jueves, 29 de diciembre de 2022

UPS! LOS ENGAÑOSOS ANUNCIOS DE "NIETOS RECUPERADOS"



A contrario de lo que por prejuicio izquierdista / progre muchos creen, para quien esto escribe (La Pluma de la Derecha) la aparición de cada "nieto recuperado" es una inmensa alegría y motivo de celebración. 



No puede ser de otra manera para cualquiera que valore los lazos familiares y a la familia como institución imprescindible.

Pero además, cada vez que las madres de terroristas autodenominadas "abuelas de Plaza de Mayo" presentan en sociedad un nuevo nieto hallado en su búsqueda demuestran que no existió el tan mentado genocidio que el relato kirchnerista endilga a los militares argentinos.

Para que quede claro: 

Cada "nieto recuperado" evidencia la inexistencia del genocidio. Los nazis no se preocupaban por la vida de los bebés judíos, ni los turcos por los armenios. Y si los resguardaban no era por motivos humanitarios, sino para servirse de ellos.

Fue un rasgo humanitario de los militares argentinos preservar con vida a los hijos de los terroristas. A pesar que esos terroristas no tenían ningún reparo en matar hijos de militares o civiles. Terroristas erpianos y montoneros que, hay que decirlo, también usaban a sus hijos de escudos.

Y es que nuestros militares no perpetraron ningún genocidio sino que evitaron la delirante masacre camboyana que planeaba Roberto Santucho, jefe del ERP, cuando calculaba sería necesario matar a un millón de argentinos para implantar el socialismo. 

Lo que pretendía Santucho, y sus jefes en Cuba, era deshumanizar a la Nación Argentina por medios brutales extirpando en mares de sangre toda idea y sentimiento de Libertad hasta extinguirla en su identidad. Eso es genocidio. Masacre que también hubiera perpetrado Montoneros, dada su fascinación con la muerte, en el caso de ganar la guerra. Afortunadamente ni Santucho ni Firmenich pudieron tomar el poder. 

El costo de evitar esa masacre fue mínimo: 30.000 miente la izquierda con el coro de progres repitiendo como loritos para no ser catalogados de "fachos". Y obviando que la mentira de los 30.000 es la piedra basal de toda esta farsa, incluso en el caso que fuera verdad resulta barato frente a lo que se evitó. Pero como los desaparecidos no fueron 30.000, ni la mitad, sino poco menos que la mitad de la mitad; más que barato fue una ganga. 

Tras la "guerra revolucionaria" declarada contra la Nación Argentina por organizaciones terroristas dirigidas desde Cuba, la categórica victoria militar alcanzada por las fuerzas del Estado Argentino no supo ser valorada ni sostenida por la sociedad. Y posiblemente esa desaprensión hacia la sangre derramada en defensa del estilo de vida argentino, sea la razón por la que la democracia está resultando un experimento fallido. Saboteado abiertamente desde el 2003 por el kirchnerismo.

Así vienen siendo las cosas, cuando el 28 de Diciembre de 2022, justo como si fuera una chiste del Día de los Inocentes, se anunció el "nieto recuperado 132". 

Los anuncios de "nietos recuperados" (que han ido perdiendo impacto social dado el uso distractivo para beneficio del kirchnerismo, por lo que abundan humoradas sobre la "oportuna" aparición ante cada desacierto gubernamental) refieren objetivamente a la finalización del proceso judicial de restitución de identidad, pero sería de una ingenuidad lindante con la imbecilidad no observar que forman parte de una campaña de propaganda para sostener la creencia de que se siguen encontrando nuevos casos de hijos de desaparecidos.

Por caso Página/12, el diario fundado por Jorge Lanata con dineros mal habidos del ERP y staff con terroristas para propaganda y acción psicológica de la izquierda, titula el 29 de Diciembre de 2022: "Abuelas de Plaza de Mayo encontró al nieto 132". 


"Encontró", afirma Pasquín/Bolche con su malicia de siempre. Tal como dijeron diversos medios y comunicadores cuando días atrás se anunció el "nieto recuperado 131", hijo de dos terroristas del ERP, y tal cual han propalado respecto del 132.

Pero lo cierto es que no hay hallazgo, solo otra verdad a medias presentada en forma engañosa.

Sostén espurio de intereses ideológicos afines a la dictadura castrista, el curro de los derechos humanos ha servido para una gran cantidad de estafas. Algo sobradamente demostrado por José D'Angelo en sus libros "Mentiras tus muertos" (2015) y "La estafa con los desaparecidos" (2021).



El caso de Juan José Morales, "nieto recuperado 132", es por demás ilustrativo. Porque más allá de la formalidad de algún expediente judicial, el 31 de Diciembre de 2010 -cuando se llamaba Juan José Cazorla- contaba a La Gaceta ("Gracias a la genética halló su identidad y los restos de su madre"), que se anotició en 2007 de no ser hijo biológico de quienes lo habían criado y que era hijo de Mercedes del Valle Morales, de Monteros, Tucumán, desaparecida en 1976.

Entonces en el año 2010, cuando tenía 35 años, sabía Juan con certeza quién era su madre y pudo disponer de sus restos. 12 años después, a sus 47, lo presentan como el "nieto recuperado 132" y el órgano de propaganda filoterrorista Página/12, que lidera las estrategias comunicacionales de la izquierda, titula "encontraron"... ¿se había perdido después del 2010?

No hay pues ninguna novedad. Simplemente timing comunicacional y el ardid de "presentar" un número puesto a una historia ya resuelta para hacer creer a los incautos que se ha encontrado un nuevo hijo de desaparecidos.

Tiene varios propósitos la izquierda para informar desinformando. 

Por un lado mantener al país empantanado de pasado, como si ninguna página pudiera darse vuelta definitivamente. Y es que aquello de Orwell sobre el control del pasado para controlar el futuro lo siguen al pie de la letra. Por eso es que en la presentación del 132 dijo Estela Carlotto: "Como un rompecabezas que nunca se termina de completar, se inicia un nuevo camino para poder dar con su verdadero padre". Algo así como el cuento de la buena pipa.

Otro es conservar el absurdo sentimiento de culpa instalado en la conciencia argentina por habernos defendido de la agresión comunista. Eso que desde la mentira de los 30.000 desaparecidos sostiene el mito del genocidio e hizo que en farsas de juicios contra militares jueces prevaricadores encarcelen sin dar atención a las garantías del debido proceso y la irretroactividad de la ley penal. Una conciencia culposa es una sociedad incapaz de defenderse y entregada a sus enemigos. 

Finalmente nadie puede negar que los derechos humanos han sido degradados a instrumento de la corrupción. Con notable capacidad de síntesis Jorge Asís definió al kirchnerismo: "Roban pero encarcelan". Y esta corrupción interna requiere una cobertura internacional, que crean también en el extranjero que están aportando fondos para una causa noble. 

Diarios progres de todo el mundo repiten sin cuestionar lo que dictan diarios de izquierda, razón por la cual siempre hay en toda elección algún candidato de "ultraderecha" pero ninguno de "ultraizquierda". Y el Granma, órgano de propaganda del Partido Comunista Cubano, que no por causalidad titula: "Abuelas de Plaza de Mayo en Argentina informan sobre la aparición del nieto 132", es parte de esa campaña para hacer creer que acá aparecen o son encontrados nuevos casos de hijos de desaparecidos.



La presentación del "nieto recuperado 132" es la remake de una película ya vista hace más de una década. Parte de un enorme engaño, que como todo engaño tiene algo de verdad. Y mientras se siga callando lo que está a la vista de todos nos seguirán robando el futuro. Hay que tener conciencia que montaron otra farsa y reaccionar.

