Cada vez que uno comete un error puede optar por seguir de largo y dejar que el olvido haga lo suyo, sin embargo esa práctica conlleva el riesgo de volver a cometer el mismo error en el futuro.
No acepto que nadie sea infalible y mucho menos yo. Me toca pues asumir que me apresuré en un posteo en redes sociales confiando en lo que creía saber. Mala mía y sin excusas.
El 21 de Febrero el embajador ante Israel Axel Wahnish subió a Twitter un video titulado "duelo nacional" en el que se lo observa colocando un crespón de luto sobre el paño de la Bandera emplazada en un interior.
Al verlo y siendo que estaba yo plenamente convencido que el luto iba sobre la corbata y no sobre el paño, escribí lo siguiente:
"Me pregunto si el embajador @axelwahnish desconoce las normativas vigentes respecto de los símbolos patrios, o si el área de ceremonial de la @Cancilleria_Ar ha decidido el vale todo a criterio de cada embajador. ¿Una explicación será mucho pedir?".
Inmediatamente recibí respuestas a mis preguntas, de distinto tenor y con posturas opuestas, algunas muy desagradables, pero en lo que importa también recibí algunas que me decían estar equivocado.
Finalmente Lili Oger me clarificó que quien desconocía las normas era yo, puesto que la Disposición 11/2011 de la Dirección de Ceremonial y Protocolo de la Cancillería Argentina establece las normas y protocolos para el uso y exhibición de la bandera argentina en situaciones de duelo o luto. Según esa disposición, en caso de duelo nacional, se puede colocar un listón negro de luto sobre el paño de la bandera argentina. Que me guste o no, que lo considere correcto o no, carece de toda relevancia. No existe la falta que creía ver.
Me disculpo entonces con el embajador y la Cancillería por mi soberbia al dar por seguro lo que creía saber. Disculpa extensiva a los lectores que confiaban en que chequeo lo que escribo antes de publicarlo. En general es así, esta vez rompí mi propio protocolo.
Luego, y a partir de ese posteo, hice otro diciendo lo siguiente:
"Sé que decirlo puede generar reacciones indeseadas, malinterpretaciones intencionadas, sentimientos de odio y otras irracionalidades.Pero peor es resignar la honestidad intelectual por la cómoda cobardía.Tal vez hoy no sea conveniente que el embajador en Israel sea judío".
A diferencia del primer posteo este no fue irreflexivo, ni intempestivo, expresa lo que creo: la diplomacia es un arte frío.
Demasiado involucramiento por cualquier tipo de afinidad de un embajador con el país anfitrión lo vuelve vulnerable, especialmente si ese país está en guerra y nosotros apoyamos a ese país en guerra. Porque incluso los países aliados en guerra tienen distintos intereses que van más allá de cooperar para ganar la guerra.
Desde luego, tal como supuse, decirlo trajo varias reacciones indeseadas, por lo que me parece oportuno recordar que voté a Javier Milei para Presidente conociendo y apoyando su intención de aliarnos con Israel y Estados Unidos.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.
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