miércoles, 29 de julio de 2015

CUANDO LA CULTURA ES UN MAMARRACHO

Hoy, 29 de Julio, es el Día de la Cultura Nacional en homenaje al escritor, historiador y poeta Ricardo Rojas. 

Y hoy, 29 de Julio de 2015, amaneció tomado el "Ministerio de Cultura", al que con acierto Mercedes Ninci llamó por Radio Mitre "Secretaría"; pues su creación ha sido de facto, a través de un decreto inconstitucional dictado por Cristina Fernández de Kirchner, demostrativo de su jactancia por haber logrado aunar la suma del poder público. CFK se llevó puesta la Constitución Nacional y dio una soberana mojada de oreja a los ex poderes legislativo y judicial, que legisladores sumisos y jueces cobardes convalidaron con entusiasmo o evasión. 


Dado el afán de usar el Estado como agencia de colocaciones para la propia militancia, la toma es producto del enfrentamiento entre kirchneristas que derivó en despidos para nuevas contrataciones. Del lado de Teresa Parodi los nenes bien de La Cámpora y del otro, ahora alineados con Scioli, villeros bajo la conducción del desplazado Víctor Ramos

Y para completar esta especie de parodia triste de "No habrá más penas ni olvido", Teresa Parodi pasó la noche atrincherada en las instalaciones de la siniestra dependencia. Siniestra, porque la oscura burocracia orwelliana no fue pensada para jerarquizar la Cultura, sino como cabeza del enorme aparato de propaganda y control social del régimen. 



Otro mamarracho, en la déKada robada que sigue sumando penas y olvido. 


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López

sábado, 25 de julio de 2015

ROBAR AL VIENTO


ROBAR AL VIENTO

Iba a exiliarme en un país de recuerdos,
de leyes sabias y glorias pasadas,
pero era marchar con Lavalle a la locura,
pretender ser Alberdi o un Sarmiento;
aquella, mi Patria, se la ha llevado el viento.

Quizás vaya a buscar el calor de otro fuego
aquí me hiela un frío de almas vacías,
de perfidias urdidas por mentes oscuras,
si cualquier verdad no es más que lamento
la vida no es vida sino un tiempo mugriento.

Me rescatan palabras, tan sólo palabras,
retintas de sangre, mi propia sangre,
que pintan escenas mejor que la pintura
y no queda chance de extrañamiento;
sigo aquí, emboscado, para robar al viento.

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
(24JUL15 - 15:45 hs)


Estado Libre Asociado de Vicente López

viernes, 17 de julio de 2015

OSCAR PARRILLI, MENTIROSO DE VERDADES ORWELLIANAS.


Las mentiras surgen de Cristina Fernández para propagarse través de sus funcionarios, acólitos obsecuentes diestros en el orwelliano y siniestro arte de ajustar la realidad a lo que la Jefa diga que es la realidad. 

Así, el 07 de Julio de 2015 Oscar Parrilli dejó en claro que su función es repetir las mentiras presidenciales cuando, al presentar la "nueva doctrina de Inteligencia nacional" afirmó: "Se deja atrás la SIDE de la dictadura militar y de Jaime Stiuso. Se salda una deuda de la democracia". 


Como ya se explicó en La Pluma de la Derecha (ver nota) no existe ninguna deuda de la democracia para con la actividad de los servicios de Inteligencia, pues el marco legal que regía al 25 de Mayo del 2003, inicio del régimen kirchnerista, era estrictamente democrático; de allí que Jaime Stiuso no continuó en la Secretaría de Inteligencia por imposición de la vieja dictadura sino por decisión de la nueva y avalado directamente por Néstor Kirchner. Tanto así que Cristina Fernández recién dispuso la salida de Stiuso a menos de un año de terminar su segundo mandato, pero reinando en el país de la desmemoria presenta el hecho como si fuera una decisión tomada a menos de un año de asumir su primera presidencia. 