Finalmente, tiene razón (y mucha) Nicolás Márquez cuando dice que el macartismo es un sano y noble sentimiento. Una práctica necesaria añado yo, porque a toda hora hay comunistas intentando argucias para destruir tu Patria y tu Libertad.

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

  



























lunes, 26 de diciembre de 2022

"NO TAJO NADA PAPANUEL..."



De alguna manera uso el Facebook como una especie de diario abierto. Esto que escribí ayer, día de Navidad, es un pasaje de ese diario.

Obviamente no recuerdo la anécdota por mí, sino porque mi madre solía contarla.

Alguna navidad siendo yo un crío muy chico, aunque no tanto como en la foto, la pasamos fuera de casa. Obviamente los regalos que mis padres compraron para mí fueron puestos en el arbolito junto al que estuvimos a la medianoche, pero ocurrió que en casa también esperaba iluminado el arbolito navideño, por lo que ni bien retornamos entré corriendo para ver qué otras maravillas me había dejado Papá Noel en nuestro arbolito.

Pero no previeron mis padres que iba a volver despierto y expectante. Así que no había nada, ningún paquete aguardando ser abierto, por lo que totalmente decepcionado abriendo muy grandes los ojos miré a mis padres y dije: 

- No tajo nada Papanuel...

Lo parece, pero no es sólo una risueña anécdota navideña. No. Hasta el día de hoy cuando espero de alguien una determinada conducta que no le nace, y no hablo de regalos o cortesía alguna, sino de ética, ya que muchas veces no tiene sentido ni vale la pena expresar el reproche por la decepción, me parece estar de nuevo frente a aquel arbolito sin paquetes y como si conservara algo de aquella ternura e inocencia digo para mí: 

- No tajo nada Papanuel...

Y sí. En política la digo mucho. Pero ya no con la candidez del niño que creía en Papá Noel y los Reyes Magos, sino con el irónico desprecio del ciudadano desencantado con la politica en que, a fuerza de idealismo chocando con la realidad, me he convertido. 

Y sin embargo, a pesar de todo, todavía elijo creer que mis ojos pueden todavía destellar ilusionados. Tal vez, los tuyos también.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.
Estado Libre Asociado de Vicente López

lunes, 12 de diciembre de 2022

¡¡¡RENUNCIE CORRUPTA!!!


La Constitución Nacional, por reflejo del sabio y decente espíritu de los constituyentes fundadores, aborrece la sola idea de colocar las vidas y fortunas de los habitantes de la República Argentina bajo el arbitrio de tiranos y delincuentes.

Por ello, previendo la posibilidad de corruptos y criminales que accedieran al poder, establecieron mecanismos para conservar la honorabilidad de las instituciones republicanas y la dignidad de los argentinos.

Así, en el contexto presente, la Cámara de Diputados tiene la exclusiva facultad de acusar ante el Senado de la Nación a la Vicepresidente Cristina Fernández, condenada por corrupción (administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública) a la pena de seis años de prisión e inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos.

Corresponde la acusación y el juicio político en razón de lo dispuesto en el Artículo 53, porque la sentencia en sede judicial prueba el delito cometido por la vicepresidente Fernández en el ejercicio de sus funciones. Lo que, además, es un grosero mal desempeño, dos razones inobjetables para proceder a su destitución.

Por supuesto ese procedimiento establecido en concordancia con la alta moral de los constituyentes fundadores, choca de plano con la amoralidad / inmoralidad reinante en la dirigencia política y particularmente con la composición de la Cámara de Diputados; donde hay mayores chances de encontrar dos tercios de las bancas a favor de la corrupción que de alcanzar esa misma mayoría especial para sanear las instituciones.

No obstante ello, nada impide a la ciudadanía reclamar y exigir por su propia cuenta, desde el reproche social a falta de honestidad en la Cámara de Diputados, que la condenada por corrupción presente su renuncia tal como está previsto en el Artículo 88 de la Constitución Nacional. 

Si el Congreso de la Nación se ha convertido -como otras veces- en un aguantadero, si ninguna voz de peso en la dirigencia política se alza con fervor republicano exigiendo la renuncia, si la complicidad de casta elude instalar la necesaria discusión sobre la ética pública, deberemos ser los ciudadanos de a pie los que a fuerza de insistencia levantemos ese clamor. Y es que desde el momento en que se dictó la sentencia condenatoria, Cristina Fernández usurpa el cargo de vicepresidente. 

Lo usurpa porque está acreditado que es indigna de permanecer en él. Lo usurpa porque no tiene sentido que Cristina Fernández con su prontuario penal, ya no pueda -por ejemplo- ser legítimo usuario de armas de fuego pero pueda eventualmente por estar en la línea de sucesión presidencial ser comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, dirigir a las Fuerzas de Seguridad y Policiales, ser responsable por la administración general del país, indultar o conmutar las penas por delitos sujetos a la jurisdicción federal y conducir las relaciones exteriores de la Nación entre otras facultades.

¿Cómo podemos permitir pasivamente que una delincuente condenada siga en el gobierno? ¿Cómo aceptar que una prontuariada que sería rechazada para trabajar de cajera en cualquier banco siga presidiendo el Senado de la Nación? Y estas preguntas cobran una relevancia todavía mayor cuando la realidad política evidencia, con vergonzosa obscenidad, que el presidente Alberto de la Fernández no es más que un títere de la vicepresidente Cristina Fernández. 

No será el muñeco presidencial quien, en nombre de la ética republicana, pida la renuncia a su vicepresidente. Por razones de jerarquía inversa y porque este seudo presidente ni siquiera pudo remover a funcionarios de menor rango cuando lo intentó, mucho menos a su jefa. No tiene ninguno de los atributos que hacen a la integridad. 

Y así el gobierno, en su resistencia a la condena judicial, profundiza desde su ambición totalitaria el conflicto de poderes y se convierte en una mafia que se victimiza denunciando otras mafias pero que nunca clama por su inocencia. El argumento por excelencia del kirchnerismo es que corruptos somos todos, y eso es lo que valida la falta de un clamor cívico exigiendo la renuncia de la corrupta. 

Una de las cosas más patéticas y grotescas luego de la sentencia, es que Cristina Fernández, desde la centralidad de la escena política, haya logrado instalar su "renunciamiento"  a eventuales candidaturas en el futuro y logrado con ello que nadie, por caso ninguno de los eventuales candidatos opositores a la Presidencia de la Nación, alce como bandera la exigencia de su renuncia al cargo que actualmente usurpa. 

Por todo esto me he propuesto, sin olvidar que soy solamente un ciudadano de a pie con escasos recursos materiales y limitaciones de difusión, bregar de manera constante por despertar conciencias para exigir la renuncia de la corrupta.

Callarnos, bajar los brazos ante el dominio de los corruptos, sería aceptar que la delincuencia nos representa y convalidar la decadencia ética y moral impuesta por la subversión kirchnerista. 

Y sí, es difícil porque soy solamente uno; pero con vos ya seríamos dos...

¡¡¡RENUNCIE CORRUPTA!!!
 

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

domingo, 11 de diciembre de 2022

DEFENSA Y FUERZAS ARMADAS: ANECDOTARIO DE OTRA INFAMIA KIRCHNERISTA

La realidad de la Argentina exhibe el sostenido declive de su poderío militar desde 1983, una constante peligrosa cuando el punto partida de cualquier planificación de Defensa es un extenso territorio sobre el que hay notorias ambiciones extranjeras. 


