Tengo fuertes dudas respecto a que Mauricio Macri quiera realmente ser Presidente en 2015. Más aún, no me sorprendería que finalmente decida no presentarse y poner término a su carrera política.
Me baso para ello en la pobre concepción de la construcción política que evidencia el PRO. Como partido cerrado de camarilla, dedocrático y lector de encuestas por ser vacilante en lo ideológico, es poco probable que pueda en dos años hacer pie firme, y con la fuerza necesaria, en distritos imprescindibles para la carrera presidencial. Sin armado fuerte en la Provincia de Buenos Aires no es viable ninguna candidatura a Presidente, y en las últimas elecciones el PRO no llevó lista propia en territorio bonaerense. Se licuó la posibilidad de presencia amarilla yendo dentro del Frente Renovador, y en esa decisión no hubo un consenso generado desde la institucionalidad partidaria; inexistente por cierto. Fue la decisión de Mauricio Macri, asesorado por Jaime Durán Barba. Siguiendo este camino, en unos meses el ecuatoriano irá con una encuesta a verlo a Mauricio y le dirá que los números no dan, para alegría de Antonia.
Señal de la pobre institucionalidad del PRO es que Horacio Rodríguez Larreta, entrevistado por radio en la mañana del 15AGO13, y para justificar que dentro del PRO no hay internas ni decisiones de los afiliados, sino solamente el dedo de Mauricio Macri, dijo textualmente: "Nosotros no cuestionamos el modo en que la Presidente elige sus candidatos". ¿La nueva política?, bien, gracias, buscando juntar a famosos con obsecuentes... siguiendo el manual de Durán Barba.
Si Mauricio Macri en verdad quiere ser Presidente debería entender que la política no se reduce a la gestión de gobierno, ni a la espera de lo providencial, ni a sumar desencantados que lo sigan porque sí. La política es una construcción colectiva, que requiere mayores consensos a mayores ambiciones. Otro kirchnerismo no le sirve a la República.
La única posibilidad que tiene Mauricio Macri para ser Presidente de la Nación es librarse de las "estrategias" de Durán Barba y abrir el PRO al voto de los afiliados, tal como hace rato lo viene planteando Pedro Benegas desde Pro Libres.
Abriendo sus puertas, mostrando sus internas y resolviéndolas por el voto de los afiliados, el PRO demostraría ser un partido democrático, cosa que hoy no es, y sobre esa base de convocatoria lograría un crecimiento exponencial que rápidamente lo posicionaría en todo el país.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López
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