Hace unos días, el primero de Noviembre de 2024, publiqué un artículo titulado "PATRICIA BULLRICH, CUANDO EL AUTOBOMBO ES UN MANGUERAZO EN LA FRENTE", criticando la torpeza comunicacional de la ministro de Seguridad en relación a lo que dio en llamarse "El papelón del Efficient", celebrar una detención por tráfico de droga que resultó ser talco para los pies.
Apenas dos días después, Patricia Bullrich volvió a incurrir en la misma torpeza, agravada en este caso por la naturaleza del delito atribuido al detenido que expuso con nombre y apellido. Y todavía hoy, cuando el detenido por error fue liberado a pocas horas de su detención, puede leerse en X el posteo de la ministro:
ANTES DEL PARTIDO, DETUVIMOS A UN HINCHA PRÓFUGO POR PORNOGRAFÍA INFANTILGracias al programa Tribuna Segura, atrapamos en Rosario a Marco Antonio Centurión, un criminal que violó su arresto domiciliario en Tucumán. Este prófugo, buscado por difusión de pornografía infantil, fue recapturado en una rápida acción de nuestro equipo, y llevado de inmediato donde debe estar: ¡TRAS LAS REJAS!Nuestra misión es clara: cero tolerancia contra estos criminales. Seguimos firmes en la lucha.
Resultó que el prófugo no era prófugo ni estaba bajo arresto domiciliario, ya que había purgado una condena de tres años dictada en 2019 y cumplida en Julio de 2022.
Detener a una persona por error es algo que puede pasar. Y viene pasando seguido. Evitar esas situaciones (aunque siempre habrá casos por el tipo de hechos que a los jueces toca dejar esclarecidos) requiere profesionalidad y prudencia además de una constante revisión de los sistemas operativos que hacen a la Seguridad Interior.
El punto aquí no es el error en esa u otra detención, sino el agravamiento del error que comete la ministro Bullrich, una y otra vez, con su ya vieja costumbre de zambullirse apresuradamente al autobombo.
Está claro que la ministro no escucha a sus asesores, si es que los tiene y no son obsecuentes, pero hace quedar mal a todo su equipo (donde hay desde elementos muy idóneos a otros que no lo son en absoluto), al no aprender de una puta vez que su gestión sería mejor si aprendiera a no boquear desesperada por el aplauso efímero de su público.
En este caso brota también el interés de Bullrich por ensalzar al Programa Tribuna Segura. Al respecto recuerdo a los lectores que ese programa se relaciona con la Dirección Nacional de Seguridad en Eventos Deportivos, que Bullrich puso a cargo de Franco Berlín, un estudiante de abogacía que fue su chofer y no acreditaba experiencia ni idoneidad para el cargo, razón por la cual el 26 de Enero de 2024 publiqué: "PATRICIA BULLRICH REPUDIA LA IDONEIDAD Y ATENTA CONTRA SÍ MISMA".
Los méritos de Bullrich, que los tiene y he señalado reiteradas veces, se ven depreciados cuando aflora su voluntarismo y soberbia avasallando la prudencia. Pues en materia de seguridad los funcionarios deben tener la mesura y humildad de sólo hablar cuando los hechos quedan firmemente consolidados, nunca mientras están en curso; como por ejemplo siendo parte de una investigación en proceso.
La torpeza recurrente de Bullrich merece un llamado de atención del Presidente. Pero ahí surge otro problema, que es que el Presidente Javier Milei comparte mucho de esa misma torpeza, como lo dejó claro el 2 de noviembre tras conocerse la intrusión con destrozos a oficinas del presidente de la UCR Martín Lousteau, al postear en X lo siguiente:
TREMENDA CASUALIDADJusto cuando la UBA se niega a que le hagan las auditorias, a 125 le entran en la oficina a destruir evidencia que podría tener la marca de sus dedos...CIAO !!!PD: PRINCIPIO DE REVELACIÓN
Infinidad de veces he sostenido que los funcionarios tienen que ser parcos en lo que comunican sobre investigaciones de delitos y sólo opinar cuando los hechos quedan esclarecidos. Ya hasta "me aburro de aburrimiento" por repetirlo. El Presidente no es la excepción a esa regla y Milei no debió hacer públicas sus sospechas sobre un autoatentado de "125" (el kirchnerista Lousteau), debió aguardar resguardado en el "sin comentarios" a que el hecho quede definitivamente esclarecido. Porque el "principio de revelación" que alude finalmente no ha revelado nada más que una sospecha.
Al fin de cuentas el mismo reflejo paranoico de los radicales, y buen parte del resto de la oposición imaginando un Watergate vernáculo, sosteniendo que el gobierno utiliza los servicios de Inteligencia para perseguir a opositores y atentar contra ellos. Todos sospechan a viva voz y algunos, acaso (hermosa palabra la palabra "acaso"), porque cuando fueron gobierno pretendieron desvirtuar la razón de ser de los servicios de Inteligencia haciendo cosas por el estilo.
Sobre la intrusión en las oficinas radicales por ahora hay tres chilenos detenidos. Si son como los cubanos que Gordon Liddy infiltró a oficinas del Partido Demócrata, o mano amiga para en un autoatentado justificar la desaparición de documentación comprometedora, o simples ladrones que intrusaron con expectativas de lo que no había, es algo que debe esclarecer el Poder Judicial.
Y el Poder Judicial, como todos sabemos es otro problema. Un gran problema. Pero ese es un asunto distinto en lo que hace a lo específico de este artículo.
No espero que Patricia Bullrich vaya a cambiar su estilo de pato criollo, para eso debería poder darse una autocrítica a la que aparece reacia.
Finalmente, siendo que hay muchos fanáticos que continuando la lógica amigo/enemigo exacerbada por el kirchnerismo, confunden toda crítica con interés en ver fracasar la gestión, les aclaro que no sólo voté por este gobierno surgido del acuerdo prebalotaje de Milei y Bullrich, sino que quiero sea el mejor gobierno posible en todos los órdenes.
Y sabe la ministro Patricia Bullrich con que intención la critico.
El primero de diciembre de 2023, se me consultó de parte de Bullrich si estaba dispuesto a colaborar con la gestión. Respondí que estaba dispuesto a sumarme aportando lealtad desde la "crítica sin contemplaciones" para evitar errores no forzados.
Es exactamente lo que hago, sin necesidad ni ambición de ningún cargo. Pero no hay peor sorda que la que no quiere oír.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.
tuve oportunidad de asistir a un encuentro con Serenellini....creo es responsable de coordinar lo que sale a los medios...me pareció un soberbio ... ante un cuestionamiento en ronda de preguntas se enojó se levantó y se mando a mudar .... quedamos helados
ResponderEliminarExcelente apreciación. La soberbia pone sombra sobre el accionar de algunos funcionarios que aman más las cámaras de televisión que a la tarea que deben cumplir. Hacen. Kirchnerismo explicito cuando deberían retomar las bases del mileinusmo.
ResponderEliminarImpecable analisis.
ResponderEliminarPrefiero equivocaciones inintencionafas, sobreactuaciones y yerros comunicacionales a la puntillosidad que no deje, al final de la jornada, algún resultado positivo.
ResponderEliminarNo somos Suiza.
Ok, roba pero hace. Así vamos años y años al precipicio.
EliminarImpecable y valiente análisis, cono es habitual. Estamos en medio de un buen impulso, con sus mal momentos. Uno de esos es que la soberbia paga en este sufrido país. Por diferentes razones, apoyamos al soberbio.
ResponderEliminarFernando Gallardo.
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