A la obviedad del territorio insular usurpado bajo dominación militar británica hay que sumar otras presencias igualmente indeseables como el enclave chino en Neuquén, con buena parte de la facción en el gobierno queriendo alinear el país a los intereses del Partido Comunista Chino, el activismo secesionista de la izquierda disfrazada de etnonacionalismo mapuche, la vocación colonial que llevó al presidente Alberto de la Fernández a ofrecerse a Putin como puerta de entrada para Rusia en América Latina, la expansión del narcotráfico con organizaciones trasnacionales que en su afectación de la soberanía argentina lograron cierto control de los cielos para el tráfico y, a la par de todo ello, una grosera descomposición social en la que proliferan escenarios de Guerra Civil Molecular haciendo de la Seguridad Interior un queso gruyere.

En lo que va del Siglo XXI Argentina se gobierna como si fuera un experimento para determinar cuánto tiempo puede sobrevivir un país atentando contra su propia existencia. Y nos acostumbramos. 

Tanto nos acostumbramos, que todavía no se entiende que para recuperar la voluntad de ser y prevalecer de la Nación Argentina es necesario actualizar, reformular y aplicar una nueva Doctrina de la Seguridad Nacional. La sola idea de repensar la Seguridad Nacional asumiendo que hay enemigos externos e internos espanta a la corrección política impuesta por el marxismo a través de la subversión cultural. La cobardía intelectual ha llegado al punto de cuestionar cualquier intención del ser y prevalecer de la Nación Argentina, como si ello atentara contra la paz (contra alguna idea indigna de la paz); cual si no existieran el Himno y la Constitución Nacional imponiendo deberes para con las futuras generaciones. 

Y claro, para comprender y cumplir esos deberes, es imprescindible desear que haya futuras generaciones de argentinos, cosa que los que gobiernan en lo que va del siglo, expulsando población joven y formada como sometiendo el país todo a la miseria, evidentemente no desean.

Como un síntoma más de esa erosión al ser y prevalecer de la Nación Argentina, se impuso hace tiempo la estúpida creencia que contemplar las hipótesis de conflicto promueve los conflictos y así se repite, como si fuera algo beneficioso, que "Argentina no tiene hipótesis de conflicto". Algo más que imbécil cuando, de mínima, hay un conflicto con los británicos por la integración del territorio nacional. 

En ese contexto cabe enmarcar la breve cronología de otra infamia kirchnerista que motiva este artículo. 

A finales de noviembre, Alberto de la Fernández asesorado por Casa Militar y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), dependiente de Naciones Unidas, dispuso la compra de un nuevo avión presidencial. Se trata de Boeing 757-256 para 39 pasajeros, con dormitorios y grandes comodidades, lo necesario a efectos que el seudo Presidente pueda llevar aquella fiesta de Olivos al aire..


Argentina es un país empobrecido y empobreciéndose, SOBRE ESA REALIDAD UN AVIÓN PRESIDENCIAL NO PUEDE SER PRIORIDAD. Nada justifica hoy, ni desde la austeridad ni desde la seguridad presidencial que el presidente no viaje como pasajero común en cualquier vuelo de línea. Y muy especialmente porque, a todas luces, hay cosas más relevantes que proteger.

Lo que nuevamente revela la compra del avión presidencial es que los políticos argentinos, más allá de cuál sea la facción en el poder, tienen una propensión absoluta a considerarse más importantes que aquello que hace a la razón de sus funciones.

En este caso ello ha sido explicitado por Alberto de la Fernández en una entrevista con Financial Times, diciendo, con posterioridad a su decisión de proveerse un avión de dignatario relevante, que:

"Argentina tiene que destinar sus recursos a cosas más importantes que la compra de aviones militares hoy en día. Porque estamos en un continente muy desigual con todos los problemas que anteriormente usted comentó, pero es un continente en el que no hay problemas de guerra. La paz es el común denominador entre nosotros y la búsqueda de la unión regional como en su momento Europa construyó la unidad regional, es la búsqueda de América Latina, con lo cuál para nosotros hay otras prioridades, antes de comprar armas".

O sea: avión presidencial sí, aviones de combate no. Prioridades de casta. Ellos valen más que nosotros...

Nada nuevo, por cierto. Pero la infamia no es solamente el hecho en sí de comprar un avión suntuario y ni uno para proteger nuestros cielos. 

La cosa sigue porque el orden de prioridad establecido por Alberto de la Fernández anteponiendo su comodidad a la seguridad de la Nación, lleva implícita en su argumentación ante el Financial Times el total desconocimiento de la relación intrínseca entre diplomacia y Fuerzas Armadas, que es decir entre la capacidad de consensuar en la mesa de negociaciones y disuadir en el terreno. 

Entonces contradiciendo sus propias palabras, como cada vez que lo que dice se confronta con algo que dijo antes (ya que si hay alguien que no sobrevive a la prueba del archivo es Alberto de la Fernández), al tiempo que declara que la paz reinante en la región no justifica comprar aviones de combate, la Cancillería ensayaba una insignificante protesta diplomática (sin ningún respaldo militar) denunciando que la participación de efectivos kosovares en ejercicios militares en Malvinas "constituye una injustificada demostración de fuerza"

No es preciso mucho análisis para entender que cada vez que el gobierno argentino expresa su "contundente rechazo" a cualquier medida con que los británicos responden a sus necesidades de Defensa, mismas que no descuidan porque Argentina si lo haga, la nota va al archivo de las insignificancias. 

Ya desde el año 2012, a 30 años de la guerra, el entonces ministro de Defensa inglés Philip Hammond afirmó que la Argentina “no es una amenaza militar creíble” para la continuidad de la usurpación británica sobre las Islas Malvinas.

Ahora, a 40 años de la Guerra de Malvinas, no sólo no son una amenaza creíble para la usurpación británica, no son un elemento de disuasión significativo frente a ninguna de las amenazas que se ciernen sobre la República Argentina.

Con su idílica, cómoda y falsa visión de la América del Sur como una región de paz garantizada, parece ignorar Alberto de la Fernández que esa supuesta paz puede dejar de existir de la noche a la mañana. En su ignorancia deliberada, parece no haberse enterado que allá por el 2004, ante fallas en el suministro de gas, el Presidente de Chile Ricardo Lagos puso sobre su escritorio la opción militar contra la Argentina y le advirtió a Néstor Kirchner, cuyo Jefe de Gabinete era un tal Alberto Fernández, que "el día en que las casas no tuvieran gas, me vería obligado a declararle la guerra a su país, porque esa carencia provocaría una revolución aquí. Me daba cuenta de lo que significaba mi amenaza, pero no tenía otra herramienta para exigir que se cumpliera el contrato", narró el chileno en su biografía.

Entendamos que si Chile por una cuestión de gas puso la opción militar en la mesa de negociaciones, cualquier otro país podría hacer lo mismo. De hecho, en el plano de la ficción, la novela de Carlos González Robles "CHINA INVADIÓ ARGENTINA ¿La Tercera Guerra Mundial?", plantea un conflicto en el que los chinos recurren a su aparato militar para ocupar el país con la excusa de cobrar deuda argentina. Remarco que es una ficción, pero una ficción posible, del tipo de ficciones que lo son hasta que dejan de serlo. 


Y alguno de los cráneos que, embriagados de paz, establecen prioridades en Argentina podría decir que frente a tal hipótesis no tendría sentido, por la disparidad de poderío, ofrecer ninguna resistencia. Son los mismos cráneos que supusieron que la campaña rusa en Ucrania sería una guerra relámpago. En el ejemplo ucraniano hay que saber valorar el esfuerzo militar convencional como manifestación de la voluntad de ser y prevalecer de una Nación. Cierto es que Ucrania recibió y recibe una importante ayuda militar extranjera, pero la puede recibir porque desde antes de la guerra tuvo la voluntad de fortalecer su instrumento militar. 