En lo que amaga ser otro de esos gestos de dignidad que llegan con el clima de fin de época, tardío pero útil al fin, la Unión Industrial Argentina (UIA) dispuso una comisión especial de asuntos jurídicos para analizar las nuevas atribuciones de la Agencia Federal de Inteligencia. El 14 de Julio, Parrilli acompañado de su segundo, Juan Martín Mena, intentó convencer a los industriales de confiar en las buenas maneras del mismo gobierno que tuvo por Secretario de Comercio a Guillermo Moreno y que, al cómodo exilio italiano del patotero, lo reemplazó con Augusto Costa para exigir a las empresas que informen detalladamente la estructura de precios de sus productos.

La preocupación de los industriales sobre la AFI deriva del Capítulo 1, punto b) 2 de la llamada "Nueva Doctrina de Inteligencia Nacional", en tanto señala como objetivo la detección de grupos económicos  y/o financieros -empresas, bancos, compañías financieras- que  lleven a cabo acciones tendientes a la desestabilización de  gobiernos democráticos mediante corridas bancarias y cambiarias,  desabastecimientos o golpes de mercado, etc. 


Más allá de las mentiras de Parrilli, préstese atención al discurso oficial y se entenderá que el temor a un uso abusivo y persecutorio de la AFI -inspiración venezolana mediante- es fundado. 

El 15 de Julio, en ocasión de inaugurar el monumento a Juana Azurduy en compañía del comunista boliviano Evo Morales, Cristina Fernández viéndose como heroína de su propio relato aseguró (sin aportar prueba alguna) que ha sufrido varios intentos de golpes de Estado y que los afrontó "solita". 

Esa soledad que alude es coherente con el relato de ser ella contra el mundo. En sus constantes delirios de verdades orwellianas, su "soledad" tiene la ridícula gracia de pretender desentenderse de lo obrado por los servicios de Inteligencia en siete de sus ocho años de mandato: Ella, mujer, viuda, protectora de pobres y desvalidos en su lucha contra los poderosos, vulnerable en apariencia, pudo frenar a inescrupulosos golpistas cuando no tenía servicios de inteligencia para prevenirse de esas cosas... Porque la líder, así como se ve, es todopoderosa; como Mascherano pero sin perder las finales. 

Lo interesante es que de ahora, ya desplazado el malvado Stiuso, Cristina Fernández cuenta con un servicio de Inteligencia, al que conduce un leal mentiroso de verdades orwellianas. ¿Y para dónde apuntarán sus pesquisas los novatos de La Cámpora a órdenes de Parrilli?, al mismo lugar que dirigen las suyas los agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional: a la oposición. 

La orden la impartió el Ministro de Economía, Axel Kicillof el 16 de Julio, al día siguiente que Cristina Fernández se atribuyera improbables victorias sobre los golpistas, cuando acusó a Mauricio Macri de fomentar una corrida cambiaria. Fue bastante claro el marxista Kicillof, tan claro como la Nueva Doctrina de Inteligencia Nacional. 

Con ese encuadre dado por el Ministro de Economía, máxima autoridad estatal en la materia, es una obviedad manifiesta que los agentes de la AFI trabajan sobre Mauricio Macri y cualquiera vinculado a él. 


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López



martes, 14 de julio de 2015

¡YO SOY SARMIENTO!


"¡Sed virtuosos si os atrevéis!" 

Domingo Faustino Sarmiento.



Leer a Domingo Faustino Sarmiento en sus "Recuerdos de Provincia" es admirar el ego de un hombre dispuesto a ser y hacer historia. Era un náufrago a la deriva en un océano de adversidades, y sin embargo fue Sarmiento. Tuvo la ilusión de serlo, lo proclamó confiando en sus talentos y voluntad, inmune a cuantas miradas despectivas le cayeron encima para fulminarlo por iluso. Eran otros tiempos sí, pero igual de difíciles. La República era tan utopía como ahora y si las amarguras lo empujaron al destierro, llevando en el cuerpo los moretones de la tiranía, nunca claudicó. A la suma de desdichas el destino se empeñaba en ofrecerle escusas para rendirse, a todas las despreció; como aquella vez en Setiembre de 1841 en que al asomar a la Patria por la cordillera en lugar de esperanza y lucha encontró los restos derrotados del ejército del General Gregorio Aráoz de La Madrid.   

