Invitado por Consenso Cívico, a través del Movimiento Productivo Argentino (MPA) y la Fundación Cieso, participé de la charla que, bajo el título: "Código Civil y de Comercio ¿Qué se esconde detrás de la reforma?", ofrecieron los Dres. Guilermo Borda, Graciela Camaño, Jorge Laferriere y Pablo Tonelli el 23 de Octubre de 2012.
Borda, Camaño, Laferriere y Tonelli |
El evento, realizado en el auditorio de la Asociación Dirigentes de Empresas (ADE), estuvo presentado y coordinado por el Dr. Guillermo Yanco.
Expuso en primer lugar el Dr. Guillermo Borda, reconocido especialista en Familia, quien tras subrayar que el Código Civil vigente ya no es estrictamente el del Dr. Dalmacio Vélez Sarsfield, debido a las modificaciones que le fueron introducidas a lo largo del tiempo, sostuvo que con esas actualizaciones el Código tal como está es mejor que el anteproyecto que impulsa el oficialismo. Según Borda, el Código proyectado es una suma de trabajos individuales y no la síntesis de un grupo de trabajo, por lo cual carece de armonía.
En materia de cuestiones puntuales objetó Borda la introducción en materia de capacidad de la figura del "adolescente", personas de entre 13 y 18 años, según el Art. 25 del Anteproyecto, y que al adolescente mayor de 16 años se le considere "como un adulto para las decisiones atinentes al cuidado de su propio cuerpo" (Art. 26).
En cuanto al matrimonio, consideró Borda que es nocivo para la familia la supresión de deberes como la fidelidad, sobre los cuales se vertebra el concepto, y que subsistan solamente los de asistencia (Art. 431) y alimentos (Art. 432). Rescató en cambio, como positivo, la posibilidad para los cónyuges de optar entre el régimen patrimonial de comunidad, similar al actual, y el de separación de bienes (Art. 505 y siguientes); aunque también consideró negativo que el régimen pueda ser modificado cada año (Art. 449).
Respecto del divorcio, manifestó que si bien el divorcio vincular es lo usual, la eliminación de la posibilidad de separación personal no contempla algunas situaciones que pueden darse y que hacían conveniente la subsistencia de esa posibilidad. Tampoco aprueba Borda que no haya un plazo mínimo de tiempo que deba dejarse transcurrir para pedir el divorcio.
Así hizo notar que mientras se debilita el matrimonio se fortalecen las uniones convivenciales (Art. 509 y siguientes) que a los dos años de convivencia (Art. 510) en los efectos prácticos quedan casi equiparadas con el matrimonio. Finalizando su exposición, Borda consideró orientada a la particular situaciones de jóvenes de familias acomodadas, la obligación impuesta a los padres de sostener económicamente a hijos mayores de edad y hasta los 25 años que cursan estudios de la clase que impiden trabajar (Art. 663). El aumento de las porciones disponibles en materia sucesoria fue destacado como un avance reconocible en el Anteproyecto.
La conclusión del Dr. Guillermo J. Borda es que la reforma esconde un ataque a la familia a través del cambio de los paradigmas tradicionales por otros propios de una cultura individualista.
La conclusión del Dr. Guillermo J. Borda es que la reforma esconde un ataque a la familia a través del cambio de los paradigmas tradicionales por otros propios de una cultura individualista.
La Dra. Graciela Camaño, quien como Diputada Nacional es una de las legisladoras más capaces y serias con que cuenta la República Argentina, siguió al Dr. Borda en el uso de la palabra, y con buen criterio político hizo notar que es necesario ordenar el desorden en materia de leyes, razón por la cual prefiere ver con optimismo el proyecto, lo cual no le impidió criticarlo en cuanto a que se habla de la constitucionalización del Código Civil y de latinoamericanismo pero ninguna de esas dos cosas ocurren con un Anteproyecto que carece de notas y no reconoce fuentes. No hay explicación alguna de cómo fueron convocados los juristas que participaron de las comisiones, cuya mayor parte pertenece al Poder Judicial.
Al decir de Camaño, se pretende que se vote a libro cerrado aduciendo que así se votó el Código de Vélez Sarsfield, pero aquel proyecto tardó años en elaborarse y fue entregado por tramos, lo que hizo que no fuera estrictamente tratado a libro cerrado. El pedido del Poder Ejecutivo para que sea aprobado en un tiempo preciso y a libro cerrado es pues rayano con la inconstitucionalidad, pero si así ha de ser aprobado es porque el 54% del electorado voto por esto, entonces que cada quien se haga cargo de su responsabilidad cívica y tratemos de votar mejor en las próximas elecciones. Debo acotar que cuando dijo eso el auditorio rompió en aplausos.
