CON EL MOMO VENEGAS FRENTE A LOS ESTÚPIDOS IMBERBES

Gerónimo "Momo" Vengas y Ariel Corbat

Reflexionar sobre las razones por las que la democracia argentina tiene una muy baja intensidad, es el primer paso para intentar modificar esa realidad yendo a una democracia real que no sea cáscara vacía en la formalidad del calendario electoral. 

Todas esas razones, que son muchas, se pueden clasificar en tres grandes grupos necesariamente relacionados entre sí, a saber: degradación cultural, daño institucional y merma intelectual. 

Analizar el declive intelectual del país, agudizado por el salto al vacío que implicó la irracionalidad del régimen  kirchnerista, es el más doloroso aspecto de nuestra decadencia como Nación. El país ha perdido capacidad de pensar. Y hay que decirlo claramente. Por eso se demoran las respuestas racionales a los problemas que enfrentamos, entendimos el problema cuando quedó blanco sobre negro que seríamos Venezuela y luego Cuba pero aún no rompemos la fuerza de gravedad que ve una "revolución" donde hay una dictadura comunista.  

Doblegado por su propia hipocresía y el espanto de las crisis del 2001, el argentino promedio se abandonó mansamente al embrutecimiento asumiendo como "corrección política" el léxico impuesto por el diccionario que escribió la izquierda, así la autocensura, el miedo a la verdad y pensar llegó al extremo (Zaffaroni mediante) de imponer la cobardía intelectual como regla de la Universidad de Buenos Aires prohibiendo estudiar, en esa ex casa de altos estudios, a procesados y condenados por los llamados "delitos de lesa humanidad" pues podrían poner en duda, con su sola presencia, el control social logrado a través de la mentira de los 30.000 desaparecidos. Esa imbecilidad planificada corre también en los docentes de los distintos niveles, cuyos dirigentes sindicales, Baradael, Alesso y Yasky, entre otros, adhieren a la dictadura castrista lamentando que la sociedad haya votado cambiar adoctrinamiento por educación. 

El montonerismo tardío del matrimonio Kirchner alentó la recreación de la estupidez imberbe, necesitaba de ella para crear el ruido que tapara la corrupción estructural y el "extashis" de Néstor por las cajas saqueadas. En la reivindicación del absurdo, la historia se repitió como farsa, celebrada por viejos estúpidos que se habían dejado las barbas para intentar desmentir al General Perón cuando décadas atrás los echó de la Plaza. 

Y la estupidez que hizo del otro un enemigo, un gorila, un procesista, un destituyente y el sinfín de agravios elegidos por la propaganda totalitaria, enchastró las paredes de la República tanto con amenazas de triste pasado: "Cobos traidor, a vos te va  a pasar lo mismo que a Vandor", como de un presente oscuro: "Ni lo piensen" y, lo que era peor, un futuro de tiranía orwelliana: "Cristina eterna". 

Gerónimo Venegas fue uno de los primeros sindicalistas y peronistas en advertir la entraña comunista de la corrupción kirchnerista, y bancó la parada con una dignidad republicana que muchos otros no tuvieron.  

Amenazas durante actos por el 1º de Mayo

Ahora, por ser parte de CAMBIEMOS, es el blanco elegido para las amenazas de los embelesados de la estupidez. Pierden el tiempo, Momo es de los que no se amedrenta. A diferencia de otros sindicalistas Momo se hizo trabajando, no recibió el gremio como un paquete comprado, ni lo heredó por portación de apellido, a él no le contaron cómo era el trabajo de su gremio, lo vivió en el sudor de su frente y las llagas de sus manos. 

Los que durante el kirchnerismo bajaron la cabeza, se doblaron, traicionaron al peronismo y mendigaron los favores del poder con la esperanza de rapiñar alguno que otro negociado no le perdonan al Momo haber estado del lado de la República y la Ciudadanía cuando el ataque al campo, no le perdonan tener lo que ellos no tuvieron para sostener sus convicciones: no le perdonan haber estado del lado correcto de la historia. 

Tengo aprecio personal por Momo Venegas, afecto que no disminuyó cuando decidí alejarme del Partido FE. Momo y yo somos tipos de convicciones, él es peronista, yo soy liberal, los dos tenemos la misma Patria y la queremos República. Militar en distintos partidos no nos aleja, simplemente nos afirma el respeto por las convicciones. Por eso es que, desde Unión por la Libertad, ante las amenazas absurdas de los nuevos estúpidos imberbes, que repiten como loritos amaestrados las tristes frases de una historia que no conocen y por ende no entienden, deseo trasmitir mi solidaridad plena: frente a las amenazas las lecciones de la historia, los libros y la libertad de pensamiento. Muchachos de la "Juventud Sindical" no elijan ser imbéciles.

Gerónimo: a tu diestra Ariel Corbat. 

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha 

www.plumaderecha.blogspot.com

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