martes, 21 de marzo de 2023

¡ROMPAN TODO! ya no quedan más mejillas que ofrecer.



Nuestra Se, Nuestra Señora de Cuyo
contempló la cruzada de los Andes
y bendijo al General San Martín
el más gra, el más grande entre los grandes.
Cuna de, cuna de eternos laureles
con que se, con que se adorna mi Patria
es Mendó, es Mendoza la guardiana
por ser la, por ser la tierra más gaucha.

"Los Sesenta Granaderos
Hilario Cuadros y Félix Pérez Cardozo.


El 27 de Agosto de 2018 escribí un artículo con título de pregunta: ¿CUÁNTAS MEJILLAS TIENEN LOS CATÓLICOS? 

Extenso y desagradable sería enumerar los muchos actos de agresión padecidos por los católicos argentinos en lo que va del Siglo y que incluyen a Hebe de Bonafini y otras madres de terroristas defecando en el atrio de la mismísima Catedral de Buenos Aires, templo donde descansan los restos del Libertador San Martín y el Soldado Desconocido de la Independencia; por ende: un lugar sagrado para cualquier argentino más allá de tener o no creencias religiosas.

Allá por 1972, durante un recital de La Pesada del Rock en el Luna Park, Billy Bond ante la intervención policial instó al público a rebelarse al grito de "¡Rompan todo!". Como diría Pomelo: "Rock and Roll, nene".

Ahora, 2023, en la Universidad Nacional de Cuyo ese grito rebelde volvió a escucharse porque, felizmente, frente a una muestra pretendidamente artística y abiertamente ofensiva para su fe, los cristianos se cansaron de poner la otra mejilla. Ya era hora.

Rompieron todo. Y lo bien que hicieron. Como abogado egresado de la UBA justifico plenamente esa violencia y la considero un acto legítimo. Porque hicieron saber, reiteradas veces, que se los estaba ofendiendo en sus más íntimas convicciones religiosas y a las autoridades de la Universidad Nacional de Cuyo no les importó en lo más mínimo herir esa sensibilidad. 

Esther Sánchez, rectora de la Universidad Nacional de Cuyo, haría bien en renunciar porque evidentemente es la principal responsable de que se haya perpetrado un claro acto de odio contra el cristianismo y en especial la religión católica. Y, dicho esto, está muy bien que los artistas odien y vuelquen ese odio para canalizarlo en sus obras, pero no es admisible que una alta casa de estudios se preste a ser vehículo del odio, mucho menos una universidad estatal. Y si encima al odio le falta talento, la ofensa es mayor.

Esther Sánchez, rectora de la Universidad Nacional de Cuyo.

Siendo ateo no tengo más que felicitar a los cristianos que cansados de ser atacados reaccionaron contra los que, en ámbitos estatales, ofenden su religión; a la que -además- nuestra Constitución Nacional brinda especial protección al reconocerla parte de nuestra identidad histórica y cultural.

Por supuesto nuestra ley suprema reconoce el derecho a la libertad de expresión, por lo cual nadie debe ser impedido de exhibir su creatividad artística aunque el resultado sea un grotesco sin ninguna sutileza en la cruda exaltación de lo (parafraseando a Alberto Olmedo) burdo, soez y chabacano contra cualquier religión, tales "artistas" tienen todo el derecho a exponer sus mierdas con pretensiones de arte, pero NO en ámbitos estatales.

El Preámbulo de la Constitución desde su invocación religiosa y en los objetivos planteados impone al Estado la obligación de abstenerse de cualquier acto que afecte los sentimientos religiosos de la población. Sabían perfectamente los Constituyentes que no hay posibilidad de tolerancia y convivencia cuando el Estado ataca las creencias religiosas. Esa abstinencia por parte del Estado es un punto central de la libertad de culto, que a la libertad de conciencia incluye desde luego la libertad de no practicar ninguno. 

Libertad de culto que lejos de verse disminuida es fortalecida por la disposición del Artículo 2° del texto constitucional al establecer que "El Gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano", porque esa obligación del gobierno, a la par que reconoce el aporte de la religión católica a la construcción de la nacionalidad argentina, remarca el deber de respetar los sentimientos religiosos por parte del Estado.

Por lo tanto, que en un ámbito estatal, como es una universidad pública, no se permitan muestras que ofenden sentimientos religiosos no es censura, es sentido del deber y respeto a la Constitución Nacional.

Son otros y muchos los ámbitos para exponer públicamente esos contenidos sin que nadie tenga entonces derecho a reaccionar frente ellos con otra cosa que no sea su indiferencia o su crítica. 

Finalmente, cabe entender la cuestión de fondo por la que desde el Estado se repiten estos ataques. Esa razón no es otra que la deliberada intención de imponer el progresismo como religión oficial. 

A esta altura de la historieta progre, solamente los cómplices o los idiotas pueden creer que el objetivo del progresismo -dirigido por la izquierda- tenga algo que ver con asegurar la Libertad. Es todo lo contrario. Los progres creen que sus creencias son de iluminados infalibles que están por encima de los demás y sus creencias. No hay convivencia posible con el credo progresista, porque no acepta otra libertad en los demás que la de someterse a los mandatos de su falsa corrección. Lejos de combatir los fanatismo el progresismo es esencialmente fanático e intolerante, porque su finalidad última es endiosar al Estado.

Varios años atrás, me tocó hablar en una reunión que se hizo en una iglesia evangélica, dije allí que estábamos juntos católicos, protestantes, judíos y ateos porque la intolerancia del progresismo nos ataca a todos, creyentes o no.

El aprobatorio "Aleluya, hermano" de algunos de los presentes es uno de mis más gratos recuerdos.  

Que no se apaguen esas justas ganas de romper todo. Rock and Roll, nene.

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todo comentario es bienvenido siempre que exprese ideas en forma educada.