jueves, 8 de agosto de 2024

EL BLOQUE LIBERTARIO ESTÁ ROTO: PATITOS O LEONES, ESA ES LA CUESTIÓN.


Gabriel Bornoroni,
presidente del bloque de diputados de La Libertad Avanza.

"Confianza" entendida como conducta por tiempo atravesando distintas situaciones, es el vínculo que sostiene la mayor parte de las relaciones humanas; por eso cuando se pierde sobrevienen las rupturas.

En menos de un año el bloque de diputados de La Libertad Avanza ha experimentado severos problemas internos que, si bien pueden ser entendidos como la desprolijidad propia de los armados políticos que se conforman en poco tiempo y de apuro, debilitan la confianza entre sus miembros y finalmente la rompen.  

La falta de cohesión interna quedó expuesta en la fractura del mes de Abril (a sólo cuatro meses de las elecciones) cuando Oscar Zago, quien había sido ni más ni menos que el presidente de la bancada libertaria, junto a los diputados María Cecilia Ibáñez y Eduardo Falcone, formaron su propio bloque como MID (Movimiento de Integración y Desarrollo). No hace al objeto de este artículo recordar ahora el trasfondo de esa ruptura, sólo señalar el antecedente que disminuyó el bloque de La Libertad Avanza a 38 diputados.

Sobre ese antecedente cabe analizar la situación generada en el bloque libertario tras al visita de seis de sus miembros al presidio de Ezeiza para entrevistar a presos del prevaricato sistematizado en los llamados "juicios de lesa humanidad".

Registro fotográfico de diputados de La Libertad Avanza
en su visita a los presos del prevaricato.
Nada que ocultar y mucho prevaricato que visibilizar.

El lamentable espectáculo ofrecido desde el interior del bloque libertario durante la ofensiva del kirchnerismo contra los diputados que acudieron a Ezeiza, deja claro que el bloque de diputados de La Libertad Avanza está irremediablemente fragmentado, fracturado, roto. La confianza entre sus miembros, si alguna vez la hubo, se ha desvanecido y donde debiera haber intereses comunes lo que prima es la enemistad.

El quiebre es de una evidencia violenta, por lo que mantener la formalidad de un mismo bloque sólo proyecta nuevos y peores papelones. Está claro que los 38 no son 38, hay varios que restan, con estupideces que van de acatar la corrección política en términos del kirchnerismo hasta la más descarada traición.

De los seis diputados que cumpliendo con sus funciones acudieron a Ezeiza, cuatro se han mantenido firmes y dignos: María Fernanda Araujo, Beltrán Benedit, Alida Ferreyra y Guillermo Montenegro.

Araujo, Montenegro, Ferreyra y Beneit,
firmes y dignos.

La conducta ejemplar de estos cuatro diputados, sosteniendo incluso un silencio estoico frente a los agravios (que yo no hubiera aconsejado), en sintonía con el silencio de Javier Milei y Victoria Villarruel, contrasta con la indignidad de Rocio Bonacci, quien defeccionó en un primer momento y de Lourdes Arrieta que lo hizo después. 

Estoy convencido que el silencio no fue una buena estrategia, toda La Libertad Avanza debió salir con los tapones de punta a defender la visita, comenzando por el presidente del bloque Gabriel Bornoroni, porque hay sobrados argumentos para defenderla y porque más allá que al fin de cuentas la sesión en la que el kirchnerismo iba a promover sanciones se cayó, esa movida se pudo cortar antes. Luego este tema, el del prevaricato sistematizado desde 2003, debe instalarse en la agenda política y  avanzarse en su resolución, porque es un imperativo de justicia y porque cañonea bajo la línea de flotación el predominio cultural del kirchnerismo.

Queda claro entonces que esos seis diputados no pueden seguir compartiendo bancada. La permanencia de los seis en un mismo espacio es un imposible ético, son dos por un lado y cuatro por otro, porque ni siquiera el pragmatismo de la política podría servir de "La gotita" para recomponer la confianza quebrada. Que permanezcan juntos, entonces, haría del bloque un amontonamiento hipócrita.

El caso de Lourdes Arrieta es particularmente grotesco, al punto que ya no bastaría con expulsarla de la bancada sino del Congreso. Defraudando a todos quienes la apoyamos, Arrieta demostró ser inhábil mental y moral para seguir ocupando una banca en la Cámara de Diputados, ya que al decir que acudió a Ezeiza engañada y no saber quién es Alfredo Astiz, deja en evidencia que no tiene conocimientos básicos de la realidad ni la mínima capacidad de discernir; o sea se reconoce como un animal de corral que se deja llevar de las narices. 

Luego hay otros personajes en la bancada libertaria a los que esta cuestión ha dejado claramente definidos como traidores, por caso Carlos D'Alessandro que salió prestamente a ofrecer su voto al kirchnerismo para sancionar a sus propios compañeros, o Marcela Pagano que homenajeando un día a Eva Perón y otro a las "víctimas de Alfredo Astiz", en cualquier momento se declara montonera y rinde tributo a Mario Eduardo Firmenich.

También  hay tibios que son progres aunque la vayan de otra cosa, como Bertie Benegas Lynch, que en lugar de poner el foco en la necesidad de poner fin al prevaricato sistematizado (que hasta Elisa Carrió reconoció ha generado situaciones injustas e inhumanas), salió a decir que la visita de sus compañeros a Ezeiza fue "poco feliz", postura no muy distinta de la de Zago quien la calificó de "aberrante". 

Las diferencias públicas y notorias no son las únicas que erosionan por dentro al bloque libertario, hay otras muchas que son igual de corrosivas para la confianza.

Ante este cuadro calamitoso, en el que cabe preguntarse si Gabriel Bornoroni puede seguir presidiendo la bancada, lo mejor que podría pasar es que el bloque de La Libertad Avanza defina nuevas rupturas.

Es mejor se fracture para librarse de la mugre y fortalecer a los leales, pues si algo positivo queda del hostigamiento a los diputados de Libertad Avanza que sin nada que esconder, y por el sólo hecho de acudir a la cárcel, visibilizaron el prevaricato, es que ahora quienes votamos la fórmula Milei / Villarruel, tenemos la certeza de saber que podemos confiar en los diputados Araujo, Benedit, Ferreyra y Montenegro.

Lo ideal sería que el bloque se desprendiera de aquellos que lejos de entender que la Constitución Nacional debe amparar a todos los argentinos, ya sea que nos gusten o no, han optado por demostrar que al igual que los kirchneristas creen que la Constitución Nacional es de aplicación selectiva. 

Con distintos grados de estupidez, Arrieta, Benegas Lynch, Bonacci, D'Alessandro y Pagano han atacado a sus propios compañeros de bancada. Alguno podrá corregirse, otros de ninguna manera.¿Quién quiere traidores en su equipo?

Finalmente habrá que elegir entre ser patitos o leones. 

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.








¿Qué es la Derecha?

¿Qué es la Derecha?
La Derecha, soy yo.

Ariel Corbat

Ariel Corbat
Ariel Corbat