Se suele decir que leer permite hablar con los muertos. Y algo de eso habrá, porque leer a Sarmiento es escuchar su voz, sentir su aliento, contagiarse del belicoso espíritu y dar pelea. La nueva tiranía quizá no sea sangrienta, todavía, pero su perversidad es mayor e idénticas sus ambiciones de poder absoluto. El régimen kirchnerista ha desquiciado la Patria potenciando sus males como Rosas mismo no pudo hacerlo con la suma del poder público. Con el país dañado en lo institucional, degradado culturalmente y afectado en su intelectualidad, la voz del "loco" Sarmiento y sus puños cargados de verdades son imprescindibles. De no haber existido tendríamos que inventarlo, pero dado que existió debemos emularlo. Nosotros veremos caer el régimen tal como Sarmiento vio fugar la tiranía.

Confieso, sin pudor y a desprecio de toda mofa que "¡Yo soy Sarmiento!" es el grito de guerra que me empuja a no resignarme. Sin ese grito, no hubiera ido hoy 14 de Julio de 2015 a Tribunales para presentar este escrito, con el que doy por cerrada la acción intentada contra el inconstitucional decreto que dio creación al Ministerio de Cultura. 

Un acto de resistencia individual, como fue para Sarmiento escribir "On ne tue point les idées" en los baños del Zonda. 




APELA HONORARIOS

J. Santiago Tamagnone (h), abogado T° 115 F: 835 (CPACF), manteniendo domicilio procesal en la calle Muñiz N° 1057, 2° “A”, CABA (zona de notificación 29), y domicilio electrónico en CUIT N° 20-17737490-4, en expediente N° 21449/2014 caratulado “TAMAGNONE JOSE SANTIAGO C/PEN S/AMPARO LEY 16.986”, me presento y digo:

APELA HONORARIOS
Notificado de la regulación de honorarios dispuesta por el funcionario judicial, protesto que el monto regulado es a todas luces excesivo. Esto no es dicho en demérito de los letrados de la contraria, sino por el carácter elusivo hacia la cuestión de fondo asumido en el expediente por parte de los funcionarios intervinientes, lo que hizo de la labor de los abogados actuantes un mero formalismo simbólico.

Si los honorarios de los abogados de la demandada resultan regulados en función de la naturaleza del asunto, preciso es decir que el asunto no fue tratado. Respeto la calidad de la labor realizada por los colegas de la contraria, pero es evidente que la eficacia ha sido mínima: los abogados del PEN no lograron que la demanda fuera rechazada in límine, ni que la sentencia dictada afirmara la constitucionalidad del decreto cuestionado. Ni chicha ni limonada, cintura política diríase, lo fallado es apenas una sarta de elusiones para evitar pronunciarse sobre el fondo, por lo que también la extensión de la labor realizada ha sido mínima, mera inercia en la lógica del poder indiviso. Aunque no se hubiesen presentado, lo mismo se hubiera fallado... 

En este expediente no he sido vencido por la contraparte, sino por la poca audacia intelectual de los funcionarios intervinientes: ¡ni el mismo Dr. Juan Bautista Alberdi hubiera podido lograr que hicieran cumplir la Constitución Nacional! ¿Alguien quiere entender las razones del descrédito que tiene en la consideración cívica el Ministerio Público Fiscal y el Poder Judicial?, pues no tiene más que leer el expediente y entenderá que reclamar por la supremacía de la Constitución Nacional ante estos estrados judiciales no sirve para otra cosa que echar a andar en círculos una inútil máquina burocrática que ignora adrede esa misma Constitución. 

