Manifiesto mi total solidaridad hacia Julio Lagos y el más completo repudio al intento de los simpatizantes de la organización terrorista Montoneros, Osvaldo Nemirovsci y Milcíades Peña, por erigirse en policía del pensamiento y censurar la participación de Lagos en la TV Pública.
No reconozco autoridad moral a ningún afirmacionista de la mentira de los 30.000 desaparecidos, ni a reivindicador alguno de las bandas de delicuentes subversivos, ni a cualquier simpatizante de la tiranía castrista, ni a ningún kirchnerista (corrupto por definición) para pretender erigirse en dedo acusador de las opiniones de cualquier argentino, sean las que fueren.
Si la dictadura militar argentina fue mala, lo fue porque todas las dictaduras lo son, pero a diferencia de las dictaduras comunistas el Proceso de Reorganización Nacional no se estableció para quedarse eternamente.
Y yo, ciudadano argentino, agradezco la victoria militar sobre las organizaciones terroristas al módico costo de menos de 6000 desaparecidos para evitar la masacre de un millón de argentinos que calculaba Santucho, jefe del ERP, iba a requerir para imponer el socialismo en la Argentina.
Tanto agradezco esa victoria que cuando veo esos sucios pañuelos blancos exhibidos como logo del negociado de los derechos humanos y reivindicación del terrorismo apátrida de los esbirros de la dictadura castrista enlistados en Montoneros y ERP, digo "un terrorista menos, y con suerte dos".
Frente a la pretensión zurda de apropiarse de la conciencia de los argentinos, es preciso responder sin dar un paso atrás y redoblando la apuesta. Porque de otro modo vamos a seguir empantanados en el pasado con policías del pensamiento que llegan tarde por más de cuarenta años, y que en su gigantesca hipocresía acusan de antidemocráticos cuando ellos son la dictadura castrista, el muro de Berlín y todas las infamias del comunismo contra la humanidad.
No fueron 30.000, ni fueron inocentes, no fue genocidio fue guerra y a llorar sus muertos a Cuba. Ni olvido ni perdón.
Esta solidaridad que manifiesto vale para cualquier argentino perseguido por la izquierda.
Vaya pues un muy fuerte abrazo solidario para Julio Lagos, a quien sólo traté en la oportunidad que muestra la foto ambos como invitados en el programa de Cristina Mirabelli.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.