia en el país de un funcionario iraní de alto rango. 

La escalada del conflicto entre Israel e Irán acrecienta los riesgos para la Seguridad Nacional. Para la Argentina, dada su posición, capacidades y vulnerabilidades, esta es la hora de la prudencia. 

Y acaso, hermosa palabra la palabra "acaso", sepan nuestros funcionarios esforzarse honrando aquella consigna que salva vidas: 

"No en mi guardia".

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

miércoles, 11 de junio de 2025

LA SUPREMA PAVADA DE EDUARDO FEINMANN





Hoy Eduardo Feinmann ha dicho por A-24: "Ayer la Corte demostró que son un faro moral de este país".

Obviando las estupideces que sobre la condena de Cristina Fernández vienen diciendo kirchneristas y demás zurdos, demostrativas casi todas ellas de patológicas alteraciones mentales, el elogio de Feinmann a la Corte Suprema de Justicia de la Nación es lo más estúpido que escuché sobre este asunto. 

Como tantas veces a Feinmann se le soltó el progre y olvidando contextos y razones en la -vamos a llamarle- "euforia" del momento, milita la corrección política santificando con la superficialidad de la desmemoria a los máximos responsables de un Poder Judicial devenido Poder Prevaricador.

Está CSJN es la cabeza del prevaricato sistematizado contra los vencedores del terrorismo castrista. Y con la misma falta de honor con que esos jueces pisotean en todos esos casos preceptos constitucionales, también avalaron la infeKtadura permitiendo y siendo cómplices del Golpe de Estado que pretextando pandemia dio el kirchnerismo contra la Constitución Nacional el 19MAR20. Crimen todavía impune.

Caber hacerle saber a Eduardo Feinmann que ningún país con mayoría de jueces honorables, probos y eficientes, alcanza el grado de daño institucional, degradación cultural, retroceso material y miseria intelectual que exhibe la República Argentina. 

El fallo ratificando la condena de Cristina Fernández, que celebro, no redime a los ministros de la CSJN de sus muchas traiciones a la Constitución Nacional. 

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

martes, 10 de junio de 2025

SOBRE LA MATRICULACIÓN FORZADA DE LOS ABOGADOS, artículo del Dr. Gonzalo Mugica.



Muchos artículos de este blog expresan mi opinión respecto a que el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal (CPACF) es un ente que por innecesario y dañino califica como aberración jurídica. 

Fue creado por la Ley 23.187 que responde a una concepción jurídica y política de rancio sesgo autoritario, manifestada vehementemente a través de un articulado reglamentarista y corporativo a todas luces inconstitucional.

Contra esa aberración, escribimos en coautoría con la Dra. María Inés Calvo "USO Y ABUSO DE LAS CORBATAS" (Editorial de los Juristas Underground, 1994) y revistamos años luego en la agrupación Bloque Constitucional junto a otros colegas opuestos a la existencia del CPACF.

Lo absurdo de la existencia del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, rebautizado "Colegio Público de la Abogacía" por esa moda imbecilizante del "lenguaje inclusive", da lugar a infinidad de otros absurdos surgidos de los asuntos donde, por decirlo de algún modo, toma intervención.

El artículo del Dr. Gonzalo Mugica que leerán a continuación versa sobre un expediente concreto donde quedan en evidencia varios de esos absurdos, lo que nos recuerda que el debate sobre la colegiación obligatoria dista mucho de poder cerrarse.

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.
 


EL COLEGIO PÚBLICO DE ABOGADOS DE LA CAPITAL FEDERAL COMO SUJETO ACTIVO DE EXACCIONES ILEGALES

Decía el célebre académico de número de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales, Dr. Enrique Falcón, que un abogado no necesita de ningún Colegio Público para ejercer el derecho de defensa. Entre otras cuestiones, porque precisamente para eso estudió Derecho. Es decir, el abogado no necesita que ningún burócrata le venga a enseñar nada que ya aprendió en la Universidad y durante el ejercicio de su carrera. No obstante, los letrados se ven obligados  -para ejercer su oficio- a pagar una jugosa matrícula anual. Matrícula que no le redunda ningún beneficio. Así, fácil es advertir que los abogados que pretenden trabajar se ven coaccionados a costear una estructura burocrática que les es ajena, inútil y que sólo responde a intereses personales de aquéllos que dicen velar por el noble ejercicio de la profesión. Tercian aquí el afán de un presunto prestigio a cualquier precio, el tráfico de influencias, los acomodos, y vaya uno a saber qué.

Este es el lado B de la crisis de Justicia de nuestro país. Es común escuchar cargar contra la corrupción infiltrada en el Poder Judicial. Pero nunca se ha escuchado criticar abiertamente a esta institución burocrática que ampara el ejercicio mafioso de la profesión y que castiga al abogado honesto. Porque el abogado honesto no responde al mandato del dios dinero, sino que está condicionado por sus principios éticos. Caso testigo de lo reseñado en este párrafo es el trámite del expediente nro. 29632/III que se gestionó puertas adentro del referido Colegio Público; trámite que es un culto a la violación del derecho de defensa contemplado en el artículo 18 de la Constitución Nacional. 

Si un abogado es cuestionado por el tenor de lo que denuncia en sus escritos debería, eventualmente, quedar sujeto al dictamen de la Justicia y no a la desventura de un Tribunal de Disciplina que se jacta de ignorar principios elementales del Derecho. 

Haciendo un paralelismo con la política, podemos decir que el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal también está tomado por la casta, disfrazada del mandamás de turno.

Gonzalo Mugica
T. 74, F. 725 CPACF

domingo, 8 de junio de 2025

AY, CRISTINA... TU ARGUMENTO ES UNA FALACIA DESESPERADA (CARTA ABIERTA)



Dando rienda suelta a la manía por victimizarse, característica del kirchnerismo que anteponiendo mentira a verdad hizo grandes negociados de fabricar "víctimas", Cristina Fernández en su rol de Presidente del Partido Justicialista y ante lo que se perfila como la inminente confirmación en la Corte Suprema de Justicia de la Nación de su condena por defraudación al Estado, juega la carta de la proscripción diciendo: "Si estoy tan acabada, ¿por qué no me dejan competir y me derrotan políticamente?".