Si hasta aquí lo expuesto en este artículo ha impactado en su pensamiento con la preocupación sobre el lamentable estado de indefensión que ofrece la Argentina, prepárese para indignarse al comprender algunas de las razones por las que estaremos todavía peor.

No es novedad que tenemos por ministro de Defensa a un fulano con pasado terrorista. Jorge Taiana es hoy el encargado de sostener el plan kirchnerista para el escarnio y la humillación constante de las Fuerzas Armadas (algo que arrancó en 2003 con hechos públicos y notorios cuya enumeración al día de hoy sería a más de larga muy penosa). 

No hay en el destrato de gobierno a las Fuerzas Armadas ninguna casualidad, todo, absolutamente todo lo que se hace es con la finalidad de sacarlas del eje de la Defensa y convertirlas en un instrumento servil a la propaganda política Incluso con César Milani, generalito traidor a la sangre de los combatientes del Ejército Argentino, quien desde el retiro tiene el descaro de proponer una revolución que implicaría el fin de la República y la culminacion del proyecto totalitario de corrupción estructural kirchnerista. 


Es así que en este mismo país que derrocha su presupuesto en ideología de género, Ministerio de la Mujer incluido, al mismo tiempo que se prioriza la compra de un avión presidencial por sobre la adquisición de aviones de combate, al mismo tiempo que la Cancillería protesta porque los británicos obran como dueños absolutos de las Islas Malvinas, al mismo tiempo que condenada la vicepresidente Cristina Fernández por corrupta el gobierno entero se abroquela en defensa de la corrupción, es decir en el momento que el país está más cerca que nunca de ser un completo hazmerreír que de volver a ser una República con un mínimo de seriedad, el Ministerio de Defensa dedica toda la pompa de su ceremonial a la inauguración de un banco rojo en el Edificio Libertador...


Supone la progresía que simbolismos estúpidos como el del banco rojo concientizan sobre la necesidad de evitar la violencia contra las mujeres, y en tal sentido explicó  la directora de Políticas de Género, Laura Masson, que “desde el Ministerio de Defensa trabajamos diariamente para llevar adelante diferentes políticas públicas para prevenir y erradicar la violencia de Género en el ámbito de la Defensa Nacional y para promover la equidad en el ámbito laboral que pretendemos sea libre de todo tipo de violencias”.

Pocas imágenes son tan ridículas como las de funcionarios inaugurando bancos pintados de rojo y en el caso de Defensa es todavía más grotesco por el contexto aludido que muestra un deliberado y completo abandono de la razón de ser de ese Ministerio.

Esto no puede más que empeorar, porque además tampoco hay en la conducción militar de las Fuerzas Armadas ningún atisbo de dignidad, sólo parece haber ordenanzas de la resignación, tan dispuestos a subirse a cualquier banquito como a pintar otros, a olvidar a los camaradas muertos en combate, A NO DEJAR NINGUNA HUELLA MÁS QUE HABER OSTENTADO UN GRADO. 


Cualquier mirada sobre la conducción política y militar de las Fuerzas Armadas, lleva a pensar que a los jóvenes argentinos con vocación militar, el más sano consejo que se les puede dar es que mejor se enlisten en la Legión Extranjera antes que vestir uniforme nacional para que los humillen todos los días.

Y no tengo que explicarle a ningún lector lo que al escribir ese último párrafo se agita en mi interior. Eso mismo que a Usted. 

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un libera que no habla de economía.

jueves, 8 de diciembre de 2022

CORRUPTA, CHORRA Y CONDENADA.



Una vicepresidente condenada por corrupción y un presidente condenado por sus propias palabras en un eterno loop de colisión con sus archivos...

Otra que la dimensión desconocida: Argentina.

¿Dónde puedo leer los comunicados de los partidos políticos de la "oposición" y a sus principales dirigentes exigiendo la renuncia al cargo de la vicepresidente condenada por corrupción?

Mala señal que la oposición esté más atenta a lo que dijo la corrupta sobre eventuales candidaturas que empeñada en exigir su renuncia al cargo de vicepresidente de la Nación para el que, acreditadamente, ostenta inhabilidad moral.

Lo absurdo del país queda demostrado en un hecho simple: la condenada anuncia renunciar a candidaturas y a lo que debe renunciar es al cargo que actualmente usurpa. Y digo usurpa porque una vez condenada debe renunciar o ser destituida de inmediato.

Condena, certeza de corrupta. Defraudación al Estado, la esencia del kirchnerismo.

Pero hay finde largo, juega la Selección y la "oposición" no tiene tiempo para exigir la renuncia de la inhabil moral para el cargo de vicepresidente de la Nación.

La República tibia...

¿En la próxima sesión del Senado los senadores de la oposición la van a seguir llamando "Señora Presidente" o le dirán "corrupta condenada" para reclamar y exigir que por lo que queda de Honorabilidad en la Cámara alta presente su renuncia?

Como nunca antes el kirchnerismo está expuesto como lo que es: una banda delictiva.

Y una vez más la tibieza opositora deja en claro que la República no tiene quien la defienda. 

¿Por qué nadie relevante, con peso político, está organizando una manifestacion cívica / marcha al Congreso para exigir la renuncia de la condenada por corrupción?

Otra vez dejan la centralidad de la escena política a la inciativa del kirchnerismo. Es ahora.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

lunes, 5 de diciembre de 2022

EL EMBRUTECIMIENTO POLÍTICO DE LA INTELIGENCIA





Podría suponerse que en materia de Inteligencia el daño sobre daño que provocan las distintas administraciones revela, como en tantas otras áreas de gobierno, la falta de una política de Estado que anteponiendo el interés nacional por sobre lo partidario atraviese en forma coherente la alternancia en el poder.

Sin embargo y a falta de una real política de Estado, se ha impulsado desde el 2003 lo que podríamos definir como el permanente esfuerzo político de embrutecer la Inteligencia. 

La Escuela Nacional de Inteligencia (ENI), por ley, es el "instituto superior de capacitación" del Sistema de Inteligencia Nacional. "Superior", vale subrayarlo, no significa único; más aún: supone la coexistencia integrada con otros por debajo de su nivel jerárquico.

En la ENI "deben" formarse los agentes de la AFI, y "podrán" acceder a sus cursos agentes de los demás organismos que integran el sistema. 

Con toda lógica no se impide que los distintos organismos formen y capaciten a su personal en sus propios institutos con las especialidades del caso, pero la política desprecia la capacitación profesional en los agentes de Inteligencia.

Tanto el kirchnerista Marcelo Saín, cuando fue director de la ENI, como el cambiemita Gerardo Milman desde el Ministerio de Seguridad, hicieron daño al dispositivo de formación profesional.

Saín, como en todo lugar por el que pasó se dedicó a insultar al personal desde su soberbia de creerse el Capitán América o alguna otra cosa de historieta, que sólo se lo cree él. No aporto nada, absolutamente nada, a la ENI.

Milman, la bestia bruta que confundía Inteligencia Criminal con Investigación Criminal, con la soberbia del ignorante pretendió disolver la ESID (Escuela de Inteligencia sobre el Delito), de la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal.

"Yo cerré la escuela de inteligencia criminal, porque hay una escuela de la AFI que se llama ENI. Pero no puedo dar muchos más detalles porque estamos hablando justamente de secretos de Inteligencia", declaró Milman argumentando lo absurdo. 

Los "secretos de Inteligencia" no abarcan el texto y la interpretación de la Ley de Inteligencia, que es la que define el rol de la ENI en el dispositivo de formación y capacitación del Sistema de Inteligencia Nacional. 

Y a ese daño que dejó el macrismo, súmese el agravio a la razón de ser del Sistema de Inteligencia Nacional que significó con el regreso del kirchnerismo reemplazar lisa y llanamente formación por adoctrinamiento castrista desde la intervención a la AFI en la roja cabecita de Cristina Caamaño; para la hueca continuidad de Agustín Rossi. 