Frente a un DNU dictado en flagrante violación de la Constitución Nacional, esta parte reclamó para su condición de ciudadano tener legitimación procesal dada la acefalía del Defensoría del Pueblo de la Nación, subrayando para ello que el incumplimiento del Congreso en nombrar titular para ese órgano no borraba el Artículo 86 del texto constitucional, y que como enseñara Carlos Cossio el Derecho debe interpretarse como una totalidad aunque se resuelva un caso por una norma específica. Claramente una argumentación jurídica, pero en el colmo del agravio hacia un abogado, los tres funcionarios de la segunda instancia López Castiñeira, Márquez y Caputi, como resolviendo una cuestión de peras con un tratado sobre el durazno, sostuvieron que: “La postura del apelante, que ha sido formulada sin expresar ningún argumento jurídico, no es más que un intento de describir una categoría legitimación inexistente en términos legales y jurisprudenciales, que por basarse íntegramente en el criterio particular del actor, no resulta suficiente para conferirle la virtualidad pretendida”. Así, básicamente han afirmado que la Constitución Nacional no entraña argumento jurídico alguno y que la división republicana que señala en su texto es otra entelequia, como el Defensor del Pueblo de la Nación que menciona el Artículo 86 de la roída carta; ni más ni menos que una incógnita videliana: no tiene entidad, ni viva ni muerta, más allá de lo que en ella se lea, la Constitución no existe, no está o está desaparecida. 

Se eludió la cuestión de fondo, como también otras cuestiones, para nada menores, surgidas del expediente. Nunca se explicó qué hacía una “cinta rosa” (¿significaría “Casa Rosada”?) marcando el expediente, ni qué otras providencias además de la que implicó dar el expediente en préstamo a los abogados de la contraria ha sido firmada de motu propio por el Sistema Lex 100. Sólo elusiones para garantizar que el poder siga indiviso. 

Esta ficción de Justicia, donde los funcionarios hacen de la abogacía un arte intrascendente, ninguneando argumentos, bastardeando la condición de ciudadano y traicionando la Constitución Nacional, no vale dos pesos. Ese merece ser el monto regulado en este expediente, y a dividir por dos; pese a que, en memoria de los Constituyentes y su finada obra, sigue siendo muy caro.


J.S.TAMAGNONE (H)
ABOGADO U.B.A.
T°115 F°835 CPACF


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López

jueves, 9 de julio de 2015

EL MARCO LEGAL DE LA INTELIGENCIA


EL MARCO LEGAL DE LA INTELIGENCIA

por Ariel Corbat, Agente de la Secretaría de Inteligencia entre 1988 y 2012.


A lo largo del 2015 la actividad de Inteligencia ha evidenciado un inusual protagonismo político y mediático en Argentina. A efectos de analizar el alcance de las modificaciones en la normativa legal que rige dicha actividad, es preciso clarificar determinados conceptos y trazar una cronología. 

La discreción y el secreto, que desde siempre forman parte esencial del accionar de los servicios de Inteligencia, naturalmente atraen la imaginación colectiva generando en cualquier sociedad una serie de equívocos, fantasías y mitos sobre el desempeño de sus "espías". Mucho más en países como Argentina, donde cualquier cuestión puede convertirse en una novela de misterio a ojos de la opinión pública y de la inoperancia judicial. 

La Inteligencia, como actividad, es inherente al razonamiento humano. Todos, para desenvolvernos cotidianamente, colectamos información y la analizamos intentando prever el futuro a efectos de tomar decisiones. Muy básicamente, en eso consiste la actividad de inteligencia. Lógicamente, dependiendo de quien sea el "cliente", decisor empresarial o estatal que requiere el auxilio de la Inteligencia, será distinta la complejidad con que la actividad habrá de llevarse a cabo. 

