jueves, 16 de noviembre de 2023

TRIBULACIONES ATRIBULADAS DE UN ARGENTINO DESVELADO





Una y media de la matina, desvelado y buen momento para escribir algunas reflexiones que dichas el lunes, para bien o para mal, no tendrían sentido.

Pensaba yo que 2015 era la última oportunidad de recuperar la República y la creí perdida definitivamente en 2019.

Desde el 10DIC19 sentí que los republicanos peleábamos por la inercia de haberlo hecho toda la vida, pero sin esperanza.

La cobardía generalizada, cuando pretextando pandemia en la 3° presidencia de CFK  se impuso un estado de sitio de facto, parecía irreversible.

Vimos entonces que la Corte Suprema de Justicia de la Nación volvió a olvidar sus deberes y al igual que buena parte de la oposición parlamentaria convalidó el golpe de Estado K del 19MAR20 contra la Constitución Nacional, mientras Alberto de la Fernández amenazaba dirigir arrestos, y se perseguían remeros y saritas.

La pandemia evidenció la falta de cultura cívica con la mayoría de los habitantes del país asumiendo muy cobardemente que la pandemia modificaba por sí el orden constitucional y cedía todo el poder al gobierno.

Algunos resistimos, pero no fue fácil.

Luego las aberraciones quedaron expuestas, campos de concentración en Formosa, aquel padre llevando en brazos a su hija enferma de cáncer, aquel otro padre ahogado cuando intentó cruzar el río Bermejo a nado para encontrarse con su hija, la chica que murió en el piso del hospital.

Recuerdo con dolor e indignación aquellas muertes emblemáticas, que al final  serían una cifra macabra y no ficticia como otra: 130.000. 

Y el vacunatoro VIP, el sobreprecio de los fideos, la fiesta en Olivos, Cerruti hablando con desprecio de "las piedras de la  Derecha". 

Todo era desesperanza.

Y a la par que la resistencia empezó a quitar miedos a la ciudadanía que ya abría los ojos, ante el rancio aroma de un gobierno corrupto, de ambiciones totalitarias e ineficiente, empezó a emerger el fenómeno Milei. 

Con desprolijidades y contradicciones, pero auténtico.

Y vendría otra bravata de Alberto de la Fernández con aquello de la capacidad de los peronistas (y yo no considero tales a los kirchneristas) para encontrar soluciones al declarar la guerra contra la inflación.

Las mismas recetas fracasadas de siempre.

El resultado fue, obviamente, el mismo fracaso de siempre.

En consecuencia se produjo otro golpe de Estado, pero esta vez puramente  palaciego: Sergio Massa asumió el Ministerio de Economía y se convirtió en presidente de facto.

Y otra vez, mismas recetas, mismo fracaso.

El fenómeno Milei seguía creciendo como respuesta al empobrecimiento, lo mismo que el fenómeno Villarruel como respuesta a las mentiras y manipulación K del pasado.

Se hizo más obvio lo recontra obvio: el kirchnerismo es una completa estafa.

Comenzó a sentirse una brisa de fin de época y como una primavera republicana empezamos a sentir  que la República podía tener una nueva oportunidad.

El fenómeno Milei siguió creciendo, desprolijo, con contradicciones, caótico si se quiere, pero con propuestas.

Milei impuso la agenda de discusión económica y política a partir del proyecto de dolarización y junto con Villarruel le dieron un nuevo impulso a la batalla cultural que puso en jaque al relato kirchnerista. Al fin se puede decir que no son 30.000 sin quedar en soledad frente a la prepotencia mentirosa.

En ese marco de espanto para zurdos y progres que ven caer el relato K se dio la campaña electoral.

Una campaña por demás agresiva, cuya agresividad no supo ser controlada ni por Milei ni por Bullrich, como si ambos hubieran olvidado que se necesitaban mutuamente para vencer al régimen.

Por suerte, de cara al balotaje y a pesar que se cruzaron agravios desmedidos, Bullrich tuvo la coherencia y grandeza de mantenerse firme contra el régimen kirchnerista apoyando a Milei.

Ello significó una reconfiguración del escenario político. 

Y ante ese apoyo generoso, Massa dio inicio a la campaña electoral más sucia y más cara de la historia argentina.

Una campaña de terror para demonizar a Milei y ocultar los "logros" de Massa: 143% de inflación, 43% de pobres, 10% de indigentes, Rosario entregada al narco, 60% de pobreza infantil, etc.

En esa campaña de terror se puede apreciar otra vez una sociedad entre ignorante y cobarde, que tal como hizo en la pandemia está dispuesta a a volver a entregar por miedo al "cuco" su libertad al gobierno, al peor gobierno de la historia.

Y aún así, con todo el aparato prebendario del Estado en contra, con todos los traidores a la República alistándose con Massa, Javier Milei puede ser electo Presidente de la Nación Argentina. Una esperanza que no teníamos y que vamos a jugarnos en estas horas.

Sea cual sea el resultado, la sola esperanza nos permite soñar aún con hacer de Argentina un país serio, volver a ser Patria, volver a ser Libertad.

Y es por eso, por Patria y Libertad, que voto e insto a votar por MILEI / VILLARRUEL.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

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