Ante ello dan ganas de escribirle una carta abierta, que si fuera el caso diría lo siguiente:


A CRISTINA  ELISABET FERNÁNDEZ DE KIRCHNER: 

Ay, Cristina, el argumento de tu proscripción no es para Harvard ni para La Matanza, hasta tus más obsecuentes perros falderos como el "pelotudo" Parrilli saben que es una falacia.

La falacia consiste en suponer que una delincuente condenada a perpetuidad para ejercer cargos públicos puede clasificar como candidata a un cargo electivo. 

No es porque estés liquidada, que en términos políticos todavía no lo estás (lamentablemente), sino porque en caso que la CSJN dictamine lo que corresponde, y ojalá así sea, tu deshonestidad ya no podrá ser disimulada en la posibilidad de un fallo que anule las condenas ratificadas. 

Sos una delincuente. Obtuviste ese título con una certeza que no ofrece tu supuesto título de abogada y los delincuentes no son dignos de ejercer ningún cargo público. No es por lo tanto ninguna proscripción política la que se avecina, sino el cumplimiento de una condena judicial que te impedirá, eventualmente, clasificar como postulante a cargos electivos. 

No clasificás porque no das los requisitos mínimos. ¡Y mirá Cristina que a nuestros políticos no les pedimos casi ningún requisito mínimo! Ni ficha limpia, ni ficha sucia, cualquier mamarracho puede clasificar. Pero vos te pasaste de rosca por esa sensación de impunidad que da el poder y creerse con derecho a conservarlo eternamente.

Ya bastante vergüenza fue soportarte como Vicepresidente estando condenada por defraudación al Estado. Absurdo que alguien que por sus antecedentes penales no podía ser cajera de banco ni legítima usuaria de armas de fuego, estuviera en situación de poder quedar a cargo de la Presidencia de la Nación para ser jefe de la administración del país y de las Fuerzas Armadas. Ni Costa Pobre, con la dictadura del Yeneral González, fue un país tan bananero; y encima sin bananas.

El kirchnerismo, como fase final de la infiltración castrista al Movimiento Peronista, tiene por logro haber caducado al peronismo. Hace años que el peronismo dejó de existir, acaso, hermosa palabra la palabra acaso, desde que allá por 2005 bajo la presidencia de Néstor Kirchner el entonces ministro del Interior Aníbal Fernández dijo aquella frase tan simbólica del ocaso peronista: "se pueden meter la marcha (peronista) en el culo".

Ni la liturgia quedó del peronismo cuando creyeron que retendrían el poder por siempre y dejó de servirles como disfraz. Risible hoy que empujados por la necesidad de volver a camuflarse, los kirchneristas se digan peronistas. Incluyendo a Kicillof, ese comunista que llegó a citar una frase de Perón atribuyéndola a "alguien" que no pudo precisar. 

En tu figura, Cristina, se corporiza la idea del Partido Justicialista reducido a mera fachada de una asociación ilícita. Un partido político completamente alejado ya de la complejidad histórica del peronismo para simplificar su identidad como partido de los corruptos por y para la corrupción. 

Ay, Cristina... tu argumento es una falacia desesperada. 

Los que vemos con dolor que este ingrato país encarcele a Héroes de Guerra por haber defendido a la Nación Argentina, los que denunciamos la existencia de un Poder Judicial corrupto cómplice del prevaricato sistematizado que organizó el kichnerismo, no hablaremos de Justicia por tu condena, porque aunque sea justo que una corrupta como vos resulte condenada, en Argentina no hay Justicia. 

No. No hablaremos de Justicia porque no vamos a dejar que tu condena oculte las miserias del Poder Judicial devenido Poder Prevaricador. Y que ustedes corrompieron al extremo. Pero que el mismo Poder Judicial funcional al proyecto totalitario de corrupción estructural del régimen kirchnerista no haya podido disimular tu responsabilidad criminal en la estafa al pueblo, al punto de no tener más remedio que condenarte, no sólo habla de la magnitud inocultable de tus delitos, es también una mínima gratificación que no por mínima dejaremos de disfrutar. 

Sos una delincuente y como chorra vas a pasar a la historia. 

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.



viernes, 6 de junio de 2025

ELECCIONES 2025: ¿UNA BANCA PARA OBACA?


Ayer, 05JUN25, fui entrevistado en el programa de radio "DE ESO NO SE HABLA" (La Voz de los Presos Políticos), que se emite todos los jueves a las 18:00 hs por Radio del Pueblo, y en parte de la entrevista hice referencia a mis dudas sobre qué votar en las elecciones de este año. Me quedé pensando sobre ello e intento ahora poner en orden mis propias reflexiones.

¿Vuelve Obaca por la gloria?

Como aclaración previa destaco que voté y apoyo al gobierno del Presidente Javier Milei. En tal sentido, si bien tengo mucho que criticar no experimento ningún arrepentimiento. No hay razón para el arrepentimiento cuando se conserva la memoria de lo vivido por el país que proyectó el fenómeno Milei. Y justamente por conservar esa memoria, se comprende que necesariamente el armado de un espacio político nuevo conlleva una gran cantidad de desprolijidades. Inevitablemente la desprolijidad iba a hacerse notar. Y se notó como se sigue notando. El problema es que a dos años de su Presidencia, más allá del fanatismo de los obsecuentes que todo aplauden, no se aprecia que Milei ejerza un liderazgo político tendiente a "emprolijar" su espacio. 

Lo que tenemos ocupando bancas oficialistas está a la vista de todos. Ciertamente otras bancadas son tan mamarracho como la oficialista, pero yo no voté a ninguna de esas otras listas por lo que no me afectan sus miserias morales e intelectuales. Esos otros no defraudan mi voto porque no lo tuvieron. Aclaro que hay algunos diputados oficialistas como Beltrán Benedit que no defraudan, pero la coherencia de algunos no alcanza para dar coherencia al rejunte que no es conjunto.

