domingo, 18 de julio de 2021

EL PAÍS DEL LUTO ETERNO




En la medida que los argentinos no tomemos conciencia que ser un país serio es alcanzar y sostener la irrestricta supremacía de la Constitución Nacional el almanaque va a terminar siendo un permanente luto.

Y vale para cualquier tema que querramos tratar y resolver.

Siguiendo un pensamiento escrito por el Dr Mariano Grondona, digo que la cuestión Malvinas es un buen cristal para analizar nuestra realidad y rumbo.

Preguntarnos, con honestidad intelectual, si estamos más cerca o más lejos de recuperar la soberanía efectiva de las islas del Atlántico Sur, trae respuestas duras.

Y lo mismo pasa con la resolución de todos los pendientes y presentes de la Argentina que, subvertida en su cultura y empantada de miseria intelectual, se ha convertido en esta broma de mal gusto donde se acumulan heridas que no dejan de supurar; incluyendo los más de 100.000 muertos por o con Covid en la pandemia que sirvió de excusa para que el gobierno kirchnerista perpetrara, el 19 de Marzo de 2020, su golpe de Estado contra la Constitución Nacional.

Una clara demostración de la decadencia argentina es haber perdido la noción de la "normalidad", nos acostumbramos a que todo mal permanece.

Ejemplo de ello son los pilotes custodiando edificios de la comunidad judía. Están y con razón, pero son más que una defensa o un recordatorio, si los ignoramos y no removemos las razones por las que están ahí, nunca podremos removerlos. Es una claudicación moral, de pueblo anestesiado o idiotizado que no nos duela, ofenda y rebele en nuestra identidad y orgullo nacional verlos ahí. No deben normalizarse y quedarse para siempre, debemos aspirar a ser un país serio capaz de hacer justicia, dentro y fuera de nuestras fronteras: vencer al terrorismo que se jacta de haber dejado ese miedo instalado entre nosotros desde los atentados contra la Embajada de Israel y la sede de la AMIA. 

Hoy estamos tan lejos de recuperar Malvinas como de remover los pilotes de esas veredas, PERO TAMBIÉN ESTAMOS LEJOS DE PODER DESPREOCUPARNOS POR COSAS COTIDIANAS. Somos vulnerables en todo orden.

Y ello es así porque nos seguimos comportando como un pueblo de subnormales. 

Lo siento si alguien se ofende, pero ser gobernados por quienes en lugar de procurar resolver nuestros muchos, variados y evidentes problemas malgastan nuestros escasos recursos en  la imposición de la ideología de género y otras boberas, nos califica como un país de subnormales.


Este intento de democracia fallida inaugurado en 1983 marca el fracaso de mi generación. No fuimos  capaces de capitalizar la victoria militar sobre el terrorismo castrista y permitimos que el enemigo corrompiera cultura e instituciones tergiversando y lucrando con los DDHH. Más aún, encarcelamos a los que defendieron la Patria, algunos de ellos héroes de dos guerras, olvidando que combatieron a los que estaban dispuestos a matar un millón de argentinos para imponer aquí otra dictadura de pretensión eterna como la que, recién ahora, empieza a tambalear en Cuba. 

Así, a la hora de recordar los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA aflora la insoportable hipocresía de la casta política, que deliberadamente omite reconocer que entre entre los terroristas que perpetraron esos dos atentados y los terroristas castristas que lloran como desaparecidos no hay ninguna diferencia, reflejan el mismo afán de matar para imponer sus ideas por el terror. 

Al mal llamado Parque de la Memoria, donde los terroristas pasan por víctimas, se ha llevado a políticos extranjeros para convalidar el relato falsificado de la historia e imponer la doble moral de un lamento absurdo. Rendir homenaje a los que el 2 de Julio de 1976 mataron a 23 personas detonando una bomba en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal, entre tantos otros ataques criminales, es igual de ofensivo que homenajear el "idealismo" de los que atentaron contra la Torres Gemelas, Atocha, París, la Embajada de Israel o la AMIA.  

Y sin embargo, a pesar de este cuadro que describo, la Nación Argentina, incluso en harapos, tiene a mano su carta de triunfo para recuperar su racionalidad y dejar de ser el país del luto eterno.
 
Como dijo el Presidente Roca: "El secreto de nuestra prosperidad consiste en la conservación de la paz y el acatamiento absoluto a la Constitución".

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha, 
un liberal que no habla de economía.

2 comentarios:

  1. EL PROBLEMA ARIEL, ES QUE DEL OTRO LADO SON EL MISMO PERRO. NADA CAMBIARÁ, SOLAMENTE MUDAR DE TIRANOS. EL ESCLAVO AMARÁ LA ESCLAVITUD.

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  2. Ariel..la casta politica argentina es IMPRESENTBLE..pero han llegado a gobernanrnos gracias a un pueblo que vota asados..vino..futbol gratis...despues la parte sana no tiene representacion...los payasos de Kambiemos son funcionales al kirchnerismo...estos de van ..gobiernan ellos y no hacen absolutamente nada..continuando la politica kirchnerista..eso si con gente rubia y de ojos celetes...en fin..la solucion nones politica..pero no hay coraje para encararla.....

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