Poco antes de iniciarse lo que el kirchnerismo pretende instalar como "la década ganada", el Licenciado Miguel Ángel Toma, entonces Secretario de Inteligencia y acaso (hermosa palabra la palabra "acaso") el mejor preparado de todos los que ostentaron ese cargo desde 1983 a la fecha, disertando el 7 de Abril de 2003 en la Escuela Nacional de Inteligencia explicó que tras el advenimiento de la democracia se trazó una política de Estado que, en reemplazo de la vieja Doctrina de Seguridad Nacional, se materializó a través de tres instrumentos; la Ley de Defensa Nacional (Ley 23.554, promulgada el 26ABR1988), la Ley de Seguridad Interior (Ley 24.059 promulgada el 06ENE1992) y la Ley de Inteligencia (Ley 25.520 promulgada el 03DIC2001, también conocida como "Ley Toma"). 

Las tres leyes, debatidas y sancionadas bajo la vigencia de la Constitución Nacional, alumbraron un Sistema Nacional de Inteligencia que, por un lado, incluía la Dirección de Inteligencia Estratégica Militar de la Ley de Defensa, y por otro la Dirección de Inteligencia Criminal de la Ley de Seguridad Interior, quedando armonizada su operatividad sistémica bajo la coordinación de la Secretaría de Inteligencia.


Sobre ese novedoso marco normativo supo decir Toma: "Todos sabemos que las leyes no necesariamente cambian conductas sino a través de su aplicación sistemática y con la voluntad política que implica tomar la decisión de ejecutar lo que la ley dice. Sólo ello cambia las conductas y genera nuevas formas de cultura dentro del funcionamiento de las organizaciones del Estado" (Revista de la Escuela Nacional de Inteligencia, Volumen I, Número I. Segunda Época. Año 2003, pag. 8.) 

Así, brevemente trazado, tenemos entonces el panorama que en materia de legislación de Inteligencia encontró Néstor Kirchner cuando asumió la Presidencia de la Nación el 25 de Mayo de 2003; sobra evidencia para afirmar que como Presidente jamás tuvo intención alguna de llevar adelante los propósitos de la ley. Por el contrario, lejos de seguir la evolución trazada por la corriente democrática erosionó el espíritu de la ley. No era posible que hiciera otra cosa dada la combinación de ideología para la tribuna y corrupción estructural de su proyecto totalitario. Al fin de cuentas, el dueño de la verdad no necesita un servicio de inteligencia que lo asesore, por eso anquilosó el sistema confiando en burócratas dispuestos a conservar su cargo a cualquier precio. Y el precio fue tanto apuntalar la verdad revelada como hacer mandados, servicios para todo servicio menos el servicio que debían prestar. 

Desde luego aquella degradación profesional no disminuyó con la llegada a la Presidencia de Cristina Fernández. Más aún, se profundizó y con la muerte de Néstor Kirchner llegó a ser del todo desprolija. El mamarracho era muy grande como para permanecer encapsulado en la comunidad de Inteligencia. Se sabía que la Secretaría de Inteligencia era el escenario de una interna entre aspirantes a Hoover, con ambiciones de emular lo peor de Hoover. Y en uno de los tantos colmos de la indiscreción, tratando de ganar el favor presidencial a fuerza de mandados, la escandalosa corrupción del programa Sueños Compartidos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, bajo administración de Sergio Schocklender, exhibió a Fernando Pocino en un lugar difícil de explicar: junto al jefe de seguridad de Hebe de Bonafini (La Nación 24JUL2011. "Registran junto a las madres a un jefe de Inteligencia" por Carlos Pagni).