La pregunta entonces, que surge de mi hartazgo por la reiteración de errores no forzados y originados en una desprolijidad que no encuentra márgenes de corrección, merece enunciarse en términos de academia filosófica recurriendo a la grandeza descriptiva de la lengua española: ¿Qué mierda vamos a votar? 

Voy a evitar la pena intelectual de enumerar actos y frases bochornosos protagonizados por miembros de la bancada oficialista, son tristemente conocidos y no servirían aquí más que para sumar renglones de lamentación.

Por supuesto, cada quien sabrá qué hacer con su voto. Yo, un hombre un voto y no más que eso, no tengo ganas de votar ninguna lista de legisladores que no me garantice coherencia con mis ideas y valores. 

Medio en broma y medio en serio he dicho en algunas reuniones que creo que no tiene sentido votar una lista que no me lleve a mí como candidato. Y estoy dando por descontado que no voy a ser candidato, entre otras razones porque carezco de la habilidad que requiere colarse en las listas. Habilidad que, está visto, otros muchos sí tienen.

En estos dos años, incomprensiblemente, la alianza Milei / Villarruel se rompió. Y no sólo eso, de por sí grave porque se complementaban bien para dar amplitud ideológica al gobierno, sino que además Milei entró en la lógica paranoica de buscar enemigos donde no los tiene. Lo cual insinúa que las listas que bendiga van a estar cargadas de obsecuentes y, paradójicamente, traidores. Hizo el ridículo el Presidente Milei en el Tedeum del 25 de Mayo negando el saludo a la Vicepresidente Villarruel y al impresentable de Jorge Macri (que no por impresentable dejaba de estar ahí cumpliendo una función protocolar), argumentando que "Roma no paga traidores", frase que no creo comprenda en su verdadero significado, mientras se abrazaba con José Luis Espert, quien en su afán de poder se había aliado con Rodríguez Larreta.

Espert se está perfilando como el candidato de Milei en Provincia de Buenos Aires. En lo personal, TODO MAL CON ESPERT. No diré que no podría votarlo en ninguna circunstancia porque en determinados contextos no queda más remedio que votar soportando el asco; pero de momento no veo un contexto en el cual yo acompañe con mi voto una lista encabezada por Espert. ¿Y quienes más irían en esa lista? ¿Gerardo "Rincón del Vago" Milman apalancado por Patricia Bullrich? ¿Un elenco de obsecuentes desconectados de la realidad?  ¿Alguna otra rubia como la del cuento del ventrílocuo?  

Chiste de la rubia y el ventrílocuo en una reflexión del 2020, 
durante el gobierno de Alberto de la Fernández.


No quiero votar esas mierdas. Y no voy a votarlas porque votarlas con asco sólo serviría para convalidar más y más errores no forzados. 

Quizás surja una opción alternativa al espantomóvil oficialista con coherencia republicana (derechista) y conductas éticas acreditadas, en tal caso mi voto podría ir ahí sin importar el resultado. Porque además no se trata de llenar bancas, como seguramente hará la lista del gobierno, sino colocar ideas en esas bancas. Mejor un diputado leal al voto que 20 buscapies. 

Pero no se avizora nada por el estilo en el horizonte. Ni siquiera el retorno de Obaca para contrarrestar la tentación del voto en blanco por el voto en negro. Y humorada al margen, no hay nada. Al menos todavía no, lo cual es para preocuparse pues como enseña Sherman Kent, la marcha del tiempo no puede detenerse. Y es implacable.

Hoy por hoy voto en blanco, o mejor aún me iré de descanso a algún lugar a 600 kilómetros de mi lugar de votación. 

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.



martes, 3 de junio de 2025

REFORMA CONSTITUCIONAL, OTRO ENGAÑO DE CRISTINA FERNANDEZ





La ex Presidente Cristina Fernández de Kirchner, condenada a seis años de prisión por defraudar al Estado e inhabilitada a perpetuidad para ejercer cargos públicos, anunció su decisión de ser candidata en la Provincia de Buenos Aires.

Nada nuevo bajo el sol, apenas otro chiste de la realidad argentina, donde ya la vimos con esa misma condena terminar su mandato como Vicepresidente. Chiste, porque como Vicepresidente podía quedar al frente del Poder Ejecutivo Nacional, lo que significa estar a cargo de la administración general del país y comandar las Fuerzas Armadas cuando ya por sus antecedentes penales no hubiera sido contratada como cajera de un banco ni podido obtener credencial de legítima usuaria de armas de fuego. Chistes sin gracia son los que nos sobran en la política.

Y el referido en particular es una secuela del chiste de la "abogada exitosa" que jamás estuvo colegiada (y nadie suponga que al señalar el punto dejo de aborrecer la colegiación obligatoria), ni firmó escrito alguno como abogada. Chiste que viene de la mano de su esposo, el sí abogado Néstor Kirchner, quien allá por 1999 decía que desde que hacía política sus bienes personales no se acrecentaban sino que disminuían y que en tal sentido apenas tenía un "terrenito" de una hectárea que le costó 27.000 pesos. 

O sea, chistecitos como estos van a dejar de ser chistes cuando la decencia no sea negociable. Hoy, en Argentina, a todas luces la decencia es negociable. Por muchas razones que han escindido la política de la moral hasta convertirla en casta, una casta que no deja de ser tal porque se la insulte ocasionalmente.

Cristina Fernández es el exponente mayor de la casta política más desvergonzada y miserable. Y en su "operativo retorno", que no pudo ser "operativo clamor" (téngase presente ese detallecito), reflota su viejo afán de volver a manosear la Constitución Nacional. Ni más ni menos que el engañapichanga preferido del chanterío político: otra reforma constitucional.

Una vez más, y todas las que sea necesario, voy a repetir las sabias palabras de Julio Argentino Roca, el mejor Presidente que tuvo la Nación Argentina, cuando en el discurso inaugural de su primera Presidencia, 12 de Octubre de 1880, iluminó el futuro al decir: 

"No hay felizmente un solo argentino, en estos momentos, que no comprenda que el secreto de nuestra prosperidad consiste en la conservación de la paz y el acatamiento absoluto a la Constitución; y no se necesitan seguramente las sobresalientes calidades de los hombres superiores para hacer un gobierno recto, honesto y progresista. Puedo así sin jactancia y con verdad deciros que la divisa de mi gobierno será: Paz y Administración".

