martes, 25 de enero de 2022

TODOS JUNTOS, EL CIRCO Y LA NADA EN MATERIA DE SEGURIDAD.





Los votantes de la casta política se quejan por lo que su voto avala. Esta inseguridad que vivimos es lo que votaron.

Afirmo que la inseguridad es patrimonio exclusivo de la casta política que gobierna el país en lo que va del siglo.

Por fuera de la casta y opuestos a ella, en Iniciativa L (Seguridad para la Libertad) estamos preparando un programa serio de Seguridad Interior, para que la ciudadanía tenga la opción de no votar más de lo mismo.

Y no somos lo mismo, nos diferencia de la casta que nosotros entendemos el concepto: 

"La Seguridad Interior consiste en garantizar el estilo de vida propiciado por la Constitución Nacional".

Sin entender ese concepto en todo su alcance, sin ordenar el Estado para alcanzar la irrestricta supremacía de la Constitución Nacional, toda medida reactiva al reclamo de la gente sólo va a servir para generar más confusión oportunista perdiendo tiempo, bienes y vidas. 

Kirchneristas y cambiemitas son expertos en generar ruido para que todo sigua igual. Desde esa fiesta para la delincuencia que es el kirchnerismo, con su bipolaridad crónica lo mismo miran para otro lado que sobreactúan demagógicamente, como dejan en evidencia Aníbal Fernández en el Ministerio de Seguridad de la Nación y Sergio Berni en en el Ministerio de Seguridad bonaerense: la nada y el circo. 

Nada y circo es también la propuesta cambiemita, que juega su propio relato apelando a la sensación de qué Patricia Bullrich hacía. Y lo que hacía era otro circo personalista, reactivo e intrascendente, basado en el serio soporte técnico que le ofrecía su ladero Gerardo Milman nutriéndose de conocimiento en Rincón del Vago.  

A tal extremo son lo mismo que actuaron todos juntos en la pandemia, sin que nadie se salvara de la persecución, ni ancianas tomando sol, ni remeros sobre el agua. Tanto van todos juntos de la mano y hombro con hombro contra la ciudadanía, que de sus "usinas de pensamiento" (entiéndase la ironía) coinciden en que cercenar libertades es un bondadoso acto de cuidado para un pueblo incapaz que no puede nunca valerse por sí mismo y requiere la tutela de sus buenos cuidados. 

Así, gracias a ellos, Argentina es hoy un país en descomposición, un territorio indefenso e inseguro por la corrupción política llevada hasta la traición a la Patria que no deja de causar daño institucional, degradación cultural y miseria material, moral e intelectual para que la casta política viva en el privilegio. Ya que el privilegio, muchos privilegios, es otra cosa que tienen en común. 

No esperen que ninguna solución a la inseguridad provenga de la casta política, porque toda ella está conceptualmente impedida de brindar seguridad. 

No se alcanza la seguridad gobernando contra la Constitución Nacional.

Sin sentido del deber lo único que pueden ofrecer y dar es humo.


Ariel Corbat, coordinador de Iniciativa L (Seguridad para la Libertad)

UCEDE, Partido Autonomista de la Provincia de Buenos Aires, Nueva Unión Ciudadana, RENACER, Valores para mi país, Partido Demócrata Cristiano, Desafío Argentino Republicano y otros partidos políticos del Centro a la Derecha.

miércoles, 19 de enero de 2022

"HÉROE", es una palabra de uso restringido.


La Disposición 5/2022 de la Agencia Nacional de Seguridad Vial que equipara la condición de VGM con la de héroe facultando llevar en licencias de conducir la frase: “Ex combatiente, héroe de la guerra de las Islas Malvinas”, contradice la sana lógica de la Ley Nº 24.020 sobre condecoraciones militares.


La Ilíada describe un pasaje de la Guerra de Troya librado por el 1.200 años AC. Más de 3.000 años después el concepto del héroe sigue vinculado al prototipo poético establecido por Homero en la figura de Aquiles. Malvinas, a la vista de todo el mundo, no fue una guerra sin héroes; pero tampoco fue una guerra de puros héroes.  