El 19 de Diciembre de 2014 Jaime Stiuso quedó fuera de la SI, pero no bastando con ello para aplacar el escándalo, el 26 de Enero de 2015 Cristina Fernández dando un discurso por cadena nacional anunció la disolución de la Secretaría de Inteligencia. Allí, al informar que se enviaría al Congreso un proyecto para crear en su reemplazo la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), incluyó esta frase, auténtica joya del cinismo político: "es una deuda que teníamos pendiente con la democracia". Con ese desparpajo hipócrita, el mismo con el que fingió descubrir que Jaime Stiuso era poco menos que la encarnación del mal, Cristina Fernández pretendió descargar en la democracia la intransferible responsabilidad del kirchnerismo en el desmanejo del Sistema Nacional de Inteligencia durante tres períodos presidenciales. Incluyendo los dos suyos.

El 03 de Marzo del 2015 fue promulgada la Ley de Creación de la Agencia Federal de Inteligencia (Ley 27.126). Los cambios dignos de mención son pocos, sobresalen la transferencia de la Dirección de Observaciones Judiciales a la Procuración General de la Nación del Ministerio Público y el acuerdo del Senado para designar Director y Subdirector de la AFI. Ninguna de las dos cosas reviste mayor relevancia, una corriente de opinión profesional dentro de la comunidad de Inteligencia bregaba hace mucho por desprenderse de las escuchas judiciales; aunque no para que se transfieran a la Procuración sino para que dependan de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

La ley en sí no es más que una pantalla cínica para cubrir la inoperancia de "la década ganada" en materia de Inteligencia. Si el contexto institucional estuviera signado por la racionalidad que implica la supremacía de la Constitución Nacional, en lugar del facto prepotente de la voluntad presidencial, hasta podría pasar por buena. Es decir, la norma en sí no sería un obstáculo para poder desarrollar satisfactoriamente las actividades de Inteligencia que requiere la República. El problema radica en la ausencia de República y la evidente mala fe del kirchnerismo que, el 07 de Julio del 2015, completa el maquillaje institucional con la publicación del Decreto 1311/2015 "Nueva doctrina de inteligencia nacional". 

Ninguna norma jurídica individual se define por sí misma, aisladamente, sino que siempre en su entendimiento y aplicación gravita el peso concreto de todo el ordenamiento jurídico en sus dimensiones formales y materiales. En el contexto de un país dañado institucionalmente, degradado en lo cultural y que da muestras de deterioro intelectual, donde la letra de la Constitución Nacional es una mera referencia frente a la Constitución Real que dicta la voluntad presidencial, el Decreto 1311/2015 debe ser analizado apuntando a desentrañar su espíritu para comprender las finalidades perseguidas con su dictado.

Y ya en sus considerandos reza textualmente: "Que el nuevo concepto de inteligencia nacional deriva de una visión integral de la misma: la inteligencia nacional es la actividad institucional que se inscribe dentro del marco del Estado constitucional social y democrático de derecho y que apunta a dar cuenta de los desafíos, coacciones y conflictos que ponen en riesgo la defensa y la seguridad democráticas de nuestro pueblo".

Lo llamativo es que en ningún lugar la Ley de Creación de la AFI hace mención al "Estado constitucional social y democrático de derecho", que el Decreto cita como marco jurídico al que se atiene; terminología que tampoco se encuentra en la Constitución Nacional. Y más preocupante, resulta ser que, como bien advierte Jorge Mones Ruíz, esa expresión aparece tomada del Artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que dice: "Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político".

Es decir que la pretendida Doctrina de Inteligencia Nacional tiene una marcada inspiración chavista, explicitada al punto de colocarse bajo terminología jurídica ajena a la Constitución de la Nación Argentina.

Esta doctrina, en este contexto de país vulnerado por el autoritarismo, sugiere que la pretensión del régimen kirchnerista es emular con los servicios de la Agencia Federal de Inteligencia el rol del venezolano Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, entre cuyos "méritos" destaca haber arrestado a dirigentes políticos opositores como Antonio Ledezma, Alcalde de Caracas y acusado de conspirar contra el gobierno de Nicolás Maduro.