Destaco este concepto: "no se necesitan seguramente las sobresalientes calidades de los hombres superiores para hacer un gobierno recto, honesto y progresista". Compréndase que con esas palabras Roca se definía como un hombre común, uno más de su generación y no el salvador de la Patria. No pretendió ser "el padre de la democracia", ni autoproclamarse el mejor presidente, ni eternizarse en el poder, ni reescribir la historia, ni creerse dueño de cambiar la historia para siempre. Sin ninguna de las arrogancias tan mediocres como estúpidas que hemos visto desfilar de 1983 hasta hoy, aquellas palabras humildes ponían fuerza en el acatamiento a la Constitución Nacional. En las instituciones como expresión de la voluntad de ser y prevalecer de la Nación Argentina.

En un todo contrario con aquella humildad que trajo grandeza, la vanidad que trajo miseria ofrece la mágica solución de otra reforma constitucional. Un espejismo en tanto que antes de siquiera pensar en una reforma constitucional el país debe, necesariamente y a través de su dirigencia, hacer un largo y constante esfuerzo por alcanzar y sostener la irrestricta supremacía de la Constitución Nacional.

En tanto eso no ocurra, cualquier reforma repetirá la infame finalidad de toma y daca que registra la mala reforma de 1994 surgida del espurio Pacto de Olivos, por el cual Carlos Menem obtuvo su reelección a cambio de tirarle unos senadores a Raúl Alfonsín. No había ahí ninguna intención de mejorar las instituciones, ni contribuir al bienestar de los argentinos, fue puramente una farsa. 

El engaño en las propuestas de reforma constitucional consiste en presentar a la Constitución Nacional como obsoleta porque no se cumple y prometer que luego de reformarla sí van a cumplirla y hacerla cumplir. Pero esa promesa es pura mentira ya que no les interesa cumplir ni hacer cumplir la Constitución tal como está, ni les va a interesar cumplirla ni hacerla cumplir después de reformarla, porque de esa reforma lo único que les interesa es obtener algún beneficio específico. 

Si alguien duda que esto es así, recuerde que Cristina Fernández fue convencional constituyente en 1994. En esa reforma se incorporó al texto constitucional, en el Artículo 86, el órgano Defensor del Pueblo de la Nación. Ese órgano constitucional quedó acéfalo, y por lo tanto inutilizado, en el año 2009, cuando Cristina Fernández cursaba su primera presidencia. Desde entonces el artículo 86 de la Constitución Nacional está derogado de facto, dejando como único resabio una burocracia completamente inútil, sin que ningún espacio político evidencie interés alguno en recordar que todavía puede leerse en la Constitución un artículo 86. O sea: no cumplen ni sus propias reformas. 

Pero no sólo la política es responsable de ese ultraje a la Constitución Nacional, como en tantas otras cuestiones el Poder Judicial es cómplice y parte del mismo desprecio hacia las instituciones, por lo que con sus fallos en perjuicio de la ciudadanía contribuye a perpetuar y normalizar la irregularidad de un órgano constitucional devenido burocracia inservible. En definitiva, como siempre, son los jueces los que teniendo las herramientas para hacer cumplir la Constitución Nacional eligen mirar para otro lado.

Cristina Fernández, exponente de lo peor de una dirigencia política que deliberadamente confunde "dirigir" con rapiñar, pretende que no haya elecciones cada dos años sino cada cuatro. Su intención no es otra que ralentizar la erosión de su poder. Del mismo modo, coquetear con la idea del modelo mexicano para elección de jueces por voto popular tiene un evidente tufo a llevar la manipulación política del Poder Judicial a otro nivel todavía más desenfadado, porque si en México es posible que los narcos se hagan una fiesta de impunidad financiando a sus candidatos para jueces, no hay que olvidar el revoleo de bolsos del kirchnerismo ni los billetes contados por kilo. Todos sabemos que las campañas proselitistas requieren dinero, a veces un dinero que la decencia no puede disponer pero que nunca le falta a los corruptos.

Entiéndase que defender la Constitución Nacional es impedir la muerte del sueño argentino. Por eso protejamos la ya bastante averiada voluntad de ser y prevalecer de la Nación Argentina, rechacemos cualquier propuesta de reforma constitucional, provenga de quien provenga, hagamos y exijamos el esfuerzo por alcanzar y sostener la irrestricta supremacía de la Constitución Nacional. La fórmula del éxito no es ninguna poción mágica, son aquellas sabias palabras que pronunció Roca en 1880.

¡CONSTITUCIÓN O MUERTE!

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía. 





viernes, 30 de mayo de 2025

¿LA JUSTICIA NO SE MANCHA? PERO SI ES UNA MANCHA VENENOSA SUCIA DE TODA SUCIEDAD...



Me importa tres rábanos la causa por la muerte de Diego Maradona, por lo cual no le estaba prestando ninguna atención. Me desagradaba el personaje, gran jugador de fútbol pero horrible persona, tanto como me repugna el morbo periodístico de revolver sin piedad las miserias de su final. 

Pero muchas veces he afirmado y sostenido que en Argentina cualquier causa judicial puede convertirse en una novela interminable, no por la complejidad de las causas sino por la ineptitud, deshonestidad e intereses espurios a los que los jueces prestan más obediencia que a la Constitución Nacional. Y lo ocurrido  en ese juicio es apenas otra muestra más, sin que importen las jurisdicciones, de un Poder Judicial podrido.

Alguien me dirá, como siempre ocurre, que no todos los jueces son iguales y que hay que confiar en la Justicia. Los ilusos le ponen ganas. Pues bien, sin duda hay jueces decentes pero no son tantos como para torcerle el brazo a los corruptos. Y al decir "corruptos" no califico solamente la corrupción por la moneda (o el grueso billete), sino la corrupción ideológica de despreciar la Constitución Nacional para satisfacer al gobierno de turno o a una corriente política.