El desprecio de la casta política hacia la actividad y la práctica de la Inteligencia en la toma de decisiones, explica gran parte de la decadencia argentina. 

Por eso es preciso entender que la conducción de los Servicios de Inteligencia es un asunto de interés público.

Hay que romper el cerco de mitos y falacias que hace creer que los servicios son oscuros sótanos inaccesibles al entendimiento común. 

Inteligencia es una actividad simple, necesaria y republicana, con disciplina del secreto, por supuesto, pero lejos del ocultismo absurdo.

El secretismo con que los políticos advenedizos que asumen cargos en áreas de Inteligencia intentan justificar su incapacidad para responder por sus propios actos no es parte del Servicio; es un vicio de la política. Y si hay cajas, son siempre de la política.

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

sábado, 19 de noviembre de 2022

CRISTINA Y LA VIDA COLOR GENDARMES

 


Hace muchos años cuento el chiste de los gendarmes y no pierde vigencia:

Tormenta de ideas en el Ministerio de Seguridad.

Ministro: Piensen.
Secretario 1: Mandemos gendarmes.
Secretario 2: Muchos gendarmes.
Secretario 3: Más gendarmes!
Ministro: ¿Alternativas?

Secretario 1: Mandemos gendarmes.
Secretario 2: Muchos gendarmes.
Secretario 3: Más gendarmes!

Pocas cosas demuestran tanto la mediocridad de la política como agotar un recurso en dar una y otra vez la misma respuesta a cualquier problema. 

"Más gendarmes", el chiste de los gendarmes es lo que sigue proponiendo Cristina Fernández. Y vale volver a leer al párrafo pertinente: 

"Nosotros cuando estuvimos en el gobierno desplegamos miles de gendarmes en el Conurbano Bonaerense en el Operativo Centinela, la gente lo pedía porque tenía más confianza. Eso todavía no sé por qué no podemos hacer lo mismo de desplegar miles de gendarmes aquí en el Conurbano Bonaerense en lugar de tenerlos en medio de la Patagonia nadie sabe haciendo qué". 

Como si ahora no estuviera en el gobierno, Cristina Fernández propone más de lo mismo, contradiciendo incluso sus críticas al macrismo que también hizo un uso excesivo de la Gendarmería Nacional. 

Por caso cabe recordar que el Subsecretario de Fronteras Matías Lobos, durante la gestión de Patricia Bullrich y demostrando su ineptitud para el cargo, celebraba el despliegue de gendarmes en el Conurbano...   

Por esa decisión política de desgastar el bien ganado prestigio verde, la Gendarmería ha ido difuminando la especialidad de frontera para convertirse en una fuerza multipropósito con tendencia, por pérdida de identidad, a no tener ninguno. 


Pero más allá que sostener miles de gendarmes en el conurbano distrae recursos necesarios en la protección de nuestras extensas fronteras, confines a los que la Gendarmería debe dirigirse asegurando su identidad primaria como fuerza de Seguridad con funciones de Defensa, lo llamativo y cínico en el discurso de Cristina Fernández es la demagogia de proponer lo que sale de las encuestas. 

Que la gente en el conurbano quiere gendarmes es cierto, pero ¿de verdad lo cree Cristina Fernández?

Repasemos algunos hechos significativos de su relación con la Gendarmería Nacional para interpretar si dice lo que cree o lo que mucha gente quiere escuchar.

Cristina Fernández asumió su primera presidencia el 10 de Diciembre de 2007. Hasta entonces la Gendarmería Nacional, entre otras virtudes destacables, exhibía una disciplina inquebrantable. 

MANO DE OBRA BARATA

En su discurso del 26 de Junio de 2012 ya en su segundo mandato, Fernández hizo referencia a los efectivos de Gendarmería fallecidos cuando dos colectivos que transportaban tropa desde Chubut a Mendoza fueron colisionados por un camión, cuyo conductor también perdió la vida, al igual que los civiles que conducían ambos micros. 

Allí utilizó esas muertes con un sentido político oportunista. En víspera de la protesta de la CGT en reclamo del aumento del mínimo no imponible para el impuesto a las ganancias, trajo a colación que el Gendarme José Ricardo Bordón percibía un sueldo de 4.100 pesos, que el Gendarme Martín Javier Delgado cobraba 2.800 pesos, el Gendarme Elías Jacobo García recibía 3.707 pesos y el Gendarme Federico Ismael Villca 2.991 pesos, agregando inmediatamente: 

"Ya sé, mañana van a decir '¡Qué poco que le pagan a los gendarmes! ¿Por qué no le aumentan el sueldo?'".

La única respuesta que se desprendía de sus palabras fue que si visten de verde es porque siguen su vocación, como si la simple satisfacción de una vocación de servicio pudiera suplir la necesidad de un salario digno. Teniendo en cuenta que en su discurso la presidente se la pasó describiendo un país donde los trabajadores protestan por bienestar, y porque ganan tanto que tributan ganancias, para afirmar que quienes se oponen a su gobierno pretenden nada menos que "volver a lograr mano de obra barata en la República Argentina", resultaba contradictorio que expusiera los bajos sueldos de los gendarmes como si fueran producto de un sacrificio voluntario por parte de ellos, una suerte de contribución patriótica, cuando en rigor de verdad son (siguiendo su argumentación) trabajadores que no tienen sindicato y a los que su Gobierno -a confesión de parte relevo de prueba- les pagaba sueldos a todas luces insuficientes. Es decir que para el kirchnerismo, más allá de la voz quebrada de la Presidente al listar los muertos, la Gendarmería era mano de obra barata.

EL QUIEBRE DE LA DISCIPLINA

En octubre de 2012 los bajos salarios de los gendarmes, aludidos por Cristina Fernández y que eran también los de la Prefectura Naval Argentina, llegaron al punto -largamente anunciado- de un malestar que quebró la disciplina al interior de ambas fuerzas. Si la Prefectura contaba con el antecedente de participación de los Albatros en sublevaciones carapintadas, la protesta encabezada por suboficiales era totalmente inédita en la Gendarmería y tornó ficta la cadena de mandos.

Las consecuencias de ese quiebre de la disciplina tardaron años en superarse. El kirchnerismo, con Nilda Garré como ministro de Seguridad, desde su odio visceral a los uniformados, había logrado poner a la Gendarmería en condición de vulnerabilidad moral y material. 

EL GENDARME CARANCHO

En el año 2014, cuando todavía las consecuencias del quiebre de la disciplina no habían sido del todo superadas y persistían recelos generados por las protestas (con cuestionamientos a la oficialidad), ocurrió un hecho de impactante repercusión negativa en la sociedad y desmoralizador al interior de la fuerza. El caso fue conocido como "el gendarme carancho", haciendo alusión a los fraudes con accidentes de tránsito, ya que durante una protesta en la Panamericana, un oficial con rango de Comandante se arrojó sobre el capot de un vehículo simulando haber sido embestido. Escena que quedó registrada en video. Sergio Berni era secretario de Seguridad.

¡DESTRUYAN A LA GENDARMERÍA!

La Gendarmería Nacional fue dañada durante las dos primeras presidencias de Cristina Fernández, pero lo que realmente manifestó la intención de desacreditar y destruir la fuerza fue la opereta montada por el kirchnerismo para adjudicar a los gendarmes la "desaparición forzada seguida de muerte" de Santiago Maldonado.


El caso es por demás conocido. Como parte de esa opereta se atacaron unidades de Gendarmería Nacional, se hostigó a los gendarmes y a sus hijos: docentes kirchneristas hicieron llorar a los chicos diciéndoles que sus padres eran asesinos y la Gendarmería criminal.

