Sin dar nada por cierto, una de las hipótesis que se baraja sobre el secuestro de un militar venezolano que reside en Chile en condición de refugiado político, (leer artículo periodístico) hace que el caso deba ser observado en nuestro país con atenta preocupación.
Nos recuerda que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) además de Inteligencia debe hacer Contrainteligencia, algo difícil cuando estuvo intervenida por agentes castristas durante el gobierno de Alberto de la Fernández.
Ciertamente no es ninguna novedad que la AFI recibida por el Presidente Milei requiere un profundo saneamiento para poder recuperar utilidad.
En tal sentido fue una mala decisión y señal que el Presidente, en lugar de nombrar un interventor en la AFI que fuera de su máxima confianza y le reportara directamente, delegara la relación con el organismo de Inteligencia al ámbito del Jefe de Gabinete Nicolás Posse.
Sobre el manejo de los servicios de Inteligencia por parte de Posse circulan en estas horas, rumores, trascendidos, y supuestas informaciones que deben ser tomadas con pinzas. Y pinzas muy largas.
Pero más allá de las operetas de los kirchos, fuentes confiables indican que la AFI está mal orientada y peor llevada.
Una pena, ya que Presidente Milei tuvo a disposición un proyecto serio para la recomposición del Sistema de Inteligencia Nacional que, entre otras previsiones, contemplaba atender rápidamente los riesgos planteados por los necesarios cambios en la política exterior, tanto a nivel global como regional.
Porque, debe tenerse claro, que en nuestro territorio operan agentes de Inteligencia que deben ser contrarrestados como lo que son: enemigos.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.