Sostengo, sin que nadie pueda refutarme, que ningún país con mayoría de jueces honorables, probos y eficientes alcanza el grado de daño institucional, degradación cultural, estrechez material y hasta miseria intelectual que exhibe la Nación Argentina.

Argentina es la prueba empírica de la corrupción judicial. 

Es más que suficiente para señalar una larga lista de jueces corruptos la sola existencia y continuidad del escandaloso prevaricato sistematizado que desde el 2003, para servir de cortina a la corrupción del kirchnerismo, se ensaña contra los vencedores del terrorismo castrista desconociendo todos y cada uno de los principios del Derecho Penal establecidos en la Constitución Nacional.

La misma Corte Suprema de Justicia de la Nación es un hato de corruptos que frente al golpe de Estado del 19 de Marzo de 2020, perpetrado por el kirchnerismo pretextando pandemia, desertó de sus funciones para doblegarse servil a Alberto de la Fernández, ese Nerón de ocasión que se decía profesor de Derecho Penal arrogándose prerrogativas que hasta un alumno de primer año de Derecho advertiría abusivas. Ni la CSJN, ni sus jueces inferiores, ni los fiscales, estuvieron a la altura de sus deberes como guardianes de la Constitución. 

Dejaron que la infeKtadura se enseñoreara sobre la vida y fortuna de los argentinos, convalidando aquella triste frase del policía que reflejando las órdenes que recibía dijo a una mujer que intentó hacer valer su derecho constitucional a caminar por la calle: "¿Qué Constitución, señora? ¡Estamos en pandemia!". Y mientras tanto diputados como senadores convalidaban y celebraban entusiastas los abusos del poder, porque según ellos así era como nos cuidaban... 

Escribo esto y recuerdo la campaña de ese gobierno infame para cambiar ciudadanía por "cuidadanía" y ciudadanos por "cuidadanos" que denunciaran a sus vecinos por atreverse a respirar. 

En su momento presenté denuncia penal por subversión del orden constitucional señalando una serie de delitos cometidos por funcionarios de los tres poderes. Por supuesto no prosperó y siempre lo supe, son todos cómplices, pero había que testimoniarlo.

Así que súmese una más a la interminable lista de infamias de eso a lo que mal se llama Justicia en Argentina. Los jueces necesariamente deben ser ejemplos de una moral superior al común de la ciudadanía, sin embargo en nuestro país son prácticamente un colectivo de discapacitados morales.

Y en el colmo de la hipocresía judicial se ha dicho, parafraseando al muerto cuya muerte y miserias seguirá en exposición al morbo público, que "la Justicia no se mancha". ¿Cómo podría mancharse una mancha sucia de toda suciedad? No es Justicia, es una mancha venenosa, un espanto que todo indica seguirá empeorando porque no hay ninguna voluntad política de adecentarla.

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.




martes, 27 de mayo de 2025

ANSIA DE PALABRAS, por Ariel Corbat.


ANSIA DE PALABRAS

Despierta sin dormir,
siempre me alcanza
pero nunca me alcanza.
Le sé venir
y otra vez es lo mismo,
casi lo mismo
porque nunca es lo mismo.
Como hambre y sed
necesita saciarse
y no hace más
que de mí alimentarse,
para volver
más fuerte cada vez.

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha

domingo, 25 de mayo de 2025

25 DE MAYO DE 1810, EL GEN DE LA CONFUSIÓN



Ha pasado mucho almanaque desde aquel 25 de Mayo de 1810. La observación objetiva de aquellas jornadas de Mayo, demuestra una revolución bastante rara que acaso, hermosa palabra la palabra "acaso", haya dejado impresa en la configuración de nuestra identidad nacional el signo de la confusión. 

La máscara de Fernando pudo haber sido el primer artilugio político de nuestra historia, pero muchos guardaban esperanzas sinceras de conservarnos parte de la Corona Española. Los seis años que demoró la Declaración de la Independencia, atravesando la frustración de la Asamblea Constituyente del Año XIII que no declaró la independencia (más allá de haber aprobado como Única Marcha Patriotica de las Provincias Unidas el "Oíd, Mortales" de López y Planes, en sí mismo una declaración de Independencia, y sancionado varias normas destacables) ni dictó una constitución, los dos objetivos de su convocatoria, son un claro indicador que la Revolución que livianamente se celebra como pretendiéndola clara no lo era en absoluto, no tuvo ideas ni liderazgos definidos. Se fue perfilando sobre la marcha, siempre mostrando más divisiones e intrigas internas que la cohesión de alguna clara definición de objetivos, principios e ideas que canalizaran la voluntad bajo un liderazgo rector. 

Y así, si la Independencia se demoró 6 años, la sanción de una Constitución Nacional efectiva sólo se dio en 1853, 43 años después de la Revolución y con varios ensayos constitucionales descartados en el camino entre anarquía y dictadura. 

Estados Unidos, por citar un antecedente, tuvo su Revolución del Té en 1773, con una clara determinación independentista (sin máscaras) que se formalizó en 1776 dando lugar a su Guerra de Independencia y en 1787 se concretó a través del dictado de una constitución federal. Pasaron  de la Revolución a la constitución en 14 años.

Esos 43 años convulsionados, violentos y confusos, que demoramos en darnos un orden constitucional sobreviven todavía hoy entre nosotros, como un instinto irrefrenable de nuestro ser nacional que sólo la gloriosa Generación del 80 supo mantener en caja por un tiempo.

Hoy, 25 de Mayo de 2025, veo al Presidente que voté evitar saludar en un acto protocolar (Tedeum) a la Vicepresidente que también voté. Veo a muchos que querían "independizarse" del yugo kirchnerista, adoptar conductas propias del kirchnerismo. Lo que elogio y lo que critico es conocido por los lectores de esta pluma así que no voy a reiterarme. Ya saben, si me acusan de ser un "ñoño republicano", diré que prefiero ser eso antes que convertirme en otro obsecuente celebrador de la falta de decoro. Las instituciones, enseñaba Roque Sáenz Peña, deben primar por sobre la voluntad de los hombres. 

