El pasado jueves, 24 de Octubre de 2024, el Tribunal Oral Federal N° 2 de Comodoro Py resolvió reducir condena a los tres subtenientes que participaron del operativo en San Andrés, donde en 1976 funcionaba la imprenta de la organización terrorista ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), instalaciones que servían también como apoyo logístico con arsenal y "cárcel del pueblo".
Los subtenientes, prisioneros del prevaricato sistematizado iniciado en 2003 con los llamados "juicios de lesa", habían sido condenados a cadena perpetua; lo cual de por sí era un absurdo, otro más, de los que tornaron infame al Poder Judicial devenido Poder Prevaricador.
La revisión de esa sentencia, que por su desmesura prueba el afán de venganza que persiguen esos juicios amañados en los que no se respeta ningún precepto constitucional de los que hacen al derecho a la defensa, estableció ahora condenas de 10 años por homicidio simple con dolo eventual a Horacio Linari y Emilio Morello y de doce años a Martín Sánchez Zinny.
Con esta sentencia los dos primeros pueden pedir y obtener su libertad condicional, puesto que llevan privados de su libertad más de dos tercios de ese tiempo.
Ciertamente, que dos de los nuestros vayan a salir de las mazmorras del prevaricato es una buena noticia que nos alegra. Personalmente quiero estar allí para recibirlo con un abrazo de Patria y Libertad cuando deje el penal Emilio Morello, cuyo caso fue particularmente tratado en este blog: JOVEN ARGENTINO: COMBATE POR TU PAÍS PARA QUE TU PAÍS TE CONDENE.
No obstante hay consideraciones que no conviene obviar. En mérito a la brevedad voy a subrayar dos.
En primer lugar, conforme a lo que manda y dispone la Constitución Nacional, ninguno, absolutamente ninguno de los que permanecen presos, debería estar preso. Todos esos juicios son nulos y así sería declarado si en Buenos Aires hubiera jueces con un mínimo de decencia en lugar de los impresentables acomodaticios que tenemos.
La segunda consideración es que no hay que dejar de ver y denunciar la perversidad del prevaricato sistematizado. Estos tres subtenientes nunca debieron ser enjuiciados y mucho menos condenados. La reducción de la condena, si bien alivia sus situaciones personales, lejos de añadir Justicia a esos juicios consolida la injusticia. Dirán, los cómplices del prevaricato, para que repitan a coro los interesados y los distraídos, que el fallo muestra ecuanimidad. Pero esa ecuanimidad no existe, ni puede existir, en contexto de prevaricato. Lo que siguen haciendo los "jueces" federales, la cría de Oyarbide, es lo mismo que hacen desde 2003, medir el viento político para acomodar sus sentencias en función de sus propios intereses corporativos y ampararse unos a otros en la complicidad delictiva del prevaricato sistematizado.
No tengo dudas, que porque algo está cambiando, ya que todo lo que se lleva al extremo finalmente causa hartazgo, es que los que hacen las veces de jueces federales deciden disimular un poco (muy poco) la salvajada de parcialidad que caracteriza al prevaricato. Cada tanto, cuando la falta de toda lógica jurídica se torna obscena por lo brutal, (como cuando apresaron al Tcnel VGM Emilio Nani, un héroe de ética superior y con heridas en el cuerpo ganadas combatiendo en defensa de la Patria) cae alguna absolución o una reducción de condena para salvar las apariencias.
Yo no tengo dudas que en otro contexto político y social, con el kirchnerismo en el poder, a los tres subtenientes que cumpliendo con su deber participaron del operativo contra el ERP, estos mismos "jueces" les convalidaban la perpetua.
Y sé, por experiencia propia, lo mucho que duele y frustra golpearse una y otra vez tratando de derribar el muro de las injusticias. Llega uno a pensar que es en vano, sin embargo es la infinidad de acciones mínimas, pequeñitas, esas que percibimos como intentar abrir un túnel en la pared de piedra con una cucharita de plástico, las que definen los cambios de época. Y la época signada por el régimen kirchnerista finalmente está cambiando.
Tal vez no llegue a tiempo para muchos de nuestros presos la hora de la Libertad que traiga la Justicia, quizá nunca veamos presos a ninguno de los jueces prevaricadores, quienes sí merecen condenas a perpetua, pero estoy seguro que si bajamos los brazos no veríamos de ninguna manera aliviarse la situación de ninguno de los nuestros.
El 9 de Febrero de 2025, en Tucumán, desfilarán los veteranos del Operativo Independencia, asistamos a ese evento desde todos los rincones del país. Buena oportunidad para decir bien fuerte que un pueblo que condena impiadosamente a sus defensores entrega su futuro al enemigo.
Y subrayar también que ningún país con mayoría de jueces honorables, probos y eficientes, alcanza el grado de daño institucional, degradación cultural y hasta miseria intelectual por el que se desbarrancó la Nación Argentina.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.