Es alarmante lo que, más allá del texto de la norma, pueda entender por "Inteligencia Nacional" el gobierno kirchnerista, cuyo desprecio por la Constitución Nacional se evidenció en la creación de facto del Ministerio de Cultura a través de un inconstitucional Decreto de pretendida necesidad e inexistente urgencia, y el consecuente surgimiento, en esa área, de un oscuro puesto burocrático de rancio tinte orwelliano, la "Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional" a cargo del filósofo oficial Ricardo Forster.

Un régimen así, que sistemáticamente ataca la supremacía de la Constitución Nacional, al extremo de aludir a la Constitución de otro país como marco jurídico ¿qué puede entender por "atentados contra el orden constitucional y la vida democrática"?, el mismo gobierno que tuvo por funcionario a un patotero como Guillermo Moreno, que hizo del apriete una política oficial, ¿qué puede entender por "acciones tendientes a la desestabilización de gobiernos democráticos mediante corridas bancarias y cambiarias, desabastecimientos, 'golpes de mercado', etc."?


El riesgo cierto es que desde la irracionalidad totalitaria, ante cada fracaso de las políticas gubernamentales, se atornillen más los controles sobre la sociedad o la economía, que en lugar de advertirse que el problema es la falta de libertades, se crea, como creen los marxistas, que los controles han fallado por no ser lo suficientemente rigurosos. Ahí está Venezuela, para demostrar la "lógica" de Stalin en cada huella digital registrada en compras de supermercado como respuesta frente a la escasez.

El instrumento es peligroso, no por sí, sino por estar en manos de un gobierno que lleva adelante un proyecto totalitario. Algunos repiten, equivocadamente, que está prohibido hacer inteligencia interior. Un disparate. Nunca existió tal prohibición, que además ante la realidad de un mundo altamente intercomunicado resultaría inviable materialmente. Lo único que por ley se impuso son algunas limitaciones para la actividad; protocolos de actuación, podríamos decir, que debidamente aplicados alcanzan para despejar cualquier limitación legal.

Porque otra cosa que debe saberse, y tenerse en claro, es que los Servicios de Inteligencia actúan siempre en un contexto legal y son un soporte del orden jurídico, lo que no obsta a que siendo eficientes puedan a veces burlarlo y sortear cualquier obstáculo para cumplir con su misión. En rigor de verdad, en la letra chica del espíritu de cualquier doctrina de Inteligencia, es un sobreentendido tácito que la ley no es el límite final. Toda sociedad espera contar con saber que sus servicios harán lo necesario para velar por su tranquilidad. Allí donde las conciencias se despojan de la hipocresía, hasta el más legalista quiere tener la seguridad de no tener que enterarse nunca. Las muchas amenazas de un mundo que evoluciona más rápido que cualquier previsión así lo exige. Es un "arte", más que una ciencia, donde los fracasos se hacen públicos y los éxitos se guardan en el anonimato. El límite nunca es la ley, es el secreto, la discreción de un negocio necesariamente sucio y que, por eso mismo, sólo debe estar en manos caballerosas.

No es bueno que el espionaje (usada la expresión en forma coloquial, pues espiar no es más que una pequeña parte de la Inteligencia y ni siquiera la más relevante) sea noticia. Mucho menos noticia permanente. El problema aquí es determinar qué orden jurídico van a contribuir a sostener los agentes de la AFI (horrible nombre por cierto): si el de la Constitución de la Nación Argentina o alguna versión del delirio bolivariano.

Esa como tantas incógnitas similares tocará despejarla al próximo gobierno, que esperemos sea de cambio y no de continuidad.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.
J. Santiago Tamagnone (h)
Abogado (UBA)

sábado, 4 de julio de 2015

SALTA, ¿LA DIGNA?


El jueves 02 de Julio de 2015 acudí al Centro Naval, Av. Córdoba esquina Florida, Capital Federal, para la proyección del documental "La Escuelita de Manchalá", obra de Sandro Rojas Filártiga. 