Cristina Fernández, como jefa del kirchnerismo incentivó activamente esa campaña, que todavía hoy a pesar de decenas de peritos afirmando que el supuestamente desaparecido se ahogó en el río, posiblemente abandonado por los mapuches con los que andaba, subsiste como un eco que repite la militancia kirchnerista en cada oportunidad que se les presenta. Mienten 30.000 ignorando la verdad de las matemáticas así que uno más no van a dejar de mentirlo. Siempre mienten.

LOS HILOS DEL TÍTERE

Por mucho que Cristina Fernández quiera inventarse una épica del retorno, a nadie escapa que Alberto de la Fernández es una marioneta cuyos hilos dirigen sus dedos. 

Y eso fue notorio en materia de Seguridad desde la agresión del gobierno contra la Gendarmería Nacional. Apenas llegada al ministerio de Seguridad, Sabina Frederic intentó inmediatamente reflotar la opereta Maldonado, como así también responsabilizar a la Gendarmería por la participación que en 2019 le fue impuesta por el poder político en relación a la crisis institucional en Bolivia y desacreditarla por las pericias del caso Nisman.

Cada quien sacará sus propias conclusiones. La mía es que el kirchnerismo es un proyecto totalitario de corrupción estructural que busca deformar y subvertir todas las instituciones. Cristina Fernández recurre ahora a prometer gendarmes, rifarlos en una suerte de viejo show de presencia verde, sin ninguna intención de contribuir a la Seguridad. Sólo es otro relato para imbéciles, como el de que volvían mejores.


No tiene ninguna propuesta en materia de Seguridad Interior, porque para tenerla hay que estar comprometido con alcanzar y sostener la irrestricta supremacía de la Constitución Nacional. 

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

viernes, 18 de noviembre de 2022

CRISTINA FERNÁNDEZ, PARA RIFAR GENDARMES




CON LA DEMENCIA COMO MARCO

Acaso, hermosa palabra la palabra "acaso", Argentina ya casi no sea un país porque ya casi es enteramente una dimensión irracional.

Y en esa redundancia válida del "ya casi" hay que enfocarse para no perder la esperanza. Ya casi, significa que todavía no está todo perdido.

El 17 de Noviembre de 2022, pretextando el "Día de la militancia peronista", la vicepresidente Cristina Fernández, en ejercicio material de la Presidencia de la Nación -y en esa fecha también presidente formal por viaje del títere presidencial-, lanzó un curioso acto de campaña congregando una multitud de kirchneristas en el Estadio Único de La Plata. 

Dejando para otro momento la indagación sobre cuánto costó al erario ese acto partidario (cosa que otros podrán determinar mejor que yo), cabe observar el contexto como una anomalía bipolar histórica en la que la dueña del gobierno se presenta como oposición y alternativa a su propio gobierno. Más aún: que sus acólitos pregonen que va a volver en 2023, cuando ya volvió en 2019, da cuenta del mecanismo orwelliano que hace de la pretendidamente conmemorada "militancia" una fe de pura obsecuencia. Además de las novelas de Orwell, ahí está la historia de las dictaduras totalitarias para recordarnos sin ficción los estragos de la histeria colectiva. Hay un trasfondo psiquiátrico en la construcción del "operativo clamor", para el regreso al poder de quien está en el poder. Y no se requiere ser psiquiatra para verlo: Lo demencial no deja de afirmarse en lo que va del siglo como sesgo saliente de la política argentina.

EL DISCURSO DE CRISTINA FERNÁNDEZ SOBRE LA SEGURIDAD

Señalado el contexto, este artículo se centra en las implicancias de este pasaje dicho por Cristina Fernández en su discurso: 

"Los argentinos debemos incorporar al debate, y al acuerdo democrático, el tema seguridad. Un tema complejo, pero que hoy sufre el conjunto de la sociedad argentina. Hay que terminar con debates absurdos porque la democracia tiene una deuda en materia de Seguridad, de la vida de los vecinos, de las vecinas, de los habitantes. Ningún partido político lo ha podido solucionar, y por favor terminemos con ese debate berreta de los mano dura, de los garantistas por un lado, los mano... Miren: muy berreta, muy berreta el debate, y muy cínico y mentiroso, además. Miren, si para algo sirvió lo que me pasó fue para demostrar que cuando estuvieron en el Ministerio de Seguridad los mano dura, a la política de Inteligencia Criminal le pusieron una miss argentina para que la condujera, que no nos berreteen más con que saben de Inteligencia y de Seguridad, y a la hermana la miss argentina a controlar los gastos reservados del Ministerio de Seguridad. Basta muchachos, los vimos, ya nos dimos cuenta. Ya nos dimos cuenta... Hoy, hoy además de los 50 años del retorno de Perón a la Patria, hace un año un pibe, un pibe de acá del Conurbano, de Florencio Varela, Lucas González el jugador de Barracas, le mando un inmenso abrazo a su madre, a su padre, a sus hermanos. El pibe de Barracas era asesinado por una brigada de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, pudo haber sido también de la Provincia de Buenos Aires, en esto, por favor, por una vez en la vida olvidemos los partidos políticos y discutamos en serio el tema de la seguridad en nombre de todas las víctimas, de sus familiares, de sus deudos. Esa brigada que asesinó a Lucas, y los tuvieron detenidos a los pibes durante días, también con la justicia de la Ciudad, pudo haber sido en cualquier lado, como de hecho lo fue me acuerdo todavía en la masacre de Monte, acá en la Provincia de Buenos Aires, recuerdo muy bien. Es necesario que nos despojemos de eso, y dejemos de elaborar proyectos y decir que tenemos la seguridad resuelta. Algunos la pueden tener más resuelta que otros con la pauta publicitaria, pero la seguridad, los vecinos y las vecinas de la República Argentina, y fundamentalmente de los grandes centros urbanos, de los grandes centros urbanos la sufren todos los días. Miren, es demasiado grave el problema y las mutaciones que ha sufrido la sociedad desde, desde la mitad del siglo pasado cuando comenzaron a abandonar el campo y venirse a las ciudades las grandes concentraciones urbanas, la irrupción del narcotráfico, el crecimiento también muchas veces de desigualdad, pero con la desigualdad sola no explicamos un proyecto de seguridad. Ni tampoco con el gatillo fácil, ni tampoco con el gatillo fácil. Porque una de las cosas que tenemos que coincidir los partidos políticos de la democracia es que hay un fenómeno de autonomización de las Fuerzas de Seguridad de la decisión y del poder político. El gran acuerdo que debe haber entre todos los partidos políticos es, además de un proyecto de seguridad, que las Fuerzas de Seguridad respondan efectivamente a las autoridades civiles, de eso se trata y se debe tratar la seguridad. Por eso creo que es imprescindible abordar estos temas, miren, también vimos, no quiero abundar en ejemplos, pero también vimos cuando hubo un partido importante de Boca o no sé qué cosa como, un policía, un agente, no importa si era de la Ciudad, de dónde, no importa, pero estafaba a un turista extranjero. En serio, las Fuerzas de Seguridad son una parte de la solución, pero también son una parte del problema si no se subordinan al poder civil. Eso es la realidad también es necesario decirlo y explicitarlo. Nosotros cuando estuvimos en el gobierno desplegamos miles de gendarmes en el Conurbano Bonaerense en el Operativo Centinela, la gente lo pedía porque tenía más confianza. Eso todavía no sé por qué no podemos hacer lo mismo de desplegar miles de gendarmes aquí en el Conurbano Bonaerense en lugar de tenerlos en medio de la Patagonia nadie sabe haciendo qué. Me parece que es hora de tener una mirada hacia los lugares que están sufriendo, Discúlpenme si hablé tanto de este tema, pero, créanme que es imprescindible hacerlo, también sabemos que el orden, por lo menos para nosotros los peronistas, el orden en una sociedad también ayuda y contribuye con la seguridad, pero ¿cuál es el orden para nosotros? Para nosotros el orden es que el padre o la madre o ambos salgan todos los días a trabajar, los pibes se queden en la casa y vayan al colegio y todos juntos vuelvan a comer en su casa que la familia argentina vuelva a comer en su casa y no en el colegio, en los merenderos o en los comedores, no hay orden, no hay orden que garantice más seguridad que eso, créanme, no es el gatillo fácil ni el palo. Es el trabajo, el trabajo bien remunerado".

