sábado, 16 de octubre de 2010

PEQUEÑA LECCIÓN PARA EL OPOSITOR RESPONSABLE


"LAS COSAS SE CUENTAN SOLAS/ SÓLO HAY QUE SABER MIRAR"
José Tcherkaski (Coplas de mi país, 1971).



La lógica dinámica del sistema democrático promueve que la disputa por el poder, aunque constante, sea sostenida en forma racional desde que, por definición, nunca está en juego el control absoluto de las instituciones. El principal beneficio de la democracia es garantizar que nadie pierda su voz, que todos puedan hacer valer su voto y que, eventualmente, cualquiera deba sobrellevar la responsabilidad de gobernar. Esta combinación de derechos, no contemplada ni remotamente como posibilidad en los regímenes totalitarios, es lo que le quita dramatismo al proceso agonal y da perspectiva de necesaria continuidad en los lineamientos básicos del manejo de la cosa pública.

Partiendo de esa base, el rol de la oposición no puede ni debe sentirse ajeno a la responsabilidad de gobernar. Quien detenta el poder corre el riesgo, natural se diría, de creer o sentir en algún punto de gestión que su predominio logrará hegemonía y perdurabilidad indefinida -entrar en ejemplos sería ocioso por lo abundante del muestrario-. El antídoto del sistema para esa "enfermedad del poder" es la legítima ambición del opositor, que del otro lado del mostrador corre riesgo de desvirtuarse cayendo en algo que llamo: la pretendida comodidad del ángel inmaculado. 

Y es que aunque criticado, cuestionado por cínico, estigmatizado como preludio de la traición a los principios, etc, etc; el Teorema de Baglini debería ser minuciosamente analizado, memorizado e incorporado como guía por cada dirigente opositor en carrera a la Casa Rosada: 


"Cuanto más lejos se está del poder, 
más irresponsables son los enunciados políticos; 
cuanto más cerca, 
más sensatos y razonables se vuelven".
                                                                                                                           Raúl Baglini. 


Postulado que habilita desprender las siguientes reflexiones, confesas perogrulladas, a modo de decálogo para el opositor responsable: 

  • 1.- Si estúpido es tropezar dos veces con la misma piedra, también lo es tropezar después con la piedra que uno puso en el camino de otro.
  • 2.- Es demagógico pretender conformar a todos, y el mejor modo para no conformar a nadie.
  • 3.- Para sumar unos votos hay que restar otros votos.
  • 4.- Toda promesa es un boomerang.
  • 5.- Aunque el malo sea conocido, la bondad ilusoria no alcanza para convencer a los votantes de preferir el cambio.
  • 6.- Nadie confía en los ángeles, ni en los que nunca se equivocan, ellos no tienen cicatrices porque no ponen el cuerpo.
  • 7.- El principismo de la oposición testimonial es puro capricho y absoluta impotencia, más temprano que tarde, aburre.
  • 8.- El opositor debe demostrar a cada momento que entiende la responsabilidad de ser gobierno, igual que en la medicina no se genera confianza repitiendo lo que se quiere escuchar.
  • 9.- Diferenciarse del oficialismo no necesariamente es hacer contraste automático.
  • 10.- Opositor no es quien se opone, sino quien con criterio de estadista ofrece una real alternativa de poder.
Y como decía en "Los intocables" Jimmy Malone, el personaje interpretado por Sean Connery: "Fin de la lección".


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López


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