En el evento, desarrollado a sala llena, acompañaron al director del documental el periodista Juan Bautista "Tata" Yofré y David San Román, un joven estudiante de ingeniería que participa del "Centro de Estudios Salta". 

Oportuno y necesario, el documental permite conocer los testimonios de los combatientes salteños que, participando en Tucumán del Operativo Independencia, enfrentaron y pusieron en fuga a más de un centenar de guerrilleros del ERP en el Combate de Manchalá, librado el 28 de Mayo de 1975. 

Esos soldados argentinos, orgullo de la nacionalidad, merecieron un monumento con el que Salta recordaba la hazaña de sus valientes, es decir: se vanagloriaban los salteños de continuar la estirpe corajuda de Don Martín Miguel de Güemes. Así fue hasta que el proceso de desmemoria colectiva implementado por el kirchnerismo impuso que fuera demolido. Y los salteños, ¡qué vergüenza Salta!, lo dejaron demoler.



No puedo escribir estos renglones sin brotarme de indignación. No consiento que con argumentos de una falsedad tan burda como para lesionar cualquier mínimo de vida inteligente, los salteños hayan permitido que un gobierno cerdo, dicho en términos de Orwell, los arreara amnésicos a la indignidad de dejarse robar del libro de su historia esa página de gloria.

Es insultante que se llame "genocidas" a los 11 soldados y 2 suboficiales que en defensa de la integridad territorial y la Constitución Nacional mantuvieron flameando en alto y con toda dignidad la Bandera Argentina allí mismo, en Tucumán, donde los esbirros de la dictadura castrista pretendían demoler nuestro estilo de vida y reemplazar la Generala Albiceleste por un sucio trapo rojo. ¡Los genocidas eran los montoneros y erpianos! Esas fieras sedientas de sangre que queriendo mil Vietnam pisaban nuestro suelo soñando con repetir las matanzas infames de Stalin y Pol Pot.

Se creería que la sangre de Güemes ya no corre por las venas de los salteños, y que allí donde había identidad, orgullo, coraje, Patria en una palabra, no queda más que agua destilada infecta por ese material espurio que compone la mezcla amnésica de indiferencia y cobardía.


Y sin embargo no puede ser así. De ninguna manera será Salta una tierra de cobardes, esto es una infección pasajera producto del envenenamiento por odio que corroe al país en la década infame de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

Yo sé que Salta es coraje, dignidad, orgullo y espíritu de Nación, lo muestra el documental de Rojas Filártiga al registrar las miradas limpias y las voces claras de los soldados  de la Compañía de Ingenieros de Montaña 5, auténticos jóvenes idealistas que cambiaron el curso de la guerra reparando una escuela y poniendo el pecho frente al invasor.


Y sé también que no fueron los últimos de esa estirpe bravía de Güemes y sus gauchos, porque no olvido, ni permito que olviden, que también hay sangre salteña ofrendada en Malvinas a la dignidad de la Patria.

Será que hay muchos cobardes hoy en Salta y eligen mirar para otro lado. Será. Pero que no se les permita decirse salteños, título que ningún desagradecido merece. Salteños son los que desafían la desmemoria, la mentira y el engaño, como David San Román, que a sus 23 años se planta con un orgullo que emociona y contagia a proclamar que Salta no olvida a sus héroes -ni a sus enemigos-.

Yo te pregunto salteño, ¿quién es tu hermano y quién es tu enemigo? Entonces, cuando el Concejal electo Andrés Suriani proponga (pues seguramente lo hará) volver a levantar un monumento a la victoria de los salteños, y de la Patria toda, en el Combate de Manchalá, espero verte ahí, poniendo ladrillos o cincelando el bronce con tu propia mano. Que Salta sea: "Salta, la digna".


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.
www.plumaderecha.blogspot.com
Estado Libre Asociado de Vicente López