No olvido, claro, que tras el golpe de Estado perpetrado por el kirchnerismo contra la Constitución Nacional el 19MAR20 con pretexto de pandemia, aberración todavía impune, debimos estar (los que estuvimos, porque a otros nunca los vimos salir a la calle), protestando ese 25 de Mayo en el Cabildo contra el estado de sitio de facto del régimen. Y en medio de toda esa confusión algo tenía claro: alcanzar y sostener la irrestricta supremacía de la Constitución Nacional es un principio irrenunciable. Por supuesto, muchos con vocación de vasallos antes que de ciudadanos no lo tenían claro entonces ni lo entienden hoy. 

Es tal vez una suerte de rasgo genético. Los argentinos somos producto de la confusión; una confusión que, Napoleón mediante, tuvo inicio en la farsa de Bayona. Y nos la apropiamos toda. 

Ciertamente, el mundo no está atravesando su momento de mayor claridad. La política occidental pareciera / ¿pareciera? estar en manos de estúpidos que no advierten cuáles son las amenazas que ya se pusieron en marcha. 

Por nuestra parte la claridad del rumbo que el disruptivo Milei le intenta fijar a la Argentina, sigue siendo endeble por lo tanto ficticia. Mal que le pese a la soberbia, falta mucho, demasiado, para que algún logro esté consolidado. 

No es por nada que aquí estamos acostumbrados al caos. Nos resulta cotidiano la incertidumbre, los violentos cambios de timón y "dirigentes" políticos que que no resisten ni medio archivo porque lo que dicen hoy lo niegan mañana (cuando no el mismo día). Largo y fastidioso sería enumerar contradicciones surgidas de las mismas bocas. 

En aquella Semana de Mayo, hubo quienes creyeron que todo había cambiado y en alguna medida así fue, pero nadie, absolutamente nadie, tuvo claro lo que significaba ese cambio ni lo que traería. No había ningún consenso sobre cómo seguir y las constantes guerras civiles lo dejaron claro.

Ojalá algún próximo 25 de Mayo, que mi generación difícilmente vea, se pueda celebrar que aquella confusión que heredamos de una Revolución revuelta, finalmente haya sido superada y sea un saber que capitalizamos del pasado para proyectarnos al futuro siendo lo que debemos ser.

¡VIVA LA PATRIA!

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.






miércoles, 21 de mayo de 2025

RECOPLA (crónica de un viaje)



Adonde quiera que voy...


En ocasiones viene bien la distancia, poner un océano de por medio para encontrar en la lontananza lo que nos es más cercano y ver con claridad lo que de cerca no es tan claro. Y debo reconocer que este viaje, cuya crónica pretendo escribir, ha sido el caso. Me sirvió, además. para desprenderme de la tentación de las redes sociales a las cuales, por razones ya expuestas en otro artículo, no voy a volver.

No soy afecto a los viajes largos, ni brotan de mí deseos turísticos. Sencillamente no los necesito. Los disfruto cuando se dan pero, acaso, hermosa palabra la palabra "acaso", el problema sea que rara vez mi imaginación se ve sobrepasada por la realidad. He viajado por trabajo sin que aquellos lejanos sitios me fueran ajenos ni sorprendentes, de alguna manera ya había estado antes ahí. 

Para mí la idea de viajar es más una fantasía, un juego de imaginar, que el deseo de transportarse. Lo que sí siempre he sentido al viajar es el anhelo de volver. No voy a compararme con mi admirado Julio Verne, el mejor novelista de todos los tiempos, pero el mundo que conoció fue infinitamente más grande que el que vio con sus propios ojos y sintió bajo su pies. Otras gentes en cambio han pasado por todos los continentes sin haber conocido nada o sorprendiéndose por lo que poco tiene de sorprendente. Digo: la mejor forma de viajar no es el barco, el avión ni ningún otro transporte, es la imaginación.

Como sea, un compromiso familiar -la boda de mi hijo mayor- me obligó a viajar a España. 

Una de las primeras cosas que hice en la Madre Patria fue ir a ver el Mediterráneo. Frente a ese mar, al contemplarlo, sentí y repasé agradecido toda la historia que formó nuestra herencia cultural. Mal que les pese a muchos, nuestra identidad nacional tiene sus verdaderos orígenes allí. 

El Mediterráneo, un mar; acaso como el de Solís.

Disgresión filosófica al margen y volviendo a la razón del viaje,  conste para el archivo que propuse participar por whatsapp de la boda de mi hijo, pero la idea de utilizar la tecnología para estar allí quedándome acá fue severamente vetada por mis mandos naturales (léase mi esposa, porque ¿saben?: así es como funciona el "patriarcado"). 

Vamos es vamos.

La ceremonia civil fue lo simple que deben ser los trámites administrativos. Y al mismo tiempo muy emotiva, como debe serlo, ya que el matrimonio es la formalización legal de la voluntad de una mujer y un hombre para constituir familia. Tener clara esa voluntad es lo que diferencia una verdadera decisión de vida de la firma de un mero y vulgar contrato.

Luego vino una ceremonia no religiosa y la consiguiente fiesta. Confieso que, ateo como soy, la ceremonia por Iglesia me resulta más agradable que cualquier otro tipo de confirmación a la decisión de ley; entre otras razones por la estética del rito y porque el único que habla es el sacerdote. En este caso me embocaron con la responsabilidad de decir unas palabras. Armar el discurso de padre del novio lo saca a uno de la tranquila expectativa de contemplar los acontecimientos y emocionarse en segundo plano, con permiso para soltar alguna lágrima sin llamar la atención. Algo que siendo un maldito sentimental, al igual que Boogie el Aceitoso, valoro particularmente.

Y te tiran el pesado encargo de decir unas palabras alusivas... En fin, que otra vez mi esposa me lo dejó claro: "Vas a hablar". O sea, ya saben, porque eso que llaman "patriarcado" siempre ha sido una broma femenina (no de feministas y mucho menos feminazis, porque las muy amargadas no tienen sentido del humor ni marido que las soporte).