Entiendo que en el habla cotidiano y como una demostración de afecto cualquier persona pueda decir, porque así lo siente, que todos los combatientes fueron héroes. De hecho, en mi propio caso considero héroes a más combatientes de los que  fueron reconocidos tales mediante el sistema de condecoraciones militares. Pero ese es un sentimiento personal en la opinión de un particular, algo que no es admisible en los actos del Estado donde los funcionarios deberían atenerse a lo que manda la ley. Cosa que, por cierto, hace mucho tiempo no hacen; al punto que hoy la regla general es el incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Si la normativa establece que la Cruz "La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate", será concedida al personal militar alistado en las Fuerzas Armadas, personal de las Fuerzas de Seguridad, fuerzas policiales y civiles, argentinos o extranjeros que, en combate motivado por acontecimientos extraordinarios que revistan el carácter de acción o función de guerra, realice aislado o en el ejercicio del mando una acción ponderable que se destaque respecto de las pautas de conducta normalmente estimadas correctas, es porque se trata de una conducta excepcional. Y ese criterio restrictivo es tan sano como conveniente, porque la función social del "héroe" es inspirar a otros, servir de ejemplo. Por lo que si a todos se les considera héroes la conducta ejemplar se diluye hasta desaparecer en un relato sin veracidad. 

Escribo este artículo porque "El heroísmo y la gloria", uno de mis ensayos en Trilogía de Convicciones, es el producto de largas meditaciones. Si estudio una cuestión no me resulta indiferente, por lo tanto reacciono cuando conceptos que deben mantenerse claros son arrastrados adrede a la confusión: "Héroe" es una palabra de uso restingido.





Profeso total lealtad a la causa de Malvinas y tengo el mayor respeto por los combatientes, por eso repudio esta medida populista que bastardea la causa y a los mismos combatientes, porque ser combatiente, sin más, es digno y respetable. 

La abrumadora mayoría de los nuestros cumplió con su deber durante la Guerra de Malvinas. Pero el deber señala a priori distintos roles y méritos, que luego pueden ser alterados por las circunstancias y el azar de la guerra. En ese contexto el heroísmo es la excepcionalidad no la regla.

Y justamente por el respeto que merece la condición militar, de soldado, llamar "héroes" a todos es inaceptable. No todos fueron héroes, como no todos fueron combatientes, como no todos fueron soldados movilizados. 

Y entre aquellos que fueron combatientes no haber sido un héroe no es un demérito, más aún: a veces no haber tenido necesidad de apelar al heroísmo demuestra el más alto profesionalismo. Al respecto, este ejemplo puede ser bastante elocuente de lo que afirmo: 

Piénsese en los pilotos de la escuadrilla Super Étendard de la Armada Argentina que comandó el capitán Jorge Luis Colombo. Tuvieron un gran protagonismo durante la guerra, le hicieron mucho daño a la flota invasora y fueron lo suficientemente temidos como para que el enemigo planificara eliminarlos en una operación especial. 

¿Fueron héroes? No. Fueron combatientes que cumplieron con su deber demostrando que su vocación, entrenamiento y convicción de combatir por la Patria les permitía ejecutar operaciones de guerra conforme a lo planificado, usando con precisión las armas que a ese efecto les fueron asignadas. En mi opinión, la mayor eficiencia que un militar puede alcanzar. ¿Los desmerece no llamarlos héroes? De ningún modo. Y también en mi opinión, no cabe duda que si el azar de la guerra les hubiera impuesto la necesidad de recurrir el heroísmo lo hubieran hecho. 

Insisto en que esto es importante y sano tenerlo en claro: no todo es lo mismo, ni debe ni puede serlo. El trastorno bipolar del kirchnerismo es una constante de su política y según parece una fuente inagotable de irracionalidad que no respeta nada infectando al conjunto de la sociedad.

Así como pusieron el Museo Malvinas en la ESMA para presentar como víctimas a los combatientes, asociándolos a los desaparecidos, ahora pretenden que todos puedan decirse héroes en sus licencias de conducir.

Entiendo que puede resultar antipático decir que no todos los veteranos de la Guerra de Malvinas son héroes.

Pero más antipático me resulta pretender que, por ejemplo, sea lo mismo un Esteban que  otro. 

¿Quedó claro?

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.