CONSIDERACIONES A ESE DISCURSO

Previo a poner el foco en la alusión a Gendarmería Nacional que hace Cristina Fernández, conviene atender otras cuestiones de su discurso que servirán para entender porque su propuesta es una demagógica rifa de gendarmes.

1) Romper el vidrio y esconder la mano.

Lo primero que surge es un remanido desplazamiento de la responsabilidad de Cristina Fernández hacia la democracia. Uso la misma táctica en su segunda presidencia, cuando tras siete años de presidente y once de régimen kirchnerista, le adjudicó a la democracia la responsabilidad por el mal funcionamiento de los servicios de Inteligencia, diciendo expresamente ante el colapso del Sistema de Inteligencia Nacional, provocado por el kirchnerismo, que existía una deuda de la democracia para con la ciudadanía en materia de Inteligencia. 

No había entonces ninguna deuda de la democracia en materia de Inteligencia porque desde la sanción en el año 2001 de la Ley 25.520 de Inteligencia Nacional, conocida como Ley Toma, aprobada luego de un ejemplar trabajo parlamentario, la democracia había resuelto la cuestión. Sólo restaba que los sucesivos gobiernos condujeran la Secretaría de Inteligencia conforme a la misión que les determina en forma implícita y general la Constitución Nacional y expresamente en aspectos particulares la citada ley. Pero la eficiencia de ese Sistema Nacional de Inteligencia pensado para fortalecer a la República era incompatible con la aspiración totalitaria del kirchnerismo.

En materia de Seguridad tampoco hay una deuda de la democracia, porque no es la democracia la responsable de la incapacidad y/o mala intencionalidad de los gobiernos. La democracia, que aquí no es tal sino su intento fallido, no significa ni remotamente privilegiar los derechos de los delincuentes por sobre los derechos de los honrados habitantes del país. Esa inversión del sentido común es la política que desde el 2003 sostiene el kirchnerismo desde su odio, tan oportunista como visceral, a los uniformados. Desde allí, negociados con los derechos humanos mediante, se equiparó el concepto de autoridad al de dictadura, con la paradójica intención de arribar a una dictadura que concentre la suma del poder público (el proyecto "Cristina Eterna").

Para decirlo de otra manera, esa ventana no la rompió la democracia, la rompió el kirchnerismo y como siempre busca Cristina Fernández esconder su mano. Nunca se hace cargo de nada, la culpa siempre es de los demás.

2) Los otros también fueron.

El mismo entusiasmo con que Cristina Fernández pretende esconder su responsabilidad es el mismo con el que busca culpar a los demás; y esos demás son, principalmente, sus socios cambiemitas, que no por mucho cacarear dejan de correr presurosamente en auxilio del kirchnerismo cuando el régimen flaquea.

En tal sentido, aunque con afirmaciones que no son enteramente precisas ni ciertas, su mención a la miss argentina para cuestionar la gestión cambiemita en materia de Inteligencia Criminal se aproxima a la realidad. Pero el problema no era la chica bonita, sino Gerardo Milman, Patricia Bullrich, Silvia Majdalani, Gustavo Arribas y Mauricio Macri, quienes durante cuatro años con la soberbia de los ignorantes despreciaron el rol de la Inteligencia en la toma de decisiones del gobierno.

3) El estigma de los chicos malos.

Desde el más elemental sentido común, nadie puede negar la berretitud del debate entre mano dura y garantismo, que es la pretensión de elegir entre dos problemas como si fueran soluciones. Pero el kirchnerismo es Zaffaroni puro, el garantismo en su máxima nefasta expresión. 

Y en la berretitud garantista se sumerge de cabeza Cristina Fernández al sostener que las Fuerzas de Seguridad asesinan personas y cometen otros delitos porque atraviesan un “fenómeno de autonomización” en virtud del cual no se subordinan al poder civil.

¿Quién puede dudar de la subordinación de las fuerzas, todas ellas, al poder civil? No existe esa insubordinación más que como excusa para desplazar, otra vez, la responsabilidad de la política a las instituciones armadas que mal conducen; cuando no las desprecian o las humillan.  

Tan absurdo es el planteo de Cristina Fernández fantaseando una “autonomización” en términos de insubordinación que hasta salió a responderle Aníbal Fernández desde el Ministerio de Seguridad: “No comparto lo que dice ella. Las cuatro fuerzas no son conducidas per se, son conducidas por un civil y ese civil soy yo. Lo que dice Cristina no es verdad”.

Cuando por la falta de debida conducción las fuerzas cobran autonomía, no lo hacen por insubordinación sino por inercia institucional, ya que no pueden paralizarse (aunque a veces parezcan hacerlo) y su misión no se detiene por la desatención gubernamental. Luego, no habiendo insubordinación, tampoco hay corrupción estructural en las fuerzas que llegue al nivel de salir a matar por matar. Tanto la conducta desviada como el error profesional, que tiene costo humano, son porcentajes variables que se minimizan cuando se aplican criterios selectivos, empezando por el “ambiental” que ha dejado de practicarse sobre los aspirantes, como por la profesionalización constante insuflando el orgullo que da el sentido del deber. Asumir que cada acción desviada tiene respaldo institucional es estigmatizar a las fuerzas en desmedro de la autoridad.

4) ¡Es la cultura, idiotas!

La hipocresía de Cristina Fernández alcanza uno de sus puntos más altos cuando alude al orden en relación directa con la cultura del trabajo. 

Seré muy breve en este punto: si algo hizo el kirchnerismo desde el 2003 hasta hoy, además de favorecer a la delincuencia, ha sido pulverizar la cultura del trabajo. Bajo el kirchnerismo hay hijos que nunca vieron trabajar a sus padres.

Y ello es así porque la demagogia no forma parte del estilo de vida propiciado por la Constitución Nacional. El régimen kirchnerista gobierna abiertamente procurando derogar de facto o legalmente la Constitución Nacional. Esa intencionalidad totalitaria es la que lo descalifica para atender la Seguridad Interior, porque justamente la Seguridad Interior consiste en garantizar el estilo de vida propiciado por la Constitución Nacional, incompatible con la prebenda, la dádiva y el personalismo.

LA VIDA COLOR GENDARMES, UN CUENTO

Hace muchos años cuento el chiste de los gendarmes y no pierde vigencia:

Tormenta de ideas en el Ministerio de Seguridad.

Ministro: Piensen.
Secretario 1: Mandemos gendarmes.
Secretario 2: Muchos gendarmes.
Secretario 3: Más gendarmes!

Ministro: ¿Alternativas?
Secretario 1: Mandemos gendarmes.
Secretario 2: Muchos gendarmes.
Secretario 3: Más gendarmes!

Pocas cosas demuestran tanto la mediocridad de la política como agotar un recurso en dar una y otra vez la misma respuesta a cualquier problema. "Más gendarmes", el chiste de los gendarmes es lo que sigue proponiendo Cristina Fernández. Y vale volver a leer al párrafo pertinente: 

"Nosotros cuando estuvimos en el gobierno desplegamos miles de gendarmes en el Conurbano Bonaerense en el Operativo Centinela, la gente lo pedía porque tenía más confianza. Eso todavía no sé por qué no podemos hacer lo mismo de desplegar miles de gendarmes aquí en el Conurbano Bonaerense en lugar de tenerlos en medio de la Patagonia nadie sabe haciendo qué". 

