El derecho a la autodeterminación de los pueblos no puede ser alegado por cada tirano que se autotitula "amado líder" para lograr la indiferencia del mundo mientras da muerte a los opositores.
En cada uno de los países donde la dictadura se eterniza los demócratas tenemos el deber de apoyar a los disidentes, de fomentar la rebelión y llegado el caso de concurrir con los ejércitos de distintas naciones en pos de la liberación.
Entre la certeza de la oscuridad autoritaria y la esperanza de una luz democrática, la única opción posible es afrontar el riesgo del después. Lo contrario sería lisa y llana cobardía, ceder al chantaje del que mata a su pueblo y promete actos terroristas en terceros países.
Apoyo el ataque internacional contra las fuerzas dictatoriales en territorio de Libia, porque la humanidad entera se envilecía dejando que Khadafi masacrara a los rebeldes.
Permitir que el régimen verde apague la chispa de la libertad, sería negar toda esperanza a los millones de seres humanos que se ven privados de los más elementales derechos por padecer a otros dictadores de la misma miserable calaña.
Para decirlo claramente: voltear a Khadafi será decirle a nuestros hermanos cubanos que las balsas no son la única salida hacia la libertad.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
http://www.plumaderecha.blogspot.com
Estado Libre Asociado de Vicente López
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