El Anteproyecto, marcó Camaño, tiene base en el proyecto de reforma de 1998, y la falta de armonía es tal que hay artículos que parecen haber sido escritos por dos autores discordantes. Consideró notorio que en materia de Familia se crean antinomias entre el interior profundo del país y los que viven alrededor del Obelisco, ya que se pretende legislar en detrimento de las mujeres, en especial de las mujeres pobres, y en perjuicio de la familia a favor del hedonismo. Así, en el caso de la gestación por sustitución (Art. 562) se sostiene que la gestante no debe haber recibido ningún pago previo, pero nada se dice de la posibilidad de un pago posterior, y el requisito de que haya tenido al menos un hijo anterior parecería estar apuntando a que no se encariñe con la criatura en su vientre, lo cual es lisa y llanamente una bestialidad tendiente a la deshumanización. Otra vez el Anteproyecto pareciera estar destinado a solucionar el problema de personas de holgada posición económica, porque está claro que no se dará el caso en que una señora de Recoleta vaya a ser gestante del hijo de su empleada doméstica. Las gestantes van a ser así, casi por definición, mujeres pobres.
La conclusión de la Diputada Camaño es que la normativa relacionada con la dinámica de los progresos científicos requieren de otra legislación y no ser incorporada al Código Civil, que por su naturaleza apunta a lo estable.
Fue luego el turno del Dr. Jorge Laferriere, Director de Investigación Jurídica Aplicada de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Argentina (UCA), quien abordó la cuestión de las tendencias en materia de bioética. De acuerdo al desarrollo científico, en los '80 la infertilidad estaba en el centro del debate, a partir del nuevo milenio el conocimiento de la secuencia completa del genoma humano cambió el encuadre bioético que desde el 2000 para acá se centra en el deseo reproductivo. Esto hizo que en el 2008 Estados Unidos aprobara una ley contra la discriminación genética, puesto que la vida humana se ha vuelto susceptible de ser vista como material operable.
El Anteproyecto de Código Civil, al decir de Laferriere, se encuadra en la concepción que tiene al imperativo tecnológico en la lógica del sistema utilitarista, y por ello no considera personas a los embriones antes de ser implantados en el útero (Art. 19), lo cual es excluyente de derechos en relación a que hoy sí se los considera tales. El sentido individualista que prima en materia biotecnológica choca con el derecho a la identidad de los niños nacidos por fecundación artificial. Este individualismo, afirma Laferriere, no hace personas más libres, sino que debilitándose la familia las personas son más vulnerables frente al Estado.
La impactante conclusión del Dr. Laferriere es que individuos autoreferenciales no hacen una sociedad.
Por último habló el Dr. Pablo Tonelli -de quien sigo opinando que debe renunciar a su banca de Diputado Nacional-, para manifestar que la comisión redactora tomó el proyecto de 1998, citó a juristas que no dejaron constancia de sus opiniones y el resultado es un código contradictorio que carece de orientación clara. Así, frente al individualismo con que se legisla el matrimonio, aparece la unión convivencial con un marcado sentido paternalista; y en otro orden, el "interés superior del niño" cae ante el "derecho al hijo" lo que se hace muy evidente en el caso de la fertilización post mortem.
Mi opinión:
Tenemos años de debate por delante. El Código Civil es un complejo entramado de normas atinentes al desenvolvimiento cotidiano de las personas, la vieja pregunta de cuánto debe acompañar el legislador y cuánto debe orientar se hace palpable en esta materia. En cualquier caso ya es casi un hecho consumado que el nuevo código será aprobado. Sin embargo, el Derecho es materia viva, y lo que el legislador pretende muchas veces se da de bruces contra la realidad. Habrá que ver si los nuevos paradigmas logran modificar la identidad profunda de los argentinos, o sí, en cambio, esa identidad cultural, social, familiar, es suficientemente fuerte para resultar capaz de sortear el temporal y terminar al cabo de unos pocos años revirtiendo la orientación de este individualismo no liberal, hedonista y superficial que, estoy seguro, forma parte de la estrategia del kirchnerismo para lograr una sociedad desarticulada, desarraigada y enteramente dominable. Esto, recién comienza.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
www.plumaderecha.blogspot.com
Estado Libre Asociado de Vicente López.
Información accesoria suministrada por Carlos Brown:
La conclusión de la Diputada Camaño es que la normativa relacionada con la dinámica de los progresos científicos requieren de otra legislación y no ser incorporada al Código Civil, que por su naturaleza apunta a lo estable.
