viernes, 21 de diciembre de 2018

MM - COMENTARISTA EN JEFE


Los disparos en Rosario no causan mayor efecto. El rosarino promedio está más preocupado por el futuro futbolístico de Newells que por los mensajes mafiosos de los ataques narcos. Y los políticos más ocupados en mostrarse como campeones de ideología de género que en garantizar la seguridad. 

Ante hechos similares publiqué una nota en Agosto pasado ("Rosario, la suma de todos los males"), afirmando que: "queda muy claro que la Provincia de Santa Fe se encuentra muy lejos de poder recuperar el control de su seguridad". 

Nada ha ocurrido de entonces a hoy que debilite esa apreciación. 

Al contrario, los datos que surgen a diario ratifican el acierto. No sólo por la cuestión local en sí, sino porque en general Argentina está haciendo cualquier cosa menos resolver sus problemas de fondo. Algo que inevitablemente se acentúa iniciada la campaña electoral para las presidenciales del 2019, cuando "El extraño caso de los dos Mauricios" se agudiza de manera grotesca, porque cada día hasta las elecciones el Presidente Mauricio Macri irá desapareciendo bajo la piel del Candidato Mauricio Macri. 

Si bien es sabido que a todo político le gusta mucho más prometer que lidiar con la realidad, tan tozuda ella; la aparición de las redes sociales parecen sumar a los atributos de la investidura presidencial el de "Comentarista en Jefe de la Nación Argentina", entonces Mauricio, el candidato, tomando control del Twitter de Mauricio, el Presidente, escribe: "Quiero expresar todo mi repudio frente a los ataques al Concejo Municipal de Rosario y al Ministerio Público de la Acusación. Los rosarinos cuentan conmigo para llegar hasta el fondo de lo que pasó y para enfrentar a estas mafias".


El Presidente de la Nación debería actuar, decidir algo, hacer como si gobernara; pero frente a los hechos el Candidato del PRO "repudia" y promete poco menos que podrán contar con él los rosarinos cuando llegue a la Presidencia...

Claro que a pesar de ese trastorno de la personalidad, patología extendida en la política, le quita credibilidad haberse bajado de un acto protocolar por el Día de la Bandera en Rosario porque como Presidente no se pudo garantizar su propia seguridad. Con lo que cualquiera podría volver a preguntar: ¿Es Mauricio Macri un Presidente cobarde? Tanto su ausencia para honrar a la Bandera, como la inédita final entre Ríver y Boca por la Libertadores de América jugada en Madrid, son papelones en materia de seguridad.

Claro, los dos Mauricios al unísono dirán, "pero hicimos el G-20". Y reconoceremos que salió muy bien, pero no es relevante porque la seguridad que necesitamos los argentinos no es la de un evento excepcional, sino la de garantizar todos los días el estilo de vida propiciado por la Constitución Nacional. 


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.
www.plumaderecha.blogspot.com
Estado Libre Asociado de Vicente López

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