¿Y qué decir? ¿Ir por el lado del humor al estilo de las películas gringas? Nop. ¿Contar alguna anécdota del crío? Nop. ¿Escribir un discurso sobre el matrimonio en el Derecho Romano, que para algo debo tener ese título de abogado? Nop. 

Era un brete de los que no admiten evasivas, así que después de darle vueltas al asunto encontré oportuno recitar "INFINITO". Unos versos que escribí años atrás a los que añadí unas palabras específicas para la ocasión: 

"En todo el universo, / de todas las variables / del tiempo y el espacio, / las posibilidades, / las probabilidades, / de un amor infinito, / contradicen la lógica / de ese mismo infinito. / Pero saben, quienes aman, / que todos los cielos caben / en una simple mirada. / No es más grande el infinito / que un beso ni una caricia, / de vidas entrelazadas / unidas y enamoradas. / Pues sin amor, todo, es nada.

Todos quienes estamos aquí, y los que acompañan desde la distancia, deseamos y celebramos sea el de ustedes un amor infinito. Consérvense buenos."

 


Después, liberado de la responsabilidad que me habían cargado, disfruté de la fiesta. Así, en determinado momento, sosteniendo uno de muchos martini´s y acodado en la barra frente a la pista de baile, viendo bailar juntos a mis tres hijos, sentí una de esas gratificaciones de la vida que uno se guarda porque van más allá de lo que se quiere narrar. Otro lindo momento fue cuando el DJ disparó Jijijí de los R2 dando lugar a un pogo de argentinos, al que me sumé sabiendo que a mi edad aquella salvajada festiva junto a mis hijos y sus amigos tendría consecuencias al otro día, como en efecto las tuvo: un dolor agradable, de esos que te recuerdan haber vivido el momento.

Cumplido y disfrutado el compromiso familiar, al que llevé sombrero de ocasión, volamos a Estambul. Con toda Europa a nuestra disposición para pasear unos días, elegimos Turquía. Pudo ser Italia, Croacia, Alemania, Francia o más de España, donde seguramente teníamos mayor afinidad espiritual, pero con Inés teníamos que ir a Turquía. 

La razón del capricho fue una película turca que vimos años atrás, una muy liviana comedia romántica filmada en un hotel rural de Capadocia con escenas que dejaban el guión en segundo plano para dar prioridad a la magnificencia del paisaje, vuelos en globo incluidos, como muy eficiente folleto de turismo. 

Desde entonces surgió como chiste interno de los dos decir "nos vamos a Capadocia" ante determinadas circunstancias. Y resultando que las bromas a veces se ponen serias, ese chascarrillo se impuso finalmente sobre cualquier otra opción de destino: íbamos a ir a Capadocia para volar en globo. Y lo hicimos. 


Volar en globo es algo que, al menos una vez en la vida, como peregrinar al Palacio Tomás A. Ducó, debe hacer todo hincha de Huracán.

Del Globo (ella de Independiente) y en globo.

La experiencia resultó simplemente bellísima. Nos tocó un clima ideal para gozar el paseo que, además del disfrute de un paisaje único, tuvo mucho de complacer a los niños que supimos ser leyendo a Verne. 


Me alegra, además, poder decir que tras haber volado en globo tengo algo más en común con Jorge Newbery, el primer héroe civil de la Nación Argentina, pionero de nuestros cielos y elegante varón de Tango. 


No se siente vértigo por la altura al elevarse y volar en globo, todo es serenidad y paz, o al menos así lo fue en nuestro caso. Lo mismo el descenso, que concretó el aeronauta con una suavidad y precisión absoluta, acertando milimétricamente aterrizar la barquilla sobre el trailer dispuesto para su posterior transporte en tierra. 


Estando allí, viendo al Sol asomar por el horizonte, recordé luego un poema muy corto que escribí con la sensación que me quedó tras haber subido una montaña en mi lejana juventud. Esa sensación contemplativa también aplica a colgar del cielo en una barquilla:

¿INSIGNFICANTE?

Estuve ahí. Ahí,
donde el viento y yo.
Los labios partidos
y la frente al sol.
Ese cielo inmenso
era todo mío:
guardé el universo
en un solo verso.


Luego, con la intensidad de todo tour corto y cargado de actividad en una región que hizo del turismo su principal industria (y la explota al máximo ofreciendo una impresionante variedad de servicios), excursionamos por los fantásticos paisajes naturales y las antiguas cuevas cavadas en la piedra desde hace miles de años que justifican, plenamente, se llame a Capadocia "cuna de la historia". 


Conmueve imaginar, en las condiciones de vida de aquellas personas, el espíritu de supervivencia para la adaptación al hábitat. Aunque seguramente allí tuvieron lugar los primeros problemas de consorcio...


Entrando en algunas de las cuevas que sirvieron como iglesias imaginé con facilidad que de estar ahí algunos de mis amigos, practicantes del catolicismo y otras corrientes cristianas, sin duda se persignarían.  


Muy particularmente me agradó visitar la ciudad subterránea de Özconak, que fuera descubierta por el müezzin Latif Acar cuando, en 1972, notó que el agua escurría rápido en un punto del jardín de su casa y al excavar indagando el motivo liberó un ingreso a esa construcción que servía como refugio durante las guerras. 

Piedra tallada como rueda para servir de puerta.

Latif Acar es pues una celebridad local y recibe a los turistas desde entonces, aunque a partir de 1990 la Dirección Especial de Ciudades Subterráneas del área gubernamental de museos se hizo cargo de conservar y administrar su hallazgo.

El guía del grupo que integramos nos lo presentó al llegar. Latif Acar entonces me señaló, por mi altura, advirtiéndome que debía tener cuidado de no golpearme la cabeza durante el recorrido. Efectivamente dentro de esa ciudad subterránea los techos son bajos, y aunque en algunas salas, como bodegas, podía estar de pie sin problemas, en otras debía encorvarme y para atravesar algún pasaje hasta tuve que andar en cuclillas. 


A la salida volví a ver a Latif y con gestos alegres celebramos que mi cabeza resultara ilesa. Le pedí que me firmara el libro que vendía, "Capadocia, cuna de la historia" y nos despedimos con un fuerte apretón de manos. Para él sin duda este argentino fue otro turista más, pero yo no creo que vaya a olvidarlo. 

Latif Acar y Ariel Corbat.

Me hubiera encantado quedarme un rato largo para que me contara las sensaciones que experimentó al ingresar en ese laberinto que durante cientos de años, acaso más de mil, permaneció completamente olvidado y oculto.

Pero todo tour con guías turcos es rígidamente cronometrado, sin pausa y sin descanso. Así que pasamos a otro evento gracias al cual puedo jactarme de haber triunfado en Turquía como modelo de pasarela y payaso ante un público internacional. 

Es que Capadocia es turismo y al turista (como en todas partes del mundo donde se explota el turismo) hay que hacerle gastar tanto dinero como sea posible. Así que nos llevaron a una tienda de camperas de cuero (de cordero, principalmente), muy bonitas y de gran calidad todas pero también muy caras. Inaccesibles para el bolsillo de este caballero.

Los vendedores turcos son tan insistentes que resultan agresivos, pero siendo pobre además de tacaño (casi miserable) soy la clase de piedra que no horadan el viento ni el agua. Sacarme un mango a mí, já, ¡qué ilusa ocurrencia! (después patino con boludeces, pero ese es otro tema).

Como sea, montan un desfile de modelos para exhibir sus productos e "invitan" a desfilar a dos de los potenciales clientes. Viendo que todos evitaban el convite tuve la ocurrencia de ofrecerme de voluntario. En la trastienda me dieron una campera de precio exorbitado y de mi talla con la que salí a la pasarela para una pasada con actitud Derek Zoolander, como debía ser. A mitad de la pasada, ya conquistado el público con la elegancia natural de mi porte fino y distinguido, extraje de mi bolsillo algo que como es sabido por lectores de este blog llevo siempre conmigo: nariz de payaso. Un éxito, pero el éxito recién comenzaba. 

No sabía cómo iban a tomar los modelos que me pusiera en rol payaso durante su trabajo, pero al volver al vestidor estaban todos felices y entusiasmados. Tanto que uno de ellos apareció sonriente ofreciendo una peluca multicolor. Me la calcé de inmediato y me quedaba divinamente, por supuesto, entonces volvimos a la pasarela con una estruendosa ovación y aplausos. El público, unas 30.000 personas (cifra creíble si las hay 😂) deliraba de entusiasmo. Ahí lo tienen todos quienes decían que jamás en mi vida conseguiría un éxito: ¡In their faces, damned wretches! Envidien a este Payaso que lo fue por primera vez subiendo al escenario con Pepitito Marrone, en su circo, para la rutina de me saco el saco me pongo el pongo. 


Finalmente volvimos a Estambul. Una ciudad gigantesca, de contrastes, que en lo poco que pudimos ver (siempre dentro del circuito turístico) no me generó mayor simpatía.

Desde luego es una pena que Constantino la haya perdido, algo que sentía y pensaba viendo la llamada Torre de los Genoveses mientras un fulano con dolor de estómago gritaba alabanzas a Alá por los altoparlantes de un minarete. 

Inés con la Torre de los Genoveses.

Si les jode que una vez cada tanto los testigos de Jehová toquen timbre un domingo a la mañana para predicar su fe en plan proselitista, les aconsejo evitar los países musulmanes o llevar tapones para los oídos, porque cinco veces por día (incluyendo una a las cuatro y media de la mañana que me despertó siempre) los muchachos con dolor de estómago obligan a todos, musulmanes o no, a escuchar sus llamados a rezar como lamentos de guardia de hospital. Curiosamente Turquía es un país con mayoría de musulmanes no practicantes, pero el Islam está ahí como un ordenador social prepotente.

Ya iría siendo hora de hacerle saber a los musulmanes que para rezar cinco veces por día no necesitan aturdir a propios y extraños, bien podrían adaptarse a la modernidad con una aplicación de las que no existían en tiempos de Mahoma y no romper las pelotas al resto; pero esa no es la finalidad del Islam y mucho menos como lo entienden sus fanáticos. Hay, desde esa imposición pública, una clara intolerancia. Y es que desfasados en el tiempo, en realidad los fanáticos, aquellos que intentan imponer su fe a los demás, no son verdaderos creyentes, son falsos devotos que utilizan la religión como un modo de obtener poder y control social. Y esto vale lo mismo para musulmanes, judíos, cristianos, etc. Quien realmente vive su fe respeta las de los demás.

Pero me estoy saliendo de foco, no es mi intención ponerme serio ni escribir aquí un ensayo sobre la tolerancia religiosa entendiendo la fe como cuestión de conciencia y no de imposición política. 

Vuelvo a la crónica del viaje y alejándome de la inconveniente seriedad cierro con la última vivencia turca de este turista argento. Como es sabido, Estambul es el nombre que tiene hoy Constantinopla tras que fuera conquistada por Mehmed II en 1453. Y desde los tiempos del Imperio Bizantino es tradición que los hombres que visitan la ciudad del Bósforo se lleven un tatuaje en homenaje a su estadía. No soy afecto a los tatuajes, en rigor de verdad los detesto, aún así, sintiendo el peso de la tradición ya no podía irme de Turquía sin tatuarme. Dolió bastante, pero valió las lágrimas. Me dieron a elegir las frases, conforme al tamaño del lienzo, y me traje escrito en la piel con letra clara y cursiva: "Recuerdo de las bellas noches que gocé en Constantinopla". Con este frío que al retorno encontré en Vicente López, a primera vista se lee "ReCopla". 

Sabrán disculpar si no lo extiendo y muestro, porque soy bastante tímido.

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía. 
Estado Libre Asociado de Vicente López

¿Qué es la Derecha?

¿Qué es la Derecha?
La Derecha, soy yo.

Ariel Corbat

Ariel Corbat
Ariel Corbat