Fue luego el turno del Dr. Jorge Laferriere, Director de Investigación Jurídica Aplicada de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Argentina (UCA), quien abordó la cuestión de las tendencias en materia de bioética. De acuerdo al desarrollo científico, en los '80 la infertilidad estaba en el centro del debate, a partir del nuevo milenio el conocimiento de la secuencia completa del genoma humano cambió el encuadre bioético que desde el 2000 para acá se centra en el deseo reproductivo. Esto hizo que en el 2008 Estados Unidos aprobara una ley contra la discriminación genética, puesto que la vida humana se ha vuelto susceptible de ser vista como material operable.
Dr. Jorge Laferriere |
El Anteproyecto de Código Civil, al decir de Laferriere, se encuadra en la concepción que tiene al imperativo tecnológico en la lógica del sistema utilitarista, y por ello no considera personas a los embriones antes de ser implantados en el útero (Art. 19), lo cual es excluyente de derechos en relación a que hoy sí se los considera tales. El sentido individualista que prima en materia biotecnológica choca con el derecho a la identidad de los niños nacidos por fecundación artificial. Este individualismo, afirma Laferriere, no hace personas más libres, sino que debilitándose la familia las personas son más vulnerables frente al Estado.
La impactante conclusión del Dr. Laferriere es que individuos autoreferenciales no hacen una sociedad.
Por último habló el Dr. Pablo Tonelli -de quien sigo opinando que debe renunciar a su banca de Diputado Nacional-, para manifestar que la comisión redactora tomó el proyecto de 1998, citó a juristas que no dejaron constancia de sus opiniones y el resultado es un código contradictorio que carece de orientación clara. Así, frente al individualismo con que se legisla el matrimonio, aparece la unión convivencial con un marcado sentido paternalista; y en otro orden, el "interés superior del niño" cae ante el "derecho al hijo" lo que se hace muy evidente en el caso de la fertilización post mortem.
Mi opinión:
Tenemos años de debate por delante. El Código Civil es un complejo entramado de normas atinentes al desenvolvimiento cotidiano de las personas, la vieja pregunta de cuánto debe acompañar el legislador y cuánto debe orientar se hace palpable en esta materia. En cualquier caso ya es casi un hecho consumado que el nuevo código será aprobado. Sin embargo, el Derecho es materia viva, y lo que el legislador pretende muchas veces se da de bruces contra la realidad. Habrá que ver si los nuevos paradigmas logran modificar la identidad profunda de los argentinos, o sí, en cambio, esa identidad cultural, social, familiar, es suficientemente fuerte para resultar capaz de sortear el temporal y terminar al cabo de unos pocos años revirtiendo la orientación de este individualismo no liberal, hedonista y superficial que, estoy seguro, forma parte de la estrategia del kirchnerismo para lograr una sociedad desarticulada, desarraigada y enteramente dominable. Esto, recién comienza.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
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Información accesoria suministrada por Carlos Brown:
Consenso Cívico es un espacio para el debate de políticas de Estado, con una visión amplia y plural, conformado por las siguientes fundaciones: Alem, Argentina Siglo 21, Afianzar Abogados por la República, CIDI, CIESO, Consenso Republicano, CADAL, Democracia y Consenso, Instituto Dr. Guillermo Maci, FARO, Movimiento Productivo Argentino, Nuevas Generaciones y Pensar.
Los Expositores:
Guillermo Borda: Abogado. Ha sido miembro del Consejo Directivo del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal y del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente es miembro del Instituto de Mediación y Arbitraje CEMA; docente universitario y conferencista en el país y en el extranjero. Posee numerosas publicaciones y artículos en la materia.
Graciela Camaño: Abogada. Actualmente es Diputada Nacional. Se desempeñó como Ministra de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación. Fue Presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Honorable Cámara de Diputados. Ha recibido en numerosas oportunidades reconocimientos por parte de gremios, asociaciones y otras entidades por su labor en temas de Empleo, Seguridad Social, Salud y Mujer.
Jorge N. Laferriere: Abogado y doctor en Ciencias Jurídicas. Docente universitario. Es Director de Investigación Jurídica Aplicada de la Facultad de Derecho de la UCA; director de la Revista Prudentia Iuris; y Director del Centro de Bioética, Persona y Familia de la misma Facultad. Es autor de numerosas publicaciones y artículos.
Pablo Tonelli: Abogado. Docente universitario y miembro de la Asociación Argentina de Derecho Constitucional. Entre otros cargos, fue Jefe de Gabinete del Secretario de Justicia de la Nación; Subsecretario de Justicia de la Nación; asesor sobre la reforma de la ley orgánica municipal y para la reforma de la Constitución Provincial de Buenos Aires. Además, fue integrante y secretario de la “Comisión de Estudio para la Reforma de la Justicia” del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Actualmente, es diputado nacional por el PRO.