Como si ahora no estuviera en el gobierno, Cristina Fernández propone más de lo mismo, contradiciendo incluso sus críticas al macrismo que también hizo un uso excesivo de la Gendarmería Nacional. 

Por caso cabe recordar que el Subsecretario de Fronteras Matías Lobos, durante la gestión de Patricia Bullrich y demostrando su ineptitud para el cargo, celebraba el despliegue de gendarmes en el Conurbano...   Por esa decisión política de desgastar el bien ganado prestigio verde, la Gendarmería ha ido difuminando la especialidad de frontera para convertirse en una fuerza multipropósito con tendencia, por pérdida de identidad, a no tener ninguno. 

Pero más allá que sostener miles de gendarmes en el conurbano distrae recursos necesarios en la protección de nuestras extensas fronteras, confines a los que la Gendarmería debe dirigirse asegurando su identidad primaria como fuerza de Seguridad con funciones de Defensa, lo llamativo y cínico en el discurso de Cristina Fernández es la demagogia de proponer lo que sale de las encuestas. Que la gente en el conurbano quiere gendarmes es cierto, pero ¿de verdad lo cree Cristina Fernández?

Repasemos algunos hechos significativos de su relación con la Gendarmería Nacional para interpretar si dice lo que cree o lo que mucha gente quiere escuchar.

Cristina Fernández asumió su primera presidencia el 10 de Diciembre de 2007. Hasta entonces la Gendarmería Nacional, entre otras virtudes destacables, exhibía una disciplina inquebrantable. 

MANO DE OBRA BARATA

En su discurso del 26 de Junio de 2012 ya en su segundo mandato, Fernández hizo referencia a los efectivos de Gendarmería fallecidos cuando dos colectivos que transportaban tropa desde Chubut a Mendoza fueron colisionados por un camión, cuyo conductor también perdió la vida, al igual que los civiles que conducían ambos micros. Allí utilizó esas muertes con un sentido político oportunista. En víspera de la protesta de la CGT en reclamo del aumento del mínimo no imponible para el impuesto a las ganancias, trajo a colación que el Gendarme José Ricardo Bordón percibía un sueldo de 4.100 pesos, que el Gendarme Martín Javier Delgado cobraba 2.800 pesos, el Gendarme Elías Jacobo García recibía 3.707 pesos y el Gendarme Federico Ismael Villca 2.991 pesos, agregando inmediatamente: 

"Ya sé, mañana van a decir '¡Qué poco que le pagan a los gendarmes! ¿Por qué no le aumentan el sueldo?'".

La única respuesta que se desprendía de sus palabras fue que si visten de verde es porque siguen su vocación, como si la simple satisfacción de una vocación de servicio pudiera suplir la necesidad de un salario digno. Teniendo en cuenta que en su discurso la presidente se la pasó describiendo un país donde los trabajadores protestan por bienestar, y porque ganan tanto que tributan ganancias, para afirmar que quienes se oponen a su gobierno pretenden nada menos que "volver a lograr mano de obra barata en la República Argentina", resultaba contradictorio que expusiera los bajos sueldos de los gendarmes como si fueran producto de un sacrificio voluntario por parte de ellos, una suerte de contribución patriótica, cuando en rigor de verdad son (siguiendo su argumentación) trabajadores que no tienen sindicato y a los que su Gobierno -a confesión de parte relevo de prueba- les pagaba sueldos a todas luces insuficientes. Es decir que para el kirchnerismo, más allá de la voz quebrada de la Presidente al listar los muertos, la Gendarmería era mano de obra barata.

EL QUIEBRE DE LA DISCIPLINA

En octubre de 2012 los bajos salarios de los gendarmes, aludidos por Cristina Fernández y que eran también los de la Prefectura Naval Argentina, llegaron al punto -largamente anunciado- de un malestar que quebró la disciplina al interior de ambas fuerzas. Si la Prefectura contaba con el antecedente de participación de los Albatros en sublevaciones carapintadas, la protesta encabezada por suboficiales era totalmente inédita en la Gendarmería y tornó ficta la cadena de mandos.

Las consecuencias de ese quiebre de la disciplina tardaron años en superarse. El kirchnerismo, con Nilda Garré como ministro de Seguridad, desde su odio visceral a los uniformados, había logrado poner a la Gendarmería en condición de vulnerabilidad moral y material. 

EL GENDARME CARANCHO

En el año 2014, cuando todavía las consecuencias del quiebre de la disciplina no habían sido del todo superadas y persistían recelos generados por las protestas (con cuestionamientos a la oficialidad), ocurrió un hecho de impactante repercusión negativa en la sociedad y desmoralizador al interior de la fuerza. El caso fue conocido como "el gendarme carancho", haciendo alusión a los fraudes con accidentes de tránsito, ya que durante una protesta en la Panamericana, un oficial con rango de Comandante se arrojó sobre el capot de un vehículo simulando haber sido embestido. Escena que quedó registrada en video. Sergio Berni era secretario de Seguridad.

¡DESTRUYAN A LA GENDARMERÍA!



La Gendarmería Nacional fue dañada durante las dos primeras presidencias de Cristina Fernández, pero lo que realmente manifestó la intención de desacreditar y destruir la fuerza fue la opereta montada por el kirchnerismo para adjudicar a los gendarmes la "desaparición forzada seguida de muerte" de Santiago Maldonado.

El caso es por demás conocido. Como parte de esa opereta se atacaron unidades de Gendarmería Nacional, se hostigó a los gendarmes y a sus hijos: docentes kirchneristas hicieron llorar a los chicos diciéndoles que sus padres eran asesinos y la Gendarmería criminal.

Cristina Fernández, como jefa del kirchnerismo incentivó activamente esa campaña, que todavía hoy a pesar de decenas de peritos afirmando que el supuestamente desaparecido se ahogó en el río, posiblemente abandonado por los mapuches con los que andaba, subsiste como un eco que repite la militancia kirchnerista en cada oportunidad que se les presenta. Mienten 30.000 ignorando la verdad de las matemáticas así que uno más no van a dejar de mentirlo. Siempre mienten.

LOS HILOS DEL TÍTERE

Por mucho que Cristina Fernández quiera inventarse una épica del retorno, a nadie escapa que Alberto de la Fernández es una marioneta cuyos hilos dirigen sus dedos. 

Y eso fue notorio en materia de Seguridad desde la agresión del gobierno contra la Gendarmería Nacional. Apenas llegada al ministerio de Seguridad, Sabina Frederic intentó inmediatamente reflotar la opereta Maldonado, como así también responsabilizar a la Gendarmería por la participación que en 2019 le fue impuesta por el poder político en relación a la crisis institucional en Bolivia y desacreditarla por las pericias del caso Nisman.

Cada quien sacará sus propias conclusiones. La mía es que el kirchnerismo es un proyecto totalitario de corrupción estructural que busca deformar y subvertir todas las instituciones. Cristina Fernández recurre ahora a prometer gendarmes, rifarlos en una suerte de viejo show de presencia verde, sin ninguna intención de contribuir a la Seguridad. Sólo es otro relato para imbéciles, como el de que volvían mejores.

No tiene ninguna propuesta en materia de Seguridad Interior, porque para tenerla hay que estar comprometido con alcanzar y sostener la irrestricta supremacía de la Constitución Nacional. 


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.



¿Qué es la Derecha?

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Ariel Corbat

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