La legislación vigente contempla la participación de las FFAA en cuestiones de Seguridad Interior y no sólo como apoyo logístico.
Expresamente se contempla el uso de "elementos de combate".
Y si hacemos un poco de historia, es interesante volver la mirada a 1975.
Gobernaba entonces el peronismo y en la Provincia de Tucumán el ERP, con apoyo de Montoneros, pretendía establecer una "zona liberada", por lo que el PEN ordenó el Operativo Independencia con el Ejército Argentino combatiendo a la guerrilla del terrorismo castrista.
El operativo no se agotaba en barrer del monte a los esbirros de la dictadura cubana, buscaba también reafirmar la pertenencia nacional de mentes y corazones, por lo que a la par de combatir se realizaban acciones cívicas.
En ese contexto se dio el Combate de Manchalá.
El 28MAY75, 14 soldados argentinos fueron atacados mientras pintaban la Escuela de Manchalá. Proveían su propia seguridad y en el combate resistieron, vencieron y pusieron en fuga a 117 guerrilleros del ERP.
Y ese es el punto: proveían su propia seguridad. No estaban desarmados. Porque aunque estuvieran oficiando de pintores y albañiles, eran militares.
Sobre ese antecedente es inadmisible que ahora se envíen militares a cumplir similares tareas de acción cívica, pero confiando su propia seguridad -que bien pueden y deben brindarse ellos mismos- a las fuerzas de Seguridad. Se supone que los ingenieros militares son capaces de construir bajo fuego enemigo. Desarmarlos significa deshonrar su condición de militares y al mismo tiempo malgastar recursos, ya que las fuerzas de seguridad asignadas a su protección bien podrían estar operando en otro punto.
Las misiones del kirchnerismo para el Ejército son descolgar cuadros, pintar bancos de rojo, hacer de albañiles, y otras autoflagelaciones que los generales parecen disfrutar...
Y es que en rigor de verdad no hay generales en el Ejército Argentino.
Es curioso como se pasó de refutar la obediencia ciega en las FFAA a reafirmar la obediencia ciega.
Se suponía que las órdenes inmorales, y las que suponen aceptar un trato deshonroso lo son, no debían cumplirse; pero ahora resulta que nada de lo que ordene el gobierno puede ser sospechado de inmoral. No hay objeciones de conciencia en el generalato.
Da para un libro...
Obviamente nadie pretende ni espera que un general vaya y tome la casa de gobierno, sino el gesto digno de decir: "No estoy dispuesto a cumplir órdenes que degradan al Ejército por lo cual pido la baja".
Si se está dispuesto a morir por la Patria, no puede no estarse dispuesto a una simple renuncia.
¿Recuerdan aquel chiste de "pegame y llamame Marta"? Va a terminar siendo el lema del Ejército Argentino.
Este presente rosarino y aquel pasado tucumano no es entonces una simple comparación de situación. Porque cuando poco tiempo atrás el Ejército Argentino publicó un tuit recordando a dos de sus caídos en combate durante el Operativo Independencia, este mismo gobierno le ordenó borrarlo y pedir disculpas. Y lo hicieron, sin que ningún general diera señal alguna de dignidad.
La conclusión es que el régimen kirchnerista está copiando en Rosario, pero mal, como un espasmo de urgencia electoral, sin plan, sin método, sin lógica y sin honor, lo que la Presidente Isabel Perón dispuso en Tucumán.
Vaya este artículo en memoria de RUBÉN SEGURA, Soldado de la Compañía de Ingenieros de Montaña 5. Combatiente en Manchalá.
¡Honor a los combatientes y gloría a los caídos!
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.
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