domingo, 16 de junio de 2019

OTRA OPERETA COMUNISTA CONTRA PATRICIA BULLRICH


DENUNCIA CON TUFO BOLCHEVIQUE

APDH - un plan de acción comunista.

La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), entidad que propala tanto la mentira de los 30.000 desaparecidos como la fantasía morbosa de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, ha presentado una denuncia penal contra funcionarios del Ministerio de Seguridad de la Nación. 

Acusa la APDH a Patricia Bullrich, Pablo Noceti, Gonzalo Cané y Gerardo Milman, por la supuesta existencia de "un plan criminal coordinado desde la más alta esfera del Estado, con el objetivo de llevar adelante un accionar represivo premeditado contra las distintas comunidades mapuches". 

La descabellada denuncia pretende servirse del Poder Judicial en procura de debilitar al Estado Nacional frente al Conflicto RAM (Resistencia Ancestral Mapuche). Se busca con ella replicar y consolidar la construcción absurda de los llamados "juicios de lesa humanidad", en los que juzgando hechos fuera de su contexto histórico, omitiendo la acción del terrorismo castrista, violentando las garantías del debido proceso y la irretroactividad de la ley penal, tuvo el enemigo derrotado por las armas su revancha judicial logrando encarcelar y condenar a quienes impidieron se replicara en Argentina la dictadura comunista que, con anhelo de eternidad, sigue hoy oprimiendo al pueblo cubano y parasitando los recursos de Venezuela, colonizada hasta la miseria. 

Todavía la sociedad argentina no ha cobrado conciencia de la grosera nulidad de esos juicios, ni del daño que han hecho tanto a la Defensa y Seguridad de la Nación como al estilo de vida propiciado por la Constitución Nacional.  

La APDH no es un actor neutral en la política argentina, claramente está enrolada en la izquierda dictatorial, esa que se sirve de los perfiles descriptos por el "Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano". Por ende, adhiere al proyecto totalitario de corrupción estructural sostenido durante los infames 12 años del régimen kirchnerista, como lo demuestra su rechazo a los procesos judiciales que se llevan adelante contra Cristina Fernández. Es decir, la APDH es otra de esas organizaciones comunistas que, tratando de socavar al sistema democrático por la explotación de sus paradojas, siempre estarán alineadas con los enemigos de la República Argentina.

Tan obscena es la filiación comunista de la APDH, que exalta la figura del dictador Fidel Castro como el ejemplo a seguir. Y eso les resta toda autoridad moral para hablar en nombre de los derechos humanos. Claramente la APDH es una organización cerda, en los términos con que George Orwell escribió "Rebelión en la Granja", pues en la suerte de los cubanos queda en evidencia que a su criterio algunos humanos son más humanos que otros... 

La APDH, consustanciada con la tiranía castrista que intentó
exportar su "revolución" a través del terrorismo. 

EL CONFLICTO RAM

La denuncia de la APDH debe ser encuadrada dentro de la dinámica del Conflicto RAM, una guerra de Inteligencia programada para prolongarse en el tiempo y en la que los actores principales no aparecen sobre el terreno. El objetivo de la denuncia es simple y evidente: debilitar la capacidad de respuesta del Estado Argentino frente a nuevas arremetidas de acción directa.  

Y aquí debe verse el intento de aprovechar al máximo la reciente detención del cabo Francisco Pintos,  integrante de la Agrupación Albatros de la Prefectura Naval Argentina, por la muerte de Rafael Nahuel en un incidente ocurrido, el 25 de Noviembre de 2017, a consecuencia de la usurpación de terrenos en Lago Mascardi por parte de activistas mapuches.

En el actual contexto de incertidumbre electoral, con la posibilidad de un cambio de gobierno que signifique volver a replegar y privar de proactividad a las fuerzas federales, es bastante claro que sus efectivos tengan dudas considerables sobre la proyección del respaldo que esta gestión, desde el mero voluntarismo de la ministro Bullrich, intentó brindarles. 

El gobierno del Presidente Mauricio Macri no está en condiciones de entender la dinámica de ninguna guerra de Inteligencia por una sencilla razón: desprecia la Inteligencia de Estado y no cuenta con ella para la toma de decisiones. Es tan ostensible esa falencia que cabe preguntarse qué rol están jugando desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, al fin de cuentas cómplices del capricho de Patricia Bullrich en mantener acéfala a la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal (DNIC). 

A punto de terminar su mandato, puede asegurarse que Mauricio Macri no ha logrado recomponer al Sistema de Inteligencia Nacional colapsado durante el régimen. Y lo triste es que no era una tarea imposible. 

Quien no cuenta con fundamentos de Inteligencia en su toma de decisiones corre el riesgo de caer en el desgaste de la constante prueba y error, eso significa desperdiciar los siempre escasos recursos sin anticipar ningún escenario. Es decir: un gobierno siempre sorprendido por toda clase de sucesos. 

Lo que ocurre en el sur del país está dirigido desde Cuba y financiado con el sufrimiento del pueblo venezolano, como se desprende del viaje de Héctor Llaitul, líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), a Caracas donde obtuvo apoyo del régimen de Nicolás Maduro. Y no por casualidad, sino porque detrás del aparente reclamo araucano hay un declarado cambio de sujeto revolucionario pergeñado por la intelectualidad comunista en reemplazo de un proletariado que ya no cree en el paraíso socialista. 

La lucha contra el capitalismo requiere potenciar los conflictos internos de los países democráticos, socavar sus instituciones y explotar sus contradicciones. En tal sentido las reclamaciones mapuches son totalmente funcionales al entrismo marxista y al relato de una Argentina genocida que deba sentirse culpable de su propia existencia. La APDH es parte de esa estrategia contra la República Argentina.  

MI SOLIDARIDAD

Ante la acusación de la APDH corresponde solidarizarse con los denunciados, sin que ello implique alterar en nada las críticas y elogios que la actual gestión del Ministerio de Seguridad ha merecido de mi parte. 

Sería un acto de cobardía intelectual omitir manifestar mi repudio a la opereta de la APDH contra Patricia Bullrich, Pablo Noceti, Gonzalo Cané (ya ex funcionario del Ministerio) y Gerardo Milman. 

Nadie que ame a la República y aspire a la irrestricta supremacía de la Constitución Nacional debe permitirse el silencio ante las maniobras comunistas. No es un ataque a cuatro funcionarios, ni a un gobierno; es el ataque artero y sostenido contra el estilo de vida soñado por los constituyentes de 1853.  


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López