EMULANDO A HOUDINI
El telón descubre el escenario
y el público suspira,
el mago se va a jugar la vida
para intentar lo extraordinario.
La magia del acto,
su emoción increíble
es hundirse en el encierro;
tentar al riesgo y la malicia
del estrecho exacto
para el truco imposible:
entrar con ropaje de hierro
al cofre de oscura codicia
y escapar intacto,
como siendo invencible,
con el pulso siempre al tanto
de la ilusión y su caricia.
La ovación, los aplausos, el diario,
son verdad y mentira,
igual que la ganzúa escondida;
pues a un yerro, todo es lo contrario.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.
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