Sigue siendo difícil pensar la Argentina en términos prácticos. Hay demasiadas cadenas alrededor de la Libertad y lo peor es que llevan tanto tiempo ahí que muchos las han naturalizado, al punto de creer que el futuro debe ser con ellas; en el mejor de los casos quizá no tan ajustadas, pero con ellas.
Viene de antaño la cosa. En su marcha contra la tiranía de Rosas, Juan Lavalle supo observarla: "...no he encontrado más allá sino hordas de esclavos tan envilecidos como cobardes y muy contentos con sus cadenas".
No alcanzó con que Alberdi pensara Las Bases, ni con la Constitución de 1853 para que los esclavos de alma quisieran dejar de serlo. Libertad o tiranía, civilización o barbarie, ciudadanos o vasallos, esa sigue siendo la cuestión.
No alcanzó con que Alberdi pensara Las Bases, ni con la Constitución de 1853 para que los esclavos de alma quisieran dejar de serlo. Libertad o tiranía, civilización o barbarie, ciudadanos o vasallos, esa sigue siendo la cuestión.
Hay en la Argentina quienes no aspiran a otra cosa que vivir como vacas. Seres cuya aspiración es ser alimentados y guiados; aunque los lleven al matadero. Aplaudidores de comparsa y piquete, celebradores de todo lo opuesto a la dignidad y la cultura del trabajo que parte de ganarse el pan con el sudor de la frente. Esa es la herencia kirchnerista.
Y hay quienes quieren llevarlos al matadero. Así Hernán Brienza, con un comentario envilecido y cobarde, pretendió intimidar la voluntad de cambio con la amenaza del fin de la democracia y un enfrentamiento civil.
Y aunque Brienza sea un cuatro de copas, hay que tomar nota; también del mal gusto que implica postear eso en la fecha patria del 2 de Abril. Envilecido nos amenaza con otra guerra civil y cobardemente se victimiza por el rebote de sus dichos.
Es claro que hay un enfrentamiento en la Argentina, una batalla cultural que es preciso librar a brazo partido. Pero no es un enfrentamiento sin solución, que necesariamente vaya a decantar en violencia colectiva. En las guerras civiles hay bandos que tienen verdades enfrentadas y no es el caso aquí; porque sencillamente el origen de ese enfrentamiento es la mentira de los 30.000 desaparecidos, la falsedad de los comunistas que pretenden pasar por peronistas, la imbecilidad progre de llamar "revolución" a la dictadura castrista y la corruptela escandalosa de poner precio a la sangre desde el negociado de los derechos humanos como telón de fondo para toda la corrupción kirchnerista.
Alcanza con la verdad para que prime la razón y demos vuelta la hoja sin agregar más renglones de sangre al libro de nuestra historia. Tampoco puede haber guerra civil porque requiere de dos bandos que odien, y los que somos republicanos y democráticos, patriotas en una palabra, no podemos odiar a los que no lo son. Odiarlos sería tener algo en común con ellos, hacerles el juego, ceder a la tentación atávica de la resolución primaria. Además, ya los vencimos antes por las armas y ahora también por los votos.
Escribían en las paredes "ni lo piensen, gorilas" cuando eran gobierno. Pero lo pensamos y lo hicimos.
Sigán así que no vuelven más. A llorar a Venezuela y Cuba.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
www.plumaderecha.blogspot.com
Estado Libre Asociado de Vicente López
Y hay quienes quieren llevarlos al matadero. Así Hernán Brienza, con un comentario envilecido y cobarde, pretendió intimidar la voluntad de cambio con la amenaza del fin de la democracia y un enfrentamiento civil.
En la década infame del régimen K falsearon la historia y mintieron sus muertos con tal descaro que Sergio Schoklender llamó a Néstor Kirchner el "desaparecido 30.001", de esa irracionalidad proviene el comentario de Brienza.
Y aunque Brienza sea un cuatro de copas, hay que tomar nota; también del mal gusto que implica postear eso en la fecha patria del 2 de Abril. Envilecido nos amenaza con otra guerra civil y cobardemente se victimiza por el rebote de sus dichos.
Es claro que hay un enfrentamiento en la Argentina, una batalla cultural que es preciso librar a brazo partido. Pero no es un enfrentamiento sin solución, que necesariamente vaya a decantar en violencia colectiva. En las guerras civiles hay bandos que tienen verdades enfrentadas y no es el caso aquí; porque sencillamente el origen de ese enfrentamiento es la mentira de los 30.000 desaparecidos, la falsedad de los comunistas que pretenden pasar por peronistas, la imbecilidad progre de llamar "revolución" a la dictadura castrista y la corruptela escandalosa de poner precio a la sangre desde el negociado de los derechos humanos como telón de fondo para toda la corrupción kirchnerista.
Alcanza con la verdad para que prime la razón y demos vuelta la hoja sin agregar más renglones de sangre al libro de nuestra historia. Tampoco puede haber guerra civil porque requiere de dos bandos que odien, y los que somos republicanos y democráticos, patriotas en una palabra, no podemos odiar a los que no lo son. Odiarlos sería tener algo en común con ellos, hacerles el juego, ceder a la tentación atávica de la resolución primaria. Además, ya los vencimos antes por las armas y ahora también por los votos.
Escribían en las paredes "ni lo piensen, gorilas" cuando eran gobierno. Pero lo pensamos y lo hicimos.
Sigán así que no vuelven más. A llorar a Venezuela y Cuba.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
www.plumaderecha.blogspot.com
Estado Libre Asociado de Vicente López
De derecha dices..., claramente. Ahora, si puedes